Todavía hoy el Ballet Nacional de España reivindica el mismo principio que llevó a su fundación. Ahora celebran 40 años de historia con Vanidad…
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Todavía hoy el Ballet Nacional de España reivindica el mismo principio que llevó a su fundación. Ahora celebran 40 años de historia con Vanidad…
Todavía hoy el Ballet Nacional de España reivindica el mismo principio que llevó a su fundación: promover el avance y la divulgación de la danza española.
Su actual director, Antonio Najarro, y los bailarines Sara Arévalo, Pilar Arteseros, Albert Hernández, Débora Martínez, Miriam Mendoza, Inma Aalomón y Carlos Sánchez celebran 40 años de historia con Vanidad y estilismo de Amichi.
Cuando aún era un adolescente, Antonio Najarro (Madrid, 1975) debutó en varios de los centros de baile español más prestigiosos del momento, como el Ballet Antología, el Ballet del Teatro Lírico de La Zarzuela o la compañía Antonio Márquez. A partir de entonces su carrera fue consolidándose, siendo el primer bailarín en las coreografías de los maestros Rafael Aguilar, Antonio Gades, Alberto Lorca o Mariemma, entre otros. En 2002 creó la escuela que lleva su nombre. Desde 2011 en el Ballet Nacional, ha peleado con uñas y dientes por una mayor proyección de la danza española, conservando su pluralidad estilística y sus tradiciones.
Hablamos con él antes del arranque de la gira y descubrimos cómo funciona la compañía de danza embajadora de nuestra cultura en el mundo desde su fundación en 1978.
A nivel artístico es magnífico. Hay unos intérpretes y unos coreógrafos maravillosos y se están haciendo unas producciones de muchísima calidad, en todos los estilos de la danza española. Sin embargo, necesita mucho más apoyo, especialmente por parte de los medios de comunicación. Debe darse a conocer más el trabajo de los coreógrafos y bailarines.
No. Nosotros, como Ballet Nacional de España, tenemos ciertos privilegios. Tenemos unos presupuestos que, aunque no son para nada los que había antes, nos permiten hacer bastantes cosas si le echamos un poco de creatividad. Pero en general la danza debería ser más apoyada.
Sí. Desde que comencé a dirigir el BNE hemos creado el departamento de patrocinio y mecenazgo, con el que estamos teniendo benefactores personales y de empresa. Recibimos ayudas para hacer proyectos más allá de lo que es la programación del BNE; por ejemplo, nuestro primer libro de danza española para niños, un videojuego también infantil… Acciones que no habrían sido posibles sin esta colaboración.
La danza española es el conjunto de cuatro estilos: la escuela bolera, la danza estilizada, el folclore y el flamenco. Cada uno de ellos es diferente, con técnicas y estudios totalmente distintos. El bailarín de danza española es el más completo del mundo, porque tiene que dominar a la perfección el ballet clásico para interpretar variedades como la escuela bolera. Y además tocando las castañuelas y zapateando. El folclore incluye todos los bailes regionales que existen en España, que son cientos: jotas, sardanas, muñeiras… El bailarín de danza española que se integra en el BNE debe pasar unas audiciones muy complejas y saber defenderse en todos estos estilos.
En primer lugar, llevar toda la parte artística de la programación, la preparación de bailarines y las coreografías. Además, después de seis años, he empezado a bailar yo mismo, y también superviso al resto del equipo del BNE: el administrativo, el técnico, el de prensa… Cada una de estas secciones tiene su jefe, pero al final soy yo quien tiene que controlarlo todo.
Las que me han venido de rebote por problemas contractuales con los bailarines. Dirijo el Ballet Nacional de España, pero no soy yo, sino el INAEM, quien los contrata. Estamos tratando de cambiar todo el orden jurídico del INAEM: contratación, salarios… Llevo siete años (desde que entré en la compañía) luchando por una mejora de las condiciones de los bailarines. Que haya un paro y no se levante el telón por una huelga es durísimo.
Muy positivo. Nos hemos dejado la piel por dar visibilidad al BNE, para que se conozca en todo el mundo. Hemos hecho un sinfín de acciones sociales con niños y con personas con discapacidad, hemos creado funciones familiares… También intentamos estar muy cerca del arte y de la moda. Hace unos años estuvimos en Madrid Fashion Week con Duyos y esta temporada hemos colaborado con Oteyza.
Muchísima. Yo soy un apasionado de la moda, y el baile, para mí, debe guardar relación con la evolución de todas las expresiones artísticas. Las tendencias, sean de la disciplina artística que sean, tienen que marcar la danza, y viceversa.
Rotundamente sí. Me he obcecado mucho en acercar la danza a los niños en la dirección del Ballet Nacional. El primer libro que hemos creado, Bailando un tesoro, es para los más pequeños. El niño que identifica el baile como una afición a la que le gustaría dedicarse comienza a practicar a los siete años. A menudo en esta profesión los niños han de ser muy adultos y con la danza aprenden valores tan importantes como la disciplina, el compañerismo o el respeto.
Es muy sacrificada. El trabajo físico es tremendo. Es muy importante una buena alimentación, con una dieta equilibrada que presenta algunas restricciones, y unos buenos hábitos de sueño. El estilo de vida es exactamente igual que el de los deportistas de élite.
Es un homenaje a los nueve directores que han pasado por el Ballet Nacional a lo largo de su historia. Para ello hemos preparado una pieza completa representativa de esa dirección múltiple, además de ballets fraccionados. Vamos a incluir obras de Pilar López, Antonio Ruiz Soler, Antonio Gades, Alberto Lorca y otros grandes nombres de la danza española. También habrá una creación mía para Sergio Bernal, uno de los primeros bailarines del Ballet Nacional de España, con música en directo del pianista Dorantes. Es un repaso por toda la historia de la danza española, y en él habrá también muchas sorpresas.
Texto: Alejandro Bernad
Fotografía: Rosa Copado
Realización: Paloma González Durántez
Peluquería y maquillaje: Carlos Cortés (Ana Prado) para Mon Icon Team y Thomas Weber (Ana Prado) para Lancôme y L»Oréal
Asistente de fotografía: Edwin Orozco