La Mala tiene una mirada que cuesta sostener. Cuando se supera el umbral de los cinco segundos se entra en una dulzura inesperada y muy cálida. La Mala rima versos en cualquier situación, presta atención a las pequeñas cosas y elige con su mirada y sus palabras a quién o qué hacer especial. La Mala es la mejor. En tu primer single, “No pidas perdón”, te preguntas. “¿Tanta tecnología para tomarse un café?”. Alucino con la falta de equilibrio y lo descompensado que está todo. Mucha tecnología, mucha información pero no para un bien común. Mientras unos se mueren, otros están experimentando como hacer que los pechos de las mujeres se mantengan duros y turgentes. Pero es un futuro bastante terrenal y tranquilo. Nada “avatarizado”. Lo veo después de la hecatombe. ¿Qué nos queda después de que una bomba haya arrasado todo? Nada más que ponernos a plantar. Creo que hay que volver a lo esencial, a los orígenes. Por ejemplo, miro Madrid y no me gusta lo mucho que intenta parecerse a Estados Unidos. Parece que estás en un momento más introspectivo en el que haces balance entre pasado y futuro, ¿no? Busco siempre el equilibrio. Y esta vez he descubierto algo y es que la vulnerabilidad es fuerza. No dejo de tener en el punto de mira lo social, eso lo voy a tener siempre, pero por primera vez hablo del amor con mayúsculas. No me refiero al rollo romántico. Si no a esa energía que proyectas a los tuyos, a tu gente, a la tierra… Es una gran diferencia. ¿Por eso colaboras con Estrella Morente y la rapera Mefe? La primera vez que oí a Mefe flipé. Trabajamos juntas en una gira y es una mujer muy talentosa y con muchas cosas que decir. Hacía tiempo que deseaba que colaborara conmigo. Exclamé ¡necesito tus 16 años para mi disco! Accedió y fue alucinante. Y con Estrella…pues llorando todas por el estudio sin parar. Fue muy intenso. Yo llevo un año y pico pensando en hacer un trabajo muy femenino. La figura de la madre, la sensualidad, las curvas cálidas…Estrella simboliza todo eso. La mujer andaluza que canta a la tierra y que ama a sus hombres. La chispa saltó al instante desde que apareció en el estudio y no paramos de emocionarnos ni un solo momento. ¿Echas algo en falta de la escena actual del hip-hop español? Pues nada. Simplemente acepto las cosas como están y como son. Sí es verdad que desde hace 10 años han pasado cosas muy fuertes. Pero me parece un error centrarme sólo en una escena. Yo siempre he trascendido cualquier barrera o etiqueta. Desde el primer momento en Sevilla todos los que me conocían sabían que nunca me ha gustado eso de encasillarme. Yo tengo mi propio sabor. Yo hago mi propio hip-hop que va más allá. Y siempre lo haré. Fijarme en una escena local no es mi estilo… En EE.UU el hip-hop y el R&B es simplemente pop. Ese es mi camino. ¿Y qué opinas del abuso del ‘autotune’ en el pop de hoy en día? ¡Pues me parece fenomenal! Yo es que soy muy fan del “Computer love” de Zapp & Roger, ¿sabes? [Justo en ese instante, se arranca y empieza cantarla haciendo una versión cálida y alejada del frío tratamiento vocal de la original que debería grabar. No puede disimular su entusiasmo]. Todo el revival de esa onda me encanta. ¡Me parece guay! ¡Que la gente experimente! ¡Y que baile!” ¿Qué música pones ahora que antes no escuchabas? Miles Davis, mucho. A Maria Callas y mucha salsa de Puerto Rico. ¡Ah! Y sigo a Common. Lo escucho a todas horas. Por Ferrán Pla. Fotografía de Juanma Moncloa. Realización Eva Fernández. Si quieres leer el resto de la entrevista, corre a tu quiosco y hazte con el número de junio de Vanidad MUY PRONTO PUBLICAREMOS EL MAKING OF DE LAS FOTOS. ¡ATENTOS! SI TE HA INTERESADO ESTE ARTÍCULO, VISITA: -COURTNEY LOVE. -JULIETA VENEGAS.

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