RMS. El espacio
Ocurre a veces. Ocurre que necesitarías escribir un artículo por entregas para conseguir hacer justicia a las dimensiones o la envergadura del tema que te traes entre manos, y del que pretendes generar una imagen medio fiel. Así ocurre con RMS La Asociación. Haría falta mucho más espacio en blanco para poder tratar con la atención que se merecen, los proyectos que llevan a cabo desde esta agencia que trabaja en el comisariado, la gestión y la producción de propuestas culturales, y que es uno de los principales generadores y dinamizadores del tejido artístico de Madrid, y otros contextos más allá (son parte de la organización del Pabellón Español en la próxima Bienal de Venecia, están tras el comisariado de Entresijos y Gallinejas en el Centre d’ Art Santa Mónica de Barcelona, MADRID-PROCESOS-REDES o Sur le dandysme aujourd´hui en el CGAC, y la coordinación de varias ediciones del concurso internacional de arte público de Madrid Abierto, entre muchas otras cosas). Deberíamos tirar de otra sección para dar cuenta de todas las colaboraciones que han realizado con artistas y demás agentes del mundo de la cultura, y hablar de sus integrantes, Sergio Rubira, Marta de la Torriente y Rocio Gracia Ipiña, y de la actividad que cada uno de ellos individualmente desarrolla.
En esta ocasión, la excusa de una nueva empresa en la que se han embarcado, RMS El Espacio, nos sirve para conocer las ideas tras esta “sala de ensayos”, y para empaparnos de muchas de las cosas palpitantes que suceden alrededor de la órbita RMS.
Dos imágenes del espacio.
EL LUGAR
¿Cuáles fueron los primeros planteamientos que dieron origen a este nuevo proyecto?
La idea de abrir nuestro espacio -literalmente, dejar abierta la puerta de casa, dejar entrar al desconocido… aunque, por desgracia, nunca tanto- surge para poder negarnos a nosotros mismos o para corregir una afirmación tan rotunda como ingenua. Cuando empezamos a trabajar juntos decidimos no encerrarnos en un lugar para poder ser volantes y volátiles, sin paredes ni límites; diez años después hemos abierto nuestra oficina porque intuimos que podemos ser tan leves o plomos como queramos, o pretendamos, aquí -en un salón con cocina de 40 metros cuadrados- o en la Galería de Apolo del Louvre. Así que, mientras nos invitan a preparar un proyecto con los frescos de Le Brun, tenemos un espacio para probar cosas, invitar a gente y compartirlo.
El Espacio nos sirve para trabajar a un ritmo y con unas condiciones más flexibles, con unos invitados y para un público “familiar”, casi doméstico, y además seguir trabajando en espacios institucionales con otros formatos, otras ventajas, otra proyección y otros públicos. Un formato no anula al otro, nos gustan e interesan ambos y creemos que algunas cosas de las que aprendamos aquí las podremos traspasar o adaptar, dependiendo del proyecto.
¿Hay algún otro espacio o proyecto similar con el que compartáis similitudes e intereses?
Lo que compartimos con el resto de los espacios es “estar” (ser es demasiado): desear algo, querer que suceda y… hacerlo “con estas manitas y mi tricotosa”. Sin pretensiones, para uno mismo y luego, si a alguien más le gusta, felices. Como espacio nosotros somos unos recién llegados, no hemos tenido relación, pero hemos hecho cosas en o con Off Limits, Cruce o Liquidación Total; seguimos lo que hacen en La Enana Marrón, Tabacalera, Rampa y Espacio Menos Uno; conocimos La Dinamo, el Ojo Atómico, 29 enchufes o Garaje Pemasa… En Madrid, aunque a veces no lo parezca, siempre hemos ido a mejor incrementando espacios institucionales de perfiles muy distintos (desde hace diez años se han sumado La Casa Encendida, Matadero, MediaLab, Intermediae…) e “independientes”, que siempre tienen un número similar porque cuando se ha cerrado un espacio al poco ha abierto otro.
¿Echáis en falta algún tipo de propuesta o creéis que hay alguna carencia de nuevos espacios independientes en la ciudad?
