De pequeña empezó a tocar el piano, pero lo dejó. Nos confiesa que le gustaría muchísimo volver a tomar clases… (La realidad es que tiene un piano nuevo en casa desde Reyes del año pasado, pero todavía no tiene profesor). ¿Alguien que se preste?
Su deseo de ser actriz vino propiciado porque su novio francés le dejó mientras se preparaba para hacer los castings de la fashion week. Un cambio de rumbo que, aunque al principio le pareciera un drama, acabó convirtiéndose en un golpe de suerte. Y es que pocos tienen el placer de debutar en la interpretación al lado de una grande como Belén Rueda...
Como buena actriz, a Mireia Oriol no le faltan facetas (ni historias para contar), por eso decidimos someterla a una búsqueda de todas esas identidades que definen, o al menos intentan definir, quién es esta argentonina de 23 años y rostro angelical... En otra vida cree que fue francesa (de ahí su apego por el cine francés), y ahora es una de Las del hockey, (la ficción catalana que acaba de saltar a Netflix). También es modelo, ¡ah! y un tanto desordenada… No te pierdas su entrevista. Merece la pena.
Camisa de PURIFICACIÓN GARCIA, blazer de JAVIER SIMORRA y capa de BURBERRY
Antes de ser actriz, ejerciste como modelo en París. ¿Cómo fueron esos años de tu vida?
Empecé desde muy jovencita a ser modelo, en casa siempre me decían “si continúas sacando buenas notas, te dejamos ser modelo”. Cuando terminé el instituto y me fui a la universidad, empecé a trabajar full time de modelo. Empecé a viajar; Londres, París, Barcelona... al principio sentí una gran atracción hacia ese mundo. Imagínate: 18 años, con dinero, viajando y con posibilidad de desfilar para grandes diseñadores pero, aunque desde fuera se veía muy bonito y glamouroso, desde dentro era otra cosa. Competición, autoexigencia sin límites, soledad... y perdí un poco el norte, la verdad. Me dejé llevar sin realmente darme cuenta que ese no era mi sitio y que estaba viviendo las expectativas y exigencias de otros, no las mías.
Justo cuando estabas en la ciudad del amor tuviste una crisis existencial y decidiste cambiar de rumbo… ¿Cuál fue el punto de inflexión que hizo que te mudaras a Londres?
París ha sido siempre mi ciudad y ahí, casualmente, siempre he tomado grandes decisiones o he vivido cosas que han cambiado el rumbo de mi vida. En esa ocasión estaba haciendo los castings de la Fashion Week y me sentía muy débil y nostálgica. La fashion week es dura, ¡pero si encima te deja el novio francés mientras haces los castings ya es el drama total! Me vine completamente abajo, llamé a mi madre muy deprimida y volví a casa, sin terminar los castings. Como quería reconciliarme con la ciudad, volví al cabo de una semana para hacer un curso de interpretación en inglés que me habían recomendado hacia tiempo. Allí conocí al director de la escuela que me ofreció irme a Londres a estudiar interpretación...
Top de PINKO, chaqueta de RALPH LAUREN, abrigo de PINKO y gafas de STYLIST’S OWN
Entonces podríamos decir que tu deseo de ser actriz vino incentivado por alguien…
Renunciar a seguir con la carrera de modelo justo en el momento que empezaba a crecer, no era fácil… Giles Foreman me animó a irme a Londres a estudiar en su escuela y la verdad es que, al cabo de dos meses, ya me estaba mudando a la ciudad. Creo que lo tenía dentro desde hacía un tiempo, pero no me atrevía a tomar el paso.
Chaqueta de SEE BY CHLOÉ, blazer de AZARAGUE VINTAGE y pajarita de HUGO BOSS
Tu debut en el cine vino acompañado de una grande. ¿Qué ha significado para ti protagonizar El Pacto junto a Belén Rueda?
Para mí El Pacto ha sido un regalo maravilloso de la vida. Suena cursi, pero poder trabajar en la primera película de David Victori, con lo que significa para un director su primera peli, al lado de Belén Rueda y Darío Grandinetti, fue brutal. Yo venía directa de estudiar de Londres, no había ni terminado el curso, y aprendí infinitas cosas al lado de ellos.
¿Es este el papel que más destacarías de tu trayectoria profesional?
Me cuesta decantarme por un personaje de los que he hecho, pero para mí Clara fue un reto, sobre todo por el hecho de estar rodeada de tanto talento y nombres tan conocidos y respetados. Y el primer proyecto siempre es muy especial.
¿Cómo has evolucionado como actriz (y como persona) desde la película?
De El Pacto me llevé la calma y la pureza, el intentar cuidar estas dos cosas al máximo. Yo dudaba en si volver a Londres o quedarme en España pero finalmente, al salirme otros proyectos aquí, decidí quedarme. Me cuesta ver cómo he evolucionado como actriz, realmente creo que de todo voy aprendiendo: de todos los proyectos, de todas mis experiencias vitales... Evolucionamos constantemente.
Top de ADOLFO DOMINGUEZ, blazer de HAMAKI-HO, bufanda y guantes de DOLCE&GABBANA
Dices que eres una apasionada del cine francés, ¿qué es lo que más te gusta de él?
