Muchos recuerdos de infancia quedaron atrapados en los productos de belleza que usaron nuestras madres y abuelas. El olor de la laca Nelly, la textura de la crema Nivea o el brillo de la laca de uñas Margaret Astor. Destapar cualquiera de ellos desencadena multitud de experiencias pasadas... Y así sucede también en el momento en que aplicas un producto tan de toda la vida como la pomada. Un cosmético que, gracias al revival de todos los productos vintage, realiza un regreso triunfal para adueñarse de tu neceser impregnándolo de nostalgia.

Publicidad de 1931 en la que se recomienda el uso de la crema Nivea para la protección y cuidado de las manos

Caracterizada por su formulación basada en un componente graso para asegurar la impermeabilidad y la fijación sobre la piel, destaca también sus propiedades curativas que la acercan más a un uso medicinal que cosmético. Así su sensación al usarla es más untuosa, incluso pegajosa, que una crema normal y sus efectos más perceptibles desde la primera aplicación, por lo que solemos acudir a ella en casos en los que necesitamos una ayuda urgente. Ahora más que nunca, en un invierno atípico en el que los cambios de temperatura son extremos y se abusa de la calefacción, la epidermis acusa estas variaciones en forma de sequedad, grietas, irritación y rojeces, resultando de gran utilidad el recurso a esta fórmula clásica de la cosmética. Súmate al movimiento e incorpora la pomada a tu neceser de belleza, sin tener que recurrir al asalto del de tu abuela, con estas nuevas propuestas que actualizan la fórmula sin perder un ápice de su esencia.

Lush Ultrabalm

pomada_lush - vaniad - 2 Una pomada multifunción contenida en una coqueta lata que parte de ceras vegetales para conseguir ese acabado tan característico. Ideal para veganos, no contiene aceites minerales o derivados del petróleo, sólo cera de rosa y candelilla, que crean una barrera protectora sobre la piel, junto con aceite de jojoba, que regula la humedad y nutrición.

Elisabeth Arden Eight Hour Cream

pomada_elisabeth arden - vanidad - 3 La legendaria fórmula creada por la cosmetóloga norteamericana en 1930 ayuda a proteger la epidermis, aliviarla frente a alteraciones y desinflamarla, gracias a su alto contenido en vitamina E. Además, mejora la deshidratación notablemente, por lo que resulta de utilidad en caso de quemaduras, rasguños, rozaduras y demás lesiones en la piel.

Vivencia Skin Care Pomada de Caléndula

pomada_vivencia - vanidad - 4 Desde la Dehesa Vivencia en Extremadura llega este producto con ingredientes procedentes de la agricultura ecológica, como el aceite de caléndula y de lavanda. El primero está recomendado para tratar irritaciones y eczemas, mientras que el segundo calma y regenera la piel, creando un entorno antiséptico apto incluso para los casos más sensibles.

Weleda

pomada_weleda - vanidad - 5 Una pomada con ingredientes 100% naturales y en principio de uso infantil con múltiples aplicaciones en el día a día. A base de caléndula, un anti-inflamatorio natural, constituye un producto indispensable en la recuperación de la piel agredida o irritada. Incluye también óxido de zinc para aislar la zona y absorber el exceso de humedad, creando un film protector que no obstruye los poros.

La Roche Posay Cicaplast Baume B5

pomada_la roche posay - vanidad - 6 Si tu piel te lanza un mensaje de socorro, este producto te permitirá ayudarla. Sobre todo indicada para solventar problemas de sequedad extrema o sensación de quemazón sobre cuerpo, rostro y labios. Contiene extracto de Centella Asiática, cobre, zinc y magnesio, para una acción nutritiva y antibacteriana eficaz.  

Berta Almagro - @bertalmagro

Imágenes: Cortesía de las marcas