Conserva tu rutina
Lo sé, no suena nada divertido ni emocionante. Ni tan solo parece coherente con tu actual estado de enamoramiento total. Aspirar la casa, poner lavadoras, lavar platos y fregar los baños es lo último que te apetece ahora mismo pero es necesario que haya cierto orden dentro de las cuatro paredes de tu casa para conservar tu equilibrio vital. Está muy bien que tu vida esté patas arriba pero no literalmente (con tu corazón basta).
Cuidado con los gastos
Cuando nos enamoramos perdemos (literalmente) el mundo de vista. Querrás gastar en un montón de cosas: ropa nueva, lencería sexy, depilación, manicura, peluquería, cenas románticas, escapadas improvisadas, regalos sorpresa, conciertos, noches de cine… La lista es interminable. Dejar tu cuenta corriente a cero parece lo más lógico para mantener el ritmo del amor pero te avisamos que no quieres una factura kilométrica de tarjeta de crédito a final de mes. Y ya sabes lo que dicen: el amor no se compra con dinero.
Ni se te ocurra tener sexo sin protección
En serio. Ni de broma. Que la gente no lleva escrito en la frente si tiene una ETS y nos puede pasar a todos. Está genial que confíes en tu pareja pero no tomes decisiones precipitadas. Si la relación avanza, siempre tendréis tiempo a haceros un chequeo para descartar enfermedades (y tratarlas si es necesario) y tener sexo con más tranquilidad. Y no solo están las ETS, quizás tampoco es el momento de tener hijos con alguien que acabas de conocer. Sacar un preservativo puede ser un corte de rollo pero totalmente necesario.
No descuides tu trabajo
Empezar con alguien aumenta las posibilidades de salir hasta tarde por la noche aunque sea un día laborable. Vais al cine, unas copas, terminas durmiendo fuera de casa… ¡Cuidado con llegar tarde y con la ropa del día anterior o rendir menos! No dejes que tu nueva relación afecte a tu carrera profesional (por la que seguro has trabajado duro). La emoción de los primeros días-semanas-meses acaba pasando pero tu sueldo a final de mes siempre estará ahí si cumples con tu deber.
No intentes cambiar a la otra persona
En un principio solo verás cosas buenas pero pasados unos meses empezarás a surgir defectos. No hace falta que nos pongamos dramáticos pero presta atención a las cosas que no te gustan y como de tolerables son para ti. En ningún momento contemples la idea de cambiar a la persona de la que te has enamorado. Si tu chico es un desordenado o tu chica se despierta siempre pasadas las 12 del mediodía, difícilmente les vas a cambiar. El amor es aceptar a las personas tal y como son (incluso quererles a pesar de las cosas que no nos gustan).
No te olvides de tus amigos
Esta tendría que estar prohibida y multada por el código penal. Todos, todos, todos podemos pensar en ESA amiga que desapareció del mapa porque se echó novio y volvió a aparecer cuando lo dejaron. Esperamos que haya aprendido la lección. No seas tú esa persona. Tus mejores amigos llevan años a tu lado desde que ibais al colegio juntos. Han estado en lo bueno y en lo malo, han conocido a todas tus novias anteriores y han aguantado vuestras rupturas (y tus interminables llamadas para desahogarte) y lo han hecho sin juzgarte. Tu grupo de amigos puede parecer menos importante cuando tienes a una alma gemela para tu plan de sofá-peli-manta pero una vez haya pasado la novedad del momento, tus amigos son lo primero. Demuéstrales que te importