Cuando tratamos de analizar nuestra piel nos basamos en si es grasa, mixta o seca, y a partir de ahí comenzamos a comprar productos para conseguir mantenerla perfecta. Lo cierto es que esta decisión es correcta, pero debes tener en cuenta que hay un factor que perjudica a nuestro rostro independientemente del tipo del piel que tengas, se trata de la contaminación. 

Muchas veces el mal aspecto de nuestra cara no tiene nada que ver con el tipo de piel que tenemos, sino que es causa de los factores de la contaminación. Síntomas de envejecimiento, deshidratación, manchas, erupciones o granitos son algunos de los resultados que probablemente tengas debido a los tóxicos o partículas de metales como el azufre. Estos son absorbidos por la piel cambiando el funcionamiento celular y disminuyendo su capacidad para regenerarse. Los rayos UV del sol es algo que debemos controlar muchísimo, ya que crean radicales libres en el organismo que provocan daño celular e incrementan el riesgo de sufrir cáncer. 

Por lo tanto, es hora de hacer frente a la contaminación antes de que sea demasiado tarde y tu piel llegue a un mal estado irreparable. 

Para mantener una piel cuidada es necesario realizar una limpieza en profundidad de 2 a 3 veces diarias en casos extremos. De este modo eliminarás cualquier factor que no deje respirar la piel, y por lo tanto, no le permita realizar su proceso de oxigenación. 

Lipieza profunda

Es necesario que todas las noches cuando llegues a casa utilices un limpiador facial, de este modo eliminarás todos los restos de productos de belleza que has utilizado durante el día. Tras este primer paso es importante seguir con un tónico natural que limpie en profundidad. 

Exfoliante

La exfoliación es súper importante ya que se encarga de eliminar las células muertas de la piel, además de estimular la capa que suele estar expuesta a la contaminación. Aunque es muy bueno para la piel, el abuso de su uso puede alterar el ph de la piel, por ello aconsejamos que sea una vez a la semana. 

Lo ideal es utilizarlo en la ducha, de este modo puedes exfoliar todo tu cuerpo y enjuagarlo posteriormente. Si quieres crear tu propio exfoliante, puedes mezclar dos cucharadas de azúcar con aceite de coco y aplicarlo sobre el cuerpo con  movimientos circulares.

Aumenta el consumo de antioxidantes 

Los alimentos con antioxidantes nos ayudan a frenar la acción de los radicales libres. Muchas marcas de cosméticos los están comenzando a introducir en sus productos. Entre ellos podemos encontrar té verde, ajo y cebolla, frutos rojos, vino tinto o uvas. 

Cremas hidratantes y con protección solar

Hidratar tu piel por la noche cuando vayas a dormir y por la mañana tras tomar tu primera ducha te ayudará a crear una barrera protectora contra la contaminación. Con respecto a la crema solar es algo que tenemos que interiorizar como el lavarnos los dientes o ducharnos. Es una rutina de uso diario, y en épocas de verano es más que obligatorio aplicarla por todo el cuerpo, evitando tomar el sol de 12 a 3 de la tarde.

 

 

John Benítez: @iamjohnbenitez

Imágenes: Giphy y cortesía de la firma.