No echamos de menos nada y al mismo tiempo todo: cualquier propuesta nueva que abra será la posibilidad de otra forma de contar y de mirar, pero creemos que este tipo de propuestas deben surgir de una necesidad, cualquiera sirve pero sobre todo si es personal.
Resulta muy interesante vuestro breve “manifiesto” de presentación, la idea de sala de ensayos, de laboratorio en el que se trabaja a partir de la prueba y el error… ¿cómo se maneja o como se construye con el error desde vuestro proyecto?
Siempre hemos trabajado así, de las fallas, carencias y errores de un proyecto ha surgido el siguiente y luego otro… El Espacio nos permite además introducir cierto grado de indefinición y contradicción como parte esencial en la forma de ejecutarlo, jugando con muchas posibilidades para terminar llegando, probablemente, al punto de partida. Los artistas con los que estamos trabajando esto lo han entendido muy bien: Mitsuo parasitó nuestra cocina con una instalación que no lo era y que no paró de crecer hasta el día del desmontaje. Es como coser en hilván: con cada puntada parece que llevas la cosa un paso más… para luego volver: en el fondo llevamos diez años hablando de lo mismo, rehaciendo cada planteamiento desde uno anterior, refraseando el mismo lema… probablemente girando alrededor de nosotros mismos, pero ¿quién dijo que tuviéramos que llegar a algún sitio?
Entender la contradicción dentro de una operativa de trabajo es, como dijera aquél, una forma como otras de tener, como mínimo, dos versiones de un mismo tema: nosotros mismos.
También se remarca la idea del debate, la discusión y el intercambio. Y la intención de generar propuestas “que supongan una reflexión sobre el propio medio artístico”. ¿Podríais hablar de cómo se han desarrollado estos puntos y cómo os gustaría que esto se llevase a cabo?
Somos historiadores del arte, cuentahistorias y tragahistoria y también somos hijos de nuestro tiempo, así que las comidas siempre se aliñan con los paraqués y los desdedondes. Y cuando uno es consciente de que gira entorno a su ombligo el intercambio es una necesidad. A veces sólo por meter varias peonzas en la misma caja de zapatos y ver qué nuevos rumbos toman entrechocando.
Algunos proyectos, como el Impossible Show, llevan implícitos estos formatos: tratan sobre nuestro medio esencial de formalización y difusión (reflexionar sobre las posibilidades del medio expositivo a partir de sus imposibilidades y a través de canales de difusión o mediación habituales: nota de prensa, audioguía, conferencia…). Esto nos permite, además de multiplicar a través de otros versiones de nosotros mismos que ni siquiera intuíamos, conocer a mucha más gente, o conocer lo que piensan y cómo, y a lo mejor, quién sabe, que se conozcan entre ellos multiplicando posibilidades que exceden a nuestras propias pretensiones y posibilidades.
Durante unos talleres sobre centros de arte, una amiga proponía que en lugar de evaluar el éxito cuantitativamente (público, impactos de prensa…) se contemplara la posibilidad de medirlo por reverberación: ¿a dónde llegan las ondas de una piedra tirada en un estanque? Para cuando lleguen a la orilla, si llega, la piedra estará ya en el fondo, pero somos pedruscos soñadores…
¿Qué importancia tiene el lugar en el que está inscrito el proyecto? ¿Por qué Las Ventas?
Ninguna. Podríamos estar en cualquier lado, Las Ventas ha sido circunstancial: nos gustó el espacio, nos gustaba el barrio y nos gustaron los vecinos. Además no es zona hora.
¿Cómo ha sido la acogida? ¿Qué balance hacéis de la andadura del espacio hasta ahora? ¿Ha habido algo que no esperarais?
Estamos sorprendidos –agradecidos y emocionados- de la buena acogida. Los amigos, la novedad y los artículos en prensa nos han traído mucho público (mucho para los parámetros de un espacio de este tipo, fuera de circuito)… ahora nos toca mantenerlo con buenas propuestas.
¿Cómo se sostiene económicamente RMS El Espacio?
