Malta es de esos destinos que nos ofrece una gran variedad de atractivos como su arquitectura, su costa, su gastronomía y su historia, que muchas veces pasamos por alto. En definitiva, es uno de esos lugares con encanto a los que hay que ir para comprobar sus maravillas en primera persona.

Nos disponemos a ver qué nos ofrece así que empezamos cogiendo un vuelo de Iberia Express (ya sabemos su puntualidad y amabilidad, así que en en poco más de dos horas estaremos en Malta).

Una vez allí, nos trasladamos a un hotel en Suncrest. Aquí empleamos lo poco que queda de tarde, ya que anochece casi dos horas antes que en España. Aprovechamos para dar un paseo por la costa y empezar a ubicarnos en una ciudad que está compuesta por distintas islas y penínsulas y cuya costa irregular hace que, el hecho de saber donde estas, no sea algo tan sencillo. Vemos la puesta de sol desde el Café del Mar, un sitio emblemático desde que abrió sus puertas, con unas vistas insuperables por encima de su Infinity Pool. Cenamos y nos vamos a dormir (mañana queremos visitar muchos lugares de interés).

Grand Harbour

 

El primero, Birgu, desde donde nos empezamos a hacer una idea de lo intrincado de su orografía para seguir en el Fort St Angelo, prueba monolítica del pasado histórico de esta isla (también con unas vistas sorprendentes). Decidimos poner un poco de agua en nuestro día y cruzamos en una especie de góndola gigante el Grand Harbour, hacia Valleta, una travesía corta pero intensa porque todo lo que vas viendo alrededor tuyo, te deja sin palabras.

Fort St Angelo

 

Una vez allí, comemos en un restaurante excelente mirando, esta vez, hacia el Fort St Angelo. Para pasear la comida, nos acercamos a Casa Rocca Piccola, un palacio del siglo XVI donde todavía vive el propietario con su familia. Y todo esto como aperitivo para visitar la St John's Co-Cathedral. El barroco florido de su interior nos deja sin aliento. Es una de las muestras arquitectónicas del siglo XVII más reseñables y el horror vacui adquiere aquí su verdadera dimensión.

Interior de St John's Co-Cathedral

 

En el mismo recinto, nos acercamos con reverencia a contemplar los dos Caravaggios que el de Merisi pintó para el lugar durante el corto periodo de tiempo que anduvo por estas tierras mientras huía de la justicia italiana. Nos quedamos absortos ante tal belleza, la ejecución del ciaroscuro como nadie más ha conseguido reproducir.

Upper Barrakka Garden

 

Sin palabras, nos acercamos al Upper Barrakka para diluir la intensidad de lo vivido por el ojo, concentrándonos ahora en una extensa panorámica de belleza atemporal.

Mdina

 

Ya por la noche, después de cenar, damos un paseo por Mdina, un lugar que nos transporta a otra época con su renacimiento tardío y la escasa luz de un alumbrado perfectamente adaptado al sitio. Sin duda, necesitamos sedimentar tanta belleza así que nos vamos a descansar de este día tan intenso.

Popeye Village

 

Después del atracón arquitectónico de ayer, hoy vamos a buscar más naturaleza y tranquilidad en la llamada Isla Silenciosa, Gozo. Pasamos por el pueblo de Popeye, un verdadero set de rodaje donde se filmó la película y que, además, resulta de lo más pintoresco de camino al ferry en Cirkewwa.  Él nos llevará a nuestro destino y desde allí, nos dirigiremos a Citadel, una ciudad fortificada que hará las delicias de cualquier enamorado del medievo, con una restauración acertada y muy cuidada. Desde sus murallas, se tiene una visión panorámica de toda la isla y te permite hacerte una idea de los municipios que la conforman. Como vamos teniendo hambre, nos acercamos a comer en Karolina, situada en una cala con encanto que corre el riesgo de perderse si siguen construyendo edificios. De momento, nos deja saborear su auténtico atractivo.

Dwejra

 

Inmediatamente después, nos acercamos a Dwejra Bay para gozar, con tranquilidad, de esta costa rocosa cuya orografía se nos antoja mitológica. Disfrutamos de un paseo y la contemplación del paisaje que es, en sí mismo, el mejor reclamo. La tarde va avanzando ya en Tá Piwu Santuary para finalizar en Ta Mixta Cave. Cerramos así un día de contemplación en contacto con un entorno natural que transmite paz y alegra todos los sentidos.

Mnajdra Temple

 

Nos despertamos 5000 años a.c. en Mnajdra Temples, una serie de monumentos megalíticos que nos transportan a los tiempos más primitivos que se conocen del ser humano. Todos ellos emiten una clara energía que te llega directa desde la albor de los tiempos. Realmente, merece la pena admirar estos lugares que nos hablan de la inteligencia y habilidades de épocas remotas.

Blue Grotto

 

Para este ejercicio de psicoanálisis de especie, nos sumergimos después en un azul sin descripción en unas aguas transparentes como pocas en la Blue Grotto. Nos quedamos completamente hipnotizados así que, en ese trance, cogemos nuestro vuelo de vuelta, dejando atrás una tierra de tesoros tan cercanos que podemos tocarlos con la mano desde nuestro país. Disfrutémoslos.

Carlos Sánchez

Imágenes: Agencia