Javiera Mena no solo es conocida por ser una precursora del electropop en Latinoamérica y España, también lo es por ser una firme defensora (y activista inesperada) de la libertad sexual y sentimental... En su nuevo “Corazón Astral” nos lo vuelve a demostrar y es que nadie mejor que ella y sus letras para atacar con argumentos los tabúes que siguen impidiendo que algunas mentes se abran.
En “Corazón Astral”, tu último single, te sumerges en los rincones del placer femenino. ¿Qué es para ti?
Para mí el placer es una emoción humana, algo que todos buscamos y que tiene que ver con algo mágico que uno siente durante un período determinado.
¿Por qué piensas que la sexualidad de la mujer sigue siendo tabú para muchos, sobre todo en términos de exploración lésbica?
Por la situación histórica que hemos vivido como mujeres, como bien dices, no se nos ha permitido, ni mucho menos se nos ha considerado dentro del placer. Me acuerdo que de niña, incluso tenía en la cabeza que la mujer no se masturbaba, algo que me parece loquísimo. Las mujeres somos grandes masturbadoras (risas).
Con “Corazón Astral” he querido retomar este tema, pero tratándolo de una manera más fresca, más grande, ya que lo relaciono con el cosmos. Para mí la sexualidad de la mujer es también algo muy místico.
¿Qué poder tiene el universo en la exploración de cada uno y qué relación crees que comparte con nuestra sexualidad?
El universo tiene una relación directa y muy intensa con todos los seres humanos, pero especialmente con las mujeres como diosas generadoras y procreadoras de toda vida que somos. Obviamente su placer está conectado con esto, viene de allí. Al fin y al cabo un orgasmo no deja de ser un momento de vida y muerte… Para mí ha sido muy lindo poder hacer una canción tan simple que relacione todo esto.
¿Quiénes son tus referentes en cuanto a libertad sentimental?
Más que referentes me han marcado mucho dos libros. Uno se llama ‘El Caliz y La Espada’, de Riane Eisler. Me encanta como aborda el feminismo, precisamente de una manera muy femenina pero en el buen sentido de la palabra.
El otro es ‘El segundo sexo’ de Simone de Beauvoir, un libro de estudio maravilloso que siempre tengo conmigo. Tiene un capítulo de las lesbianas que es muy interesante. Ya lo ves, soy del feminismo clásico (risas).
En tu caso nunca has escondido tu orientación sexual pero, ¿entiendes que haya artistas que sí lo hagan?
No soy nadie para meterme en la vida de los demás porque no sé cómo se formaron, qué injerencia tuvieron en su familia… Yo al final vengo de una familia mucho más liberal y mi preferencia sexual no era lo más importante en ese momento, aunque obviamente hubo problemas por cuestiones generacionales.
Entiendo que haya artistas que no tengan este apoyo y no quieran pronunciarse, aunque esto no debería pasar ya. Tenemos que ser valientes y expresarlo, solo porque haciéndolo ayudaríamos mucho a la Comunidad.
¿Dudaste en algún momento a la hora de hacerlo público o no?
Yo nunca me sentí encerrada en el closet así que cuando me preguntaron por mi orientación sexual en una entrevista, lo expresé de manera natural, sin ser consciente de que esto ayudaría un poco a la sociedad, sobre todo a la latina.
La verdad es que no imaginaba que se iba a transformar en algo tan trascendental, pero me gustó, me hizo sentir pionera.
¿Alguna vez te has sentido presionada por tener que pronunciarte sobre un tema del que tal vez no te apetecía hablar solo por ser un personaje público?
Sí, muy presionada. Es cierto que la homosexualidad la llevo en el ADN, por eso me sale muy natural hablar de ello. Es algo que me ha afectado directamente y de lo que me siento “parte de”, pero cuando me hacen opinar de leyes, por ejemplo, necesito un tiempo para analizarlo antes de emitir un juicio que puede quedar allí para toda la vida... Le pongo mucho ojo.
¿Qué supone para ti ser el espejo de muchas mujeres en la actualidad?
