Con solo 24 años, Mirela Balic es una de las actrices más top del momento. Se ha unido al cast de Élite en su última temporada pero también ha formado parte de proyectos como Zorras o Tú también lo harías. Empezó en el mundo de la actuación a través del teatro y se dio a conocer con la serie de Atresmedia Cristo Rey, en la cual interpretó a Cata. Sigue leyendo y descubre a esta actriz junto a Vanidad
MIRELA BALIC: «He recibido mil y un noes hasta llegar al sí»
Zorras, Cristo Rey, Elite, Tú También lo harías… Estos son algunos de los trabajos de los que has formado parte este último año. En muchas entrevistas has comentado que este has sido tu año, así, ¿qué aprendizaje importante te llevas de este gran despegue en tu carrera?
Quizá suene a tópico pero creo haber aprendido mucho sobre diferentes campos, tanto profesional como actoral como en ámbitos cotidianos que he ido observando diariamente. Destacaría la importancia de recordarme que soy una privilegiada por haber podido estudiar lo que he querido y por las oportunidades que se me han presentado…
Aunque en todas ellas ha habido un trabajo personal detrás, también creo que en esta profesión hay tantos factores que no dependen de ti que no todo es una cuestión de talento o de suerte o de ambas y ninguna. Se habla de estar en el momento y sitio correcto pero no sabría decir si eso es así. Si sé, en mi caso personal que he trabajado mucho, he estudiado mucho y he recibido mil y un «noes» haciendo castings hasta llegar al sí. El aprendizaje de esto es el que ligaría con el siguiente; ser honesto con uno mismo. Saber cuándo seguir, parar, descansar, esforzarse más, respirar o apretar.
Afirmas que no sólo has crecido en la actuación, sino que también espiritual y emocionalmente. ¿Qué cosas te ayudan a nivel emocional y mental en estos momentos de frenetismo y fama? ¿Algún truco para mantener la calma y los pies en la tierra?
Quizá parezca absurdo, pero para quienes tengan mascotas no creo que lo sea. Una necesidad que yo siento cuando llego a casa después de diez horas de rodaje o un día intenso es abrazar a mi perro. Me recarga, me calma y me llena de amor. La magia de los animales.
Lo más importante para mi bienestar general son mis amigos. Tengo un grupo de amigos desde hace 20 años o más que son mi familia y espejo. Son los que mejor saben leerme incluso cuando yo no sé hacerlo y eso es un tesoro. Es la gente que me mantiene en tierra y que nunca me corta las alas.
Hacer deporte , cual sea , y meditar o simplemente parar cinco minutos a estar contigo es algo necesario para la salud física y emocional. Vivimos en la era de la rapidez , de no dormir y de estar pegado al móvil, así que entrenar esto creo que es el objetivo para mantener la salud y la calma. Como dijo una gran amiga mía “hoy todo se acaba cuando apagas el móvil”.
Sabemos que tienes un currículum de escándalo. Te formaste en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y el teatro fue el punto de partida de tu viaje cómo actriz. Ahora que has dado el salto a la pantalla, ¿planeas dejar el teatro totalmente o quieres compaginarlo en algún momento?
Honestamente mi punto de partida y mi viaje iba totalmente encaminando al teatro. Es lo que me hizo cambiar de profesión de músico a ser actriz. Fue la vida que me brindó todas estas oportunidades audiovisuales. Después de una, vino otra y aquí sigo. Aprovecharé esta ola cinematográfica todo lo que pueda y hasta que dure pero «me hago teatro encima», la verdad. Tengo muchas ganas de hacer pruebas para teatro en cuanto tenga un parón.
Actuar en un teatro o delante de una cámara son dos cosas muy diferentes, ¿cuáles son los cambios qué más has notado o a los que más te ha costado adaptarte? ¿Te gusta por igual subirte al escenario de un teatro que ponerte delante de una cámara o tienes favorito?
En la Resad yo hacía teatro y teatro, y realmente la base de un actor es la interpretación da igual si es para teatro o para cámara. Pero el medio y el código es totalmente distinto, aprender de ambas es lo que te hace ir encontrando tus propias herramientas.
De lo que sin duda, he aprendido un montón viniendo del teatro y nunca antes habiendo hecho cine es de todo lo técnico. Ponerte en marca, no tapar a tu compañero en su plano, favorecer la luz, no pisar tu texto con la replica del otro… Le estoy cogiendo gusto a la cámara porque me gusta aprender y echar la vista atrás del primero proyecto que grabé al presente para ver todo lo que he ido aprendiendo, pero para mi el teatro siempre tendrá esa magia que me cautivó la primera vez.
