Mireia, ¡preséntate! Me llamo Mireia Belmonte García. Nací el 10 de noviembre de 1990 en Barcelona.
¿Cómo te definirías? Como deportista me definiría como constante, luchadora y con mucha capacidad de sufrimiento. Como persona, es difícil... Pero, a rasgos generales, soy un poco tímida, coqueta y muy desordenada. ¡Y no sé qué más decir!
¿Cómo dirías que es un día a día en la vida de una deportista de élite como tú? La verdad es que casi todos mis días son iguales o muy oarecidos. Me levanto a las 5 de la mañana y a las 6 ya estoy en el agua, hasta las 8:30. Después voy a la universidad de 9 a 12. Sobre las 13h almuerzo y depués, vuelta a entrenar! Esta vez, una hora, de 16 a 17, trabajo en seco (pesas, carrera) y vuelta al agua de 17 a 19:30. Para terminar, cena sobre las 20:30 y a las 22:30, a dormir. Es un poco agotador.
¿A qué edad fuiste consciente de que tenías una especial capacitación para este deporte? Todo empezó cuando a los 4 años me detectaron escoliosis, una desviación en a parte inferior de la columna. Así que empecé a hacer cursillos por preinscripción médica. A los 12 años obtuve una beca para entrenar en el CAR de San Cugat. Creo que a esa edad, cuando empecé a entrenar en serio, me di cuenta que quería dedicarme a nadar.
El concepto "superación" es especialmente patente en una deportista como tú. ¿Podrías explicar qué significa para tí esta palabra y lo que se siente cada vez que consigues nuevos retos? Para mí, esa palabra es el pan de cada día, ya que intento superarme en cada entrenamiento y en cada serie que hago. Casi toda mi motivación es superarme deportivamente y así crecer como persona. No sé cómo explicar la sensación que tengo cada vez que consigo un nuevo reto: te sientes muy feliz y llena a la vez y te olvidas de todo lo que has sufrido antes en los entrenamientos.
¿A quién admiras mucho? A Michael Phelps.
¿Y quiénes son tus mayores fans? ¡Creo que mi familia y amigos al completo!
Alguien a quien estés muy agradecida... En primer lugar, a mi familia. Sin ellos mi éxito hubiera sido imposible. Y en segundo lugar, a todos y cada uno de los entrenadores que he tenido porque he crecido mucho con ellos, tanto a nivel personal como deportivo.
¿Nos cuentas un buen consejo que te han dado y que siempre has tenido muy presente? Las cosas suceden porque hay trabajo detrás. Nadie te regala nada.
¿Qué música podemos encontrar en tu ipod? De todo, ¡tengo un gusto musical muy variado!
Entrenas de 7 a 8 horas diarias, ¿cuándo tienes tiempo libre? Solo tengo tiempo libre algunos domingos. Los sábados tengo competiciones o estoy de concentración. Mi fin de semana perfecto es en compañía de mis amigos, ir de
shopping o ir al cine. También me gusta mucho leer mientras viajo.
¿Cómo te gusta vestir? Para el día a día me gusta vestir a la última pero a la vez cómoda, que me sienta bien conmigo misma. Para entrenar mi
look de deporte son mis zapatillas, cuanto más llamativas mejor, una sudadera y pantalones cómodos. Una de mis marcas preferidas es Nike.
¿Podrías hablarnos del tatuaje que tienes en la parte interior de tu muñeca? El tatuaje es una tradición entre los nadadores que van a las olimpiadas. Cuando participas es casi una obligación hacértelo. Para mí es todo un honor llevarlo, ya que fue una experiencia que me marcó mucho. También creo que ser nadador olímpico es un estilo de vida.
¿A quién le dedicarías tu próxima medalla? Se la dedicaría a mi familia y mi actual entrenador, Frederick Vergnoux.
¿Quiénes son tus mejores amigas? Las de mi infancia, las primeras que tuve. Creo que las primeras amistades las recuerdas y te marcan para siempre.
¿Qué harás este verano? No lo sé todavía, supongo que me quedaré en Badalona, en casa. Nunca estoy aquí y me gusta relajarme en la ciudad en la que he crecido.
Un sueño y un reto para el futuro. Una medalla de oro en unas olimpiadas.
Por MARTA DE LA CALZADA
Fotografía
LUCIANO INSUA
Realización
ADELE CANY
Maquillaje y peluquería
MARINA ALEJANDRE
Agradecimientos
MAC ARENA MAR BEACH CLUB BARCELONA
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