El cine francés me empezó a flipar cuando fui a la universidad a estudiar Audiovisuales. Me descubrieron a Godard, a Truffaut, Renoir... y en la actualidad me flipa Mia Hanen-Love, Gaspar Noé... No sé muy bien por qué, es como si en otra vida hubiera sido francesa. En Londres me llamaban a menudo “the spanish amélie”.
Ya que has podido estar en televisión, en teatro y en la gran pantalla, ¿en qué escenario te sientes más cómoda?
Son tan diferentes los tres, que no te sabría decir... Si tuviera que escoger supongo que diría cine, sobre todo por el tiempo que se toma en general para hacer las secuencias. En tele a menudo hay mucha más rapidez y a veces sufres un poco si tienes muchas secuencias el mismo día. Pero la verdad que los disfruto los tres, el teatro también me fascina, verlo y hacerlo.
Camisa de HACKETT, chaleco de KOOKAI AUSTRALIA, corbata de HUGO BOSS y guantes de la estilista
Uno de tus últimos proyectos ha sido Las chicas del hockey, que ahora acaba de pasarse a Netflix. ¿Cómo ha repercutido en ti su salto a la plataforma de streaming?
La verdad es que con Las del hockey ha sido todo tan intenso, que lo de Netflix ha pasado casi sin darnos cuenta. Creo que puede haber repercutido muy positivamente en nuestras carreras. Al fin y al cabo, es una visibilidad global que te permite ser vista en muchísimos países. Yo lo siento sobre todo en los mensajes que nos llegan de todos los sitios del mundo y también a nivel laboral, la gente te conoce más y tiene más referencias de ti.
En la serie podemos ver como se da cabida a situaciones que todavía siguen sin normalizarse del todo en nuestra sociedad. ¿Qué parte de responsabilidad sientes al convertirte en un reflejo para muchos adolescentes con un personaje como Lorena?
Interpretar a Lorena ha sido una gran responsabilidad desde el minuto zero. Cuando me dieron el papel no entendía. Pensaba que se habían confundido de personaje. ¿Cómo iba yo a ser Lorena, si somos dos personas totalmente opuestas? Pero pronto entendí. El viaje que he vivido (y que espero que haya vivido el público con Lorena), ha sido un aprendizaje en todos los sentidos. Enfrentarse a la muerte de un padre, a la identidad sexual, el formar parte de un equipo... en la serie, estas guionistas tan jóvenes hacen un gran trabajo hablando de temas femeninos muy importantes y a menudo, ignorados, que creo que nos han hecho aprender a todos, tanto a las actrices, como a los espectadores, incluso a la gente del equipo.
Después de haberte puesto en el papel, ¿qué aspectos tienes en común con ella?
Al principio pensaba que ninguno, pero después de interpretarla me di cuenta que he cambiado muchísimo. El carácter, la rabia reprimida, la personalidad menos tímida… han ido apareciendo en mí. La caracterización, el septum y el vestuario, también me ayudaron muchísimo. No sé si me parezco mucho a ella, pero siempre intento acordarme de su valentía, de escuchar realmente lo que es importante para una misma y no para los demás, del deseo de libertad para sentir y expresar quién eres o qué deseas...
Camisa de CALVIN KLEIN, blazer de GUESS y cinta de CHANEL
¿Cómo crees que percibimos las relaciones las nuevas generaciones?
Creo que cada vez hay menos normas. Es decir, es un poco “da igual, ama a quién quieras y cómo quieras”. Aunque tristemente haya mucha gente que todavía no lo viva así y, lo peor de todo, que no lo respete... Pienso que mi generación todavía está en ese trance entre el matrimonio y las relaciones “para toda la vida” (con lo que hemos sido educados la mayoría) y la libertad, el poliamor... A veces escucho adolescentes hablar del amor, de las parejas, y flipo con lo abiertos y libres que son algunos. ¡Cada vez estaremos más cerca!
¿De qué manera nos repercuten las redes sociales?
Uff... para mí es un poco difícil este tema. Yo soy pro a las redes sociales. Creo que es un escaparate, que nos proporcionan muchísima información y conexión extremadamente rápida, pero que obviamente, también tiene un lado oscuro que mal usadas pueden ser muy asfixiantes.
¿Cómo se plantea tu carrera en el próximo año? ¿Algún otro proyecto futuro del que nos puedas hablar?
Actualmente me encuentro en pleno proceso de ensayo de la segunda temporada de Las del hockey, que llegará el año que viene... Y tengo otro proyecto que empezaré a rodar justo después y en el que voy a ser protagonista. ¡Me muero de ganas de poder compartir los detalles!
También os puedo hablar de “Mimi Loves London”, una obra de teatro que he escrito y que estamos produciendo con mi pareja David Solans. Es una historia que habla de la necesidad inconsciente de romper con las ideas y los prejuicios que nos definen, sin tener muy claro desde dónde y hacia dónde dirigirse. Transcurre en Londres, en un convento de monjas, donde me alojé cuando me mudé a vivir ahí. Esperamos poder estrenarla el año que viene.
Texto: Anna Alarcón @_annalarcon
Fotografía: @the_crown_photo
Estilismo: @anna.cherr
Muah: @albapesas
Agencia: Uno Models y Alter Ego Talent House