¿Quieres más razones? Allá vamos...Soltera y sin hijos Samantha fue la única de las cuatro chicas que terminó en la última película soltera y sin hijos. Nos alegramos un montón de que Carrie se casara por fin con el cansino de Big, de que Miranda fuese feliz para siempre con Steve y que Charlotte por fin fuese mamá pero necesitábamos también un ejemplo de que estar soltera y sin hijos a los 52 años no es ningún drama sino una elección tan válida y disfrutable como cualquier otra y ahí está Samantha Jones para demostrarlo. Samantha es try-sexual Samantha Jones es uno de los pocos personajes en televisión (cine, literatura…) que disfrutan de su sexualidad de una manera libre y desinhibida. Se acuesta con todos los hombres que le apetece, no tiene problema en hablar de ello y no siente ni pizca de culpa ante su larga lista de conquistas… ¡Y eso es fenomenal! Si Mick Jagger puede acostarse con 4000 mujeres, ¿por qué debería avergonzarse ella? En las propias palabras de Samantha, ella es “try-sexual”, lo prueba todo como mínimo una vez. Buena filosofía de vida. Deja claro lo que quiere de una relación No hay nada peor que andarse con rodeos, en todas la situaciones, pero cuando se trata de relaciones, aún peor. Si las cosas no quedan claras desde el principio siempre hay malentendidos: uno se pensaba que estaban saliendo y el otro, que era solo follamigos. Con Samantha esto no podría pasar ya que siempre dejaba bien claro que ella lo que quería era sexo. Si llegaba a repetir, repetir y repetir con alguno, es que había algo más. Fácil y sencillo. Sale con todo tipo de hombres Samantha Jones no está buscando su príncipe azul ni un caballero andante que la rescate. Tampoco espera que cada ligue sea el hombre de su vida y esto lo hace todo mucho más fácil a la hora de ligar. Ella lo que quiere es divertirse con buen sexo y, por eso, le da igual si es un señor 10 años mayor que ella o un yogurín que nació cuando ella tenía 20 años; ella nunca se siente mal ni por una cosa ni por la otra ¡Fuera los complejos! Elige el estado de sus relaciones Si quiere sólo sexo eso es precisamente lo que tendrá. Sin embargo, en raras ocasiones llega a enamorarse (Chivon, Richard, Smith…) y decide tirarse de cabeza a la piscina de las relaciones. Lo que está claro es que Sam no vive su vida en una eterna búsqueda del marido ideal y que si está con alguien es porque realmente la hace feliz. Tener pareja no es su objetivo final y no le quita el sueño estar soltera. ¿Por qué no puede todo el mundo ser así? Es segura de sí misma Nos encontramos ante una mujer a la que le importa cero lo que la ciudad entera de Nueva York pueda decir de ella y así lo demuestra durante toda la serie. Samantha no tiene un cuerpo perfecto ni 20 años pero (lo más importante) se quiere a sí misma. Un montón. Las críticas le entran por una oreja y le salen por la otra y no tiene demasiado miedo al rechazo. De hecho, para ella, las rupturas no son más que nuevos principios. Quizás deberíamos aprender… Es directa y dice las cosas a la cara Carrie, Charlotte y Miranda podían estar tranquilas porque sabían que nunca iban a recibir una puñalada trapera por parte de Samantha. Si había algo que decir, por doloroso o incómodo que fuese, Sam se lo diría a la cara sin problemas. ¿Un mundo libre de puñaladas por la espalda? Sí, por favor. Samantha dirige su propia empresa A pesar de provenir de una familia de clase trabajadora, Sam ha logrado levantar su propia empresa y ser su propia jefa. Una compañía de relaciones pública en la alta sociedad de Nueva York es algo digno de admirar. Y es que nuestra chica no se dedica sólo a ir de cama en cama sino que también ha tenido tiempo de trabajar duro para crear su propio imperio. Nunca ha tenido problemas con su edad Sabemos que Samantha Jones es la más mayor de las cuatro amigas. Incluso en la primera película celebran su 50 cumpleaños. Para ella, la edad no es impedimento para nada: ni para ligar más que nadie, ni para salir de copas día sí, día también, ni para vestirse sexy. Definitivamente, tenemos mucho que aprender de Sam Jones… Es una gran amiga Una de las principales razones por las que Samantha es el mejor personaje de Sexo en Nueva York es por ser la mejor de las amigas. Sam es leal y nunca juzga, ni siquiera cuando Carrie le pone los cuernos al buenorro de Aidan con Big (y Samantha sabe que le romperá el corazón OTRA VEZ). En su lista de momentos top, tenemos también el día en que le cede una cita de meses en la peluquería a Miranda, que recientemente acaba de ser mamá, y se queda de canguro a pesar de odiar a los niños y a las madres en general. Si eso no es ser buena amiga… Iba de fiesta al Studio 54 Este dato revelado durante la serie ya sube su nivel de cool hasta el máximo. Samantha Jones está ahí entre grandes nombres como Mick y Bianca Jagger, Andy Warhol, David Bowie y Diana Vreeland. No hace falta decir nada más. Siempre pone la mejor cara al mal tiempo En seis temporadas de Sexo en Nueva York y dos películas, a Samantha Jones le pasó prácticamente de todo: le rompieron el corazón, tuvo que cambiar de casa, hacerse pruebas de enfermedades de transmisión sexual e incluso en la última temporada se enfrentó a un cáncer de mama. Sin embargo, nada de esto consiguió quitarle las ganas de seguir disfrutando de la vida como solo ella sabe hacerlo. Agnes Deer - @agnesdeer
Por qué Samantha siempre fue la mejor de Sexo en Nueva York
Una mujer de armas tomar que realmente siempre encarnó el espíritu de una chica "Sexo en Nueva York"
Las chicas de Sexo en Nueva York fueron, a principios de los 2000, un poco como las Spice Girls para treintañeras: cada una del grupo de amigas se identificaba con una de las protagonistas de la serie.
Estaba Miranda, práctica y cínica; la romántica y conservadora Charlotte; la insufrible Carrie (¡lo siento!) y, finalmente, nuestra querida Samantha, una mujer de armas tomar que realmente siempre encarnó el espíritu de una chica “Sex and the City”: independiente, fuerte, atractiva y segura de sí misma.