Lizzy Caplan está de moda. Su caso es uno de esos en los que, después de mucho tiempo metida en el mundo del cine y la televisión estadounidense, la crítica comienza a prestarle poco a poco más atención hasta convertirse en una actriz preciada por los productores. De hecho, su situación recuerda bastante a la de Emma Stone, ambas son atractivas de una manera no convencional, son jóvenes y llaman la atención por su facilidad para la comicidad.
La actriz lleva no poco tiempo metida en el mundo del entretenimiento. Desde aquella película -que muy pocos recordarán, estaba escrita por Tina Fey- “Chicas Malas” con Lindsay Lohan, pasó a tener papeles esporádicos en series de televisión como
“True Blood”. Fue hace unos años cuando protagonizó la serie de corta vida
“Party Down”, que acabó siendo una cantera de futuras estrellas cómicas. Es el caso de sus compañeros de reparto
Jane Lynch y Adam Scott.
Pero, de cara a 2013,
la intérprete tiene guardado otro as en la manga más a sumar a su ascendiente carrera: la película “
Save the date”. ¿Qué tiene de especial este film? Primero, y muy importante, que Caplan comparte pantalla con otra de las actrices más encantadoras del panorama actual:
Alison Brie, a la que profesamos nuestro amor desde Trudy en "Mad Men" a Annie en "Community". ¿Quién no querría ver a estas dos intérpretes metidas en una misma comedia?
Porque la película es una historia de una boda, algo que
a priori parece ya trillado, pero que
convenció a la crítica de Sundance, donde se comentó la condición de
roba-escenas innata que padece Caplan. Precisamente eso es lo que la hace tan especial, lo que ya se pudo ver en
“Bachelorette”, donde le robaba los planos a Kirsten Dunst y hacía que la audiencia tuviese ganas de más de ella.
Échale un ojo a cualquier trabajo de su carrera antes de que comience el 2013, así no nos podrás decir que no te lo advertimos. Por cierto, que mantiene una relación con Matthew Perry (el Chandler de
Friends).
Andrés G. Menéndez
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