He pasado por diferentes momentos. Al principio era como que quería que se hablara más de mi música y no tanto de mi preferencia sexual, pero con el tiempo, me fui dando cuenta que se necesitaba. Piensa que hace diez años no había referentes lésbicos, yo era casi la única. Mi mismo público me ha hecho sentir que lo necesitaban, convirtiéndome un poco en activista sin buscarlo o igual, inconscientemente, sí lo buscaba.
Fui considerada Ícono Queer del año en los premios de Guadalajara, he participado en conferencias y charlas que tienen que ver con este tema... Es algo con lo que he ido mutando con el tiempo y de lo que me siento muy orgullosa.
Actualmente, ¿cuál piensas que es la manera más eficaz de reivindicarse y ser escuchada?
Siendo auténtico y diciendo las cosas, sobre todo, con respeto. Estamos en un momento de muchas polaridades y empatizar, es la manera más astuta de ser escuchado.
Es muy importante informase, elegir las palabras correctas y comunicarse bien, con firmeza pero escuchando al otro. Además, la opinión de la ciencia nos avala así que, ¿qué más se puede pedir?
¿Cómo de importante es para ti la música como arma de reflexión?
En mi caso no es que hable explícitamente de que soy lesbiana pero sí que utilizo gestos como hablar de “la”, “ella” o en canciones como ‘Corazón Astral’, donde una mujer habla sobre otra mujer abiertamente, sin ningún tabú. Poder mostrarlo libremente y de manera tan natural en mi música para mí ya es muy importante.
¿Siempre la utilizas para difundir un mensaje de carácter social o también tienes letras que no invitan al razonamiento y al debate?
Por supuesto, no todas mis canciones son reivindicativas. La mayoría las agarra la Comunidad pero en general, son canciones que nacen de sentimientos humanos que tanto los puede sentir un chico como una chica, un joven, como un adulto… eso es lo que me gusta y me gustaría en un futuro, que se valorara mi lírica más allá del grado de activista que fui. Mis letras conectan con el hedonismo, con el dolor, con la pena, con emociones que buscan provocar un estado de ánimo, como cualquier canción, así que me gusta que haya libres interpretaciones.
¿Qué diferencias ves principalmente entre la lucha de derechos LGTBIQ+ de tu país de origen y España?
Estamos en épocas muy diferentes en cuanto a lo legislativo ya que en Chile aún no tenemos matrimonio homosexual, por ejemplo. A día de hoy tenemos una unión civil (que ya fue un avance), pero no nos podemos casar con los mismos derechos que una pareja heterosexual.
A pesar de eso cada vez hay más gente que sale a manifestarse. La ciudadanía se está encargando de reivindicar esto porque las leyes todavía no avanzan en ese sentido. Nos falta un poco más de tiempo… Internet y su globalización están jugando a favor para la comunidad porque vemos qué pasa en otros países como España. A mí, al menos, conectarme con otros lugares me sirvió un montón cuando era niña.
Ahora que vives en Madrid y has podido pasar un tiempo en la capital, ¿por qué crees que se ha convertido en un referente de igualdad y diversidad para otras ciudades?
Personalmente siempre he visto Madrid como una ciudad muy gay, tal vez por su arte popular, la Movida Madrileña, Almodóvar… ahí se generó algo que se expandió para futuras generaciones después del franquismo. Además, es una ciudad que tiene muchos referentes como Mario Vaquerizo y Alaska, muy presentes en la cultura popular.
A parte de “Flashback” y “Corazón Astral”, ¿qué más podremos ver (y escuchar) en tu próximo disco?
En este sexto álbum estoy trabajando en un sonido mucho más electro, pero también en una evolución dentro de lo mismo. Es como la mezcla entre lo que sigo explotando pero siempre tratando de evolucionar dentro de quién soy. Ya tengo un estilo bastante marcado así que el desafío ahora es poder evolucionarlo.
¿Tendremos algún otro adelanto en forma de single antes de su lanzamiento?
Quiero sacar uno o dos singles antes, todavía estamos valorándolo, y el disco ya para principios de 2021… Aun así me tomó esta época como algo muy positivo ya que me está permitiendo hacer un universo entero dentro de una canción y darle el espacio que se merece. Me encanta que cada una tenga su lugar, como reinas que son.
Texto: Anna Alarcón @_annalarcon
Fotografía y vídeo: Laura Castellano @laura_castellano__