A Karl Lagerfeld no le gusta Pippa Middleton. El excéntrico líder supremo de Chanel ha declarado hace poco
no le gusta la cara de la venerada hermana de la princesa Catalina de Inglaterra.
"Solo debería enseñar la espalda", añadió, circunspecto, remachando lo que gran parte del Reino Unido se ha tomado como un insulto personal. Sin embargo, esto no ha sido más que una muestra del tono que le gusta transmitir a Lagerfeld en sus entrevistas. De hecho, lo que le ha dicho sobre Pippa es una de sus declaraciones más suaves, si eso consuela a alguien en Inglaterra.
El respetado diseñador tiene algo de doctor House: brillante en lo suyo para muchos (otros tantos discreparían), hiriente para todos. En sus entrevistas siempre tiene algún insulto que dedicar a alguna modelo o algún comentario para las mujeres gordas del mundo. Tanto Adele como Heidi Klum como las chicas de toda Francia han recibido algún palo suyo.
Vean algunos:
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Está un poco demasiado gorda, pero la cara la tiene bonita". Es el retorcido (y tópico) cumplido describió Lagerfeld, en febrero de este año, al fenómeno pop del momento, Adele, esa mujer que ha conseguido no solo que se le acepten sus kilos de más, sino que le ayuden a generar simpatía entre el público.
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Es bajita, gorda y tiene esa estúpida sonrisa permanente que es más comercial que artístico", dijo sobre Heidi Klum sin motivo aparente. Al menos esa vez sabía quién era. Años antes había dicho: "No sé quién es Heidi Klum, y desconozco por qué tendría que importarme". Un poco después, hablando de su entonces marido, el rapero Seal, reflexionó: "No soy dermatólogo pero no querría su piel. Creo que la mía es mejor. Él está cubierto de cráteres".
·"No quiero tener hijos
por si acaso me sale una niña fea. Sería muy duro vivir con una niña fea en casa".
·"Nadie quiere ver mujeres gordas. Ya hay muchas gordas en el mundo;
madres con la bolsa de patatas frente a la televisión y quejándose de que las mujeres delgadas son feas. La moda va de sueños e ilusiones". Esto no deja de ser un comentario extraño viniendo de alguien que habla de la importancia de individualidad y la creatividad. ¿No es contradictorio, pues, que se abrace las convenciones de belleza más aburridas?
·Hace poco hizo esta extraña apología de la anorexia: "En Francia [donde reside] hay un gran porcentaje de chicas jóvenes que pesan demasiado y
menos de un 1% están delgadas. El problema son ese 25% que tiene problemas de peso, o están directamente gordas. Ese 1% no es el problema. La anorexia no tiene nada que ver con la moda. Hay mucha gente que toma drogas, no solo las modelos. De eso no es necesario hablar. Hablemos de las gordas". Lo cual encaja perfectamente con...
·"El cuerpo tiene que ser impecable.
Si no lo es, cómprate tallas pequeña y empieza a comer menos".
·"Los estampados florales son para cuarentonas gordas".
·Y luego está este consejo para mujeres: "
Vístete para ti misma y para el hombre al que amas, si lo tienes. Olvídate de vestirte para impresionar a otras mujeres. Olvídate. Así no se piensa".
·Una vez se le preguntó si Coco Chanel fue una feminista primigenia. Contestó:
"Nah, no era lo suficientemente fea para eso".
Bien es cierto que estas declaraciones solo forman un retrato sesgado del hombre. Habría que añadir que fue él quien mandó un ramo de flores a casa de Dominique Strauss-Kahn cuando, el año pasado, fue acusado de violar a una mujer en un hotel de Nueva York.
Tomás Castroviejo
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