Muchos dicen que pasar agosto en la ciudad es de lo mejor. Cenar en restaurantes sin reserva, exposiciones libres de colas y rincones por descubrir a la vuelta de cada esquina. Lo que quizá olvidan aquellos que lo aseguran convencidos de ello como si una nueva fe se tratara es que en la ciudad de agosto es el averno encarnado. Sin duda, los privilegios culturales son atractivos, pero lo es más que no te caiga un churretón por la espalda con sólo poner un pie en la calle. Si no eres de los afortunados que tienen aire acondicionado en casa o, aunque suene a locura, no comulgas con el hecho de tener tu salón a veinte grados a golpe eléctrico, tenemos solución: los spas urbanos. Y no, no pasa por hacerte hueco en una multitudinaria piscina, entre la familia con la tortilla de patatas y el grupo de adolescentes hormonados... Pero esto es algo más tranquilo ;) Puede que en invierno sean lugares de concentración para alinear los chakras y conseguir el tan ansiado silencio mental, pero en verano también puede ser un aliado para olvidar el calor. A continuación te presentamos cinco direcciones imprescindibles si en agosto te quedas en la ciudad y no quieres morir (derretido/a). Spa Mandarin Oriental en Barcelona Un emblema de la ciudad de 1000 metros cuadrados donde encontrar la paz. Sus instalaciones impresionan, especialmente la piscina interior, y resulta difícil decidirse entre un tratamiento u otro. Una buena opción es apostar por una pedicura del reconocido experto internacional Bastien González para después terminar con una visita a la sala de vapor oriental y una recuperación en el área de relajación. Aire de Sevilla Si alguien sabe de baños, esos eran los griegos y romanos. De ahí sacaron la inspiración este, hoy extenso, grupo de spas urbanos que se originó en Sevilla. Allí, en un edificio histórico reconstruido, se localizó el primer establecimiento que después daría nombre al resto. El edificio se rehabilitó por completo para poder albergar las salas húmedas y las diferentes estancias donde recibir desde un masaje acuático templado a baños de vino o protocolos de Natura Bissé o la orgánica Amy Iyök. Hamman Al Andalus en Córdoba De romanos pasamos a otros expertos, los árabes. Su influencia se deja notar especialmente en la importancia del agua y sus propiedades sanadoras para el cuerpo. El sistema parece demasiado sencillo, pero es tremendamente eficaz, basándose en los contrastes de temperatura para refrescar y estimular la circulación: una sala caliente, otra templada y una fría. Además, puedes completar el ritual con un relajante enjabonamiento con mucha espuma y un masaje exprés. Bliss Spa en el W Hotel de Barcelona De vuelta a la ciudad condal, en el hotel W encontramos el spa de la firma neoyorkina. Zona húmeda, baño de vapor y jacuzzi interior para descongestionar el cuerpo, junto con un menú de tratamientos faciales en los que seguro caerás configuran la apetecible oferta de este centro. ¿Nuestro favorito? El Triple Oxygen, que cuenta con tres aplicaciones diferentes de oxígeno para renovar la piel al completo. Ciabal en Madrid En esta última recomendación nos tomamos una licencia porque el lugar lo merece. Ciabal no es un spa estrictamente hablando, pero sí un centro donde te tratarán con mimo para aplicarte alguno de los tratamientos corporales o faciales que ofrecen. Especializados en aromaterapia y basándose en productos naturales de flores micronizadas y hierbas maceradas, sus protocolos conseguirán refrescar la mente.     Berta Almagro - @bertalmagro