También has hablado de que muchas veces se te ha pasado por la cabeza lo de «no soy suficiente». El síndrome de la impostora es algo que ocurre a muchos profesionales en cualquier ámbito, ¿cómo lidias tu con ello?
Pues con paciencia y compasión sobre todo. Creo que a todo el mundo le puede pasar en el ámbito laboral y personal; estamos expuestos a las inseguridades y a la comparación constante, es lo que alimenta al síndrome del impostor. Como todo ser humano hay días en los que no sabes si te mereces lo que tienes y de quienes te rodeas. Sin embargo, hay otros días donde tiene todo el sentido del mundo estar haciendo lo que estas haciendo y rodearte de quien te acompaña en la vida. En lo laboral pasa, a veces no sabes si das la talla, si eres suficiente.
Nos fustigamos con la constante exigencia de ser perfectos cuando de nacimiento, no lo somos… Hay que trabajar en ello, ir a terapia, hablar con quienes te conocen y te quieren porque siempre serán un buen espejo, sin los prejuicios que uno tiene, para recordarte lo que vales, lo que eres y lo que quieres.
Te has metido en la piel de una periodista, de una adolescente… Sin embargo, ya has comentado que debido a tu origen serbocroata había un miedo a que te encasillaran en un papel de «la guiri». ¿Cómo ves la industria en este aspecto, suficientemente diversa?
Hablando del tema con Luis Tosar durante un rodaje, comentábamos que en España aún hay que luchar con clichés bastante cuestionables, como en el que a mi me daba miedo caer. Si eres eslava directamente harás papeles de prostituta, mujer maltratada o novia de un narcotraficante por el simple hecho de la apariencia física o de poder poner un acento. Pero me ha sorprendido gratamente que los papeles que he ido interpretando han sido distintos. Aunque varios hayan podido ser semejantes a una femme fatale creo que cada uno ha tenido su distinción.
Ahora, tengo muchas ganas de interpretar algún personaje totalmente opuesto a mí que suponga un reto actoral en el que tenga que hacer un trabajo de campo y de construcción que no haya hecho hasta ahora.
A nivel actoral, ¿cuál de los proyectos que has realizado en el último año ha supuesto un reto más grande para ti? ¿Es más fácil interpretar a personajes que se parecen a tu personalidad o prefieres que sean totalmente opuestos?
Se dice que interpretar personajes parecidos a ti es fácil, pero no es del todo cierto. No es fácil reconocerse en quien «se parece a ti».
Pero creo que a los actores nos gusta o nos pica hacer algo totalmente distinto a ti. A mí me parece un regalo encarnar a un asesino o a una persona con una patología que desconozco porque el trabajo de campo es muy rico y porque uno aprende y debe justificar lo que puede ir en contra de tu moral , y ahí entras en contradicciones y debates que debes defender.
Tu trabajo tiene muchas partes. Está el proceso de castings, la preparación para el papel, el rodaje, la promoción. Si tuvieras que elegir una de ellas, ¿cuál es tu favorita y cuál no soportas?
Disfruto de la creación de un personaje (aunque a veces es frustrante), encontrar los matices de un personaje o la manera de andar o un detalle personal que quieres aportar es divertido. Prueba y error. Quizá lo que menos disfruto es grabar selftapes. Me gusta ir a castings y hacerlos en persona, hay una especie de nervio y de «toma única».
El próximo 20 de octubre se estrena Élite 7, temporada de la que formas parte. Seguro que te han dicho que tu vida puede dar un giro de 360º. ¿Tienes miedo de lo que pueda venir tras ese día?
Por ahora estoy tranquila. Creo que lo que venga , vendrá y lo gestionaré en su momento. No me gusta preocuparme de las cosas que aun no han sucedido. Por ahora estoy feliz y agradecida de todo el trabajo hecho y aprendido. También de la gente que he tenido suerte de conocer y lo que se supone que tenga que venir, cuando venga lo abrazaré y gestionaré; sea miedo o ilusión o ansiedad o felicidad. Al final, hacemos lo que podemos con lo que tenemos.
¿Qué le pides a 2024?
Vacaciones (risas). Lo digo en serio, descansar es importante para resetear y después de empalmar un proyecto con otro la verdad que parar sería un reto personal para mi. Vivir quizá el abismo, que tanto tememos todos, de saber que no siempre va a haber trabajo es importante. Y ojalá después de ese parón para experimentar la pausa y también un descanso, grabar una película. Tengo muchas muchas ganas de hacer una película e interpretar un personaje loco, con directores como Trueba o Bayona y ojalá en el extranjero con tantos/as que podría mencionar. Por ahora mi plan es seguir trabajando aquí y en un par o tres de años ir a Los Angeles.
Alba Ramos: @alba_rr22
Imágenes: Matias Uris @matiasuris