Básicamente con la bolsa de RMS La Asociación como agencia de producción de arte contemporáneo (además de comisariar -Sur le Dandysme aujourdui…, en el CGAC, Centro Galego de Arte Contemporánea, Santiago de Compostela (2010)- realizamos programas didácticos y de mediación - VIDA 11.0, Fundación Telefónica, 2009 u ON SITE: Arquitectura en España Hoy, producida por el MOMA, Nueva York. Pabellón Villanueva, Jardín Botánico, Madrid (2008); hemos coordinado y producido las seis ediciones de Madrid Abierto (2002-2010) y hacemos comunicación especializada –actualmente la del Pabellón español de la próxima Biennale di Venezia).
Para algunos proyectos de RMS El Espacio contamos con subvenciones o ayudas de instituciones públicas (Impossible Show tiene una ayuda del Ministerio de Cultura), pero los proyectos tienen lugar principalmente gracias a la generosidad de los que participan en cada propuesta.
Imágenes de la exposición de Dora García, "Impossible show".
LOS PROYECTOS
¿Qué había detrás de la idea de abrir las puertas del espacio con Mitsuo Miura?
Nosotros nos conocimos como becarios en la Galeria&Ediciones Gingko a finales de los años noventa, uno de cuyos socios era Mitsuo Miura y, aquí viene un hilván, queríamos recomenzar por el principio... Mitsuo es un artista que nos interesa mucho, del que hemos aprendido y seguimos aprendiendo, también o sobre todo por sus infinitivos y silencios, que entiende su trabajo, como decía ese otro aquel, como “apropiación de destino, ganancia definitiva de la vida y el mundo (…) Pero sólo para trazar el rastro de nuestro paso fugaz”. Ha sido un lujo empezar con él, ha supuesto un statement tan rotundo como leve o mejor dicho rotundamente leve y sonriente.
Tras Mitsuo llegó Dora con su Impossible Show…
Impossible Show surge sobre la posibilidad, sobre las infinitas posibilidades. Quizá ese doble sesgo de RMS como agencia de producción nos haya convertido en unos posibilistas convencidos, o a lo mejor ya lo éramos. La centésima obra imposible de Dora García, que se incluye en el proyecto, niega la imposibilidad y por ello, además de por las otras noventa y nueve, nos sirve de punto de partida.
Plantear, plantearse, limitaciones supone buscar cómo superarlas o subvertir los planteamientos para salirte con la tuya. Las limitaciones, los pies forzados, los espacios complicados, las dificultades de producción deben formar parte del discurso de la exposición, el medio es el mensaje y sus infinitas posibilidades nacen también de cualquier restricción.
Y en ese camino han aparecido los fantasmas y los compañeros de viaje de cada uno ya que es también un ejercicio de puesta en cuestión de prioridades. Desde “production of contemporary activities” (pas, formado por el comisario Vít Havránek y los artistas Jiří Skála y Tomáš Vaněk) se ha planteado la posibilidad de un espacio sin restricciones y han decidido autocensurarse. Impossible Show seguirá creciendo, es un proyecto que acaba de empezar. Donde terminará y cual será su colofón es algo que ahora no podemos adivinar ya que nos quedan muchas restricciones por explorar.
Varias imágenes más del espacio intervenido.
EL FUTURO
¿Podríais adelantarnos los planes y actividades que están por venir?
En febrero hemos realizamos un proyecto con Taxio Ardanaz, un artista con el que ya trabajamos en Entornos próximos en Artium (junto a Daniel Eguskiza), donde nos quedamos con ganas de más… En abril, junto a Maribel López de The Office, hemos propuesto una librería para el programa A tres bandas de Virginia Torrente. En ambos casos desarrollaremos talleres, conferencias, conciertos… ¡no cambien de canal!
¿Algún proyecto utópico qué tengáis en mente?
¿No lo son todos?... Nos gustaría crecer diez centímetros sin tacones… bueno, sólo a algunos de nosotros.
Por Maialen A.C.
RMS, EL ESPACIO. C/ ANTONIO PIRALA, 17. 28017 - MADRID
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