A veces, encontrar rincones de paz donde desconectar del bullicio de la ciudad, es más difícil que encontrar una aguja en un pajar... pues muchos de los destinos que antes solían ser perfectos para evadirnos de todo, están ya demasiado masificados o llenos de turistas.
Sin embargo, desde Vanidad te revelamos 5 rincones de España menos conocidos (pero no por ello menos bonitos), para que logres tu objetivo y encuentres el clímax del relax este verano. Toma nota ¡y guárdanos el secreto!
1. EL HIERRO: horizontes infinitos
Quizá llegar se hace un poco complicado, pero desde luego, merecerá la pena. Pequeña, sin apenas gente y con paisajes tan variados como volcánicos y verdes, el Hierro, en Santa Cruz de Tenerife, es un destino tranquilo donde disfrutar de la paz del fin del mundo, observar horizontes infinitos y puestas de sol enormemente claras.
Si buscas un destino tranquilo, donde el resto del mundo no exista y con mucho mar, este es tu sitio. Llena de charcos naturales y playas impresionantes, El Hierro promete ser un destino que te haga olvidar el estrés de tu rutina.
Muy recomendable el Charco Azul y el Mirador de la Peña, donde podrás vislumbrar todo El Golfo y cómo se dibuja y desdibuja por la costa, así como el pueblo de Frontera en las montañas.
2. ISLAS CÍES: remanso de paz
¿Paz cerca de la gran ciudad? Es posible y pasa en las Islas Cíes. Enfrente de Vigo se encuentra una pequeña joya del Atlántico no demasiado conocida pero con una increíble belleza: las Cíes.
Así, no es de extrañar que su playa de Rodas haya sido varias veces nominada como una de las mejores del mundo. La increíble belleza de estas islas gallegas se compone a base de aguas claras y heladas, acantilados rocosos y playas de arena blanca.
Llena de rutas, como la del Faro, para disfrutar de las increíbles vistas de la Ria de Vigo o el Océano Atlántico, te animamos a acampar en su increíble camping y disfrutar de unos días de desconexión total en medio de la naturaleza.
3. RIBADESELLA: más al norte
Entre montaña y mar se encuentra Ribadesella, un concejo en pleno mar cantábrico con mucho que decir. En este pequeño pueblo podrás disfrutar de los encantos de la villa así como de su increíble y bonita costa.
Acantilados, pequeñas calas escondidas y un encanto rural sin igual donde verás encantadoras casas solariegas cántabras. Además, podrás descubrir algunas de sus maravillosas cuevas escondidas entre las rocas, como la Cueva de Tito Bustillo, con pinturas prehistóricas y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, o la Cuevona de Cueves.
El precioso enclave en el que se encuentra el pueblo está muy cerca del Rio Sella, por lo que, si puedes, merece la pena hacer una escapada de un día y realizar el descenso del Sella.
4. MONTANEJOS: playas de interior
La serenidad hecha lugar. Un santuario de aguas termales en la Comunidad Valenciana y con un millón de rutas de senderismo para hacer.
Imprescindible, por supuesto, es la Fuente de Los Baños, donde podrás visitar las fuentes de origen natural y disfrutar de las playas de nuestro interior, las cuales se tiñen de verde conformando un pasaje de ensueño.
Otro sitio de interés es la Cueva Negra, otro santuario del neolítico donde viajar al pasado y desconectar del presente. Sin duda, un buen lugar donde escapar de la rutina y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
5. POLLENÇA: Mediterráneo puro
Un destino no tan conocido en las Islas Baleares. Calas cristalinas, cuevas prehistóricas y playas de película, hacen de este lugar un decorado de ensueño, pues en este municipio encontrarás todo lo que buscas...
Indispensable es el mirador de Cala Barques, donde disfrutarás de unas vistas más que pintorescas. También puedes visitar Les Coves de l’Alzinaret, un conjunto de cuevas artificiales de la época pretalayótica final, consideradas uno de los mejores monumentos de su género de la Mediterránea Occidental.
Ahora ya sabes, si buscas un lugar donde desconectar del mundo y aprovechar las maravillas naturales, estos son los rincones patrios que debes apuntar en tu mapa.
Xiana Fernández: @xianafernandezz
Imágenes: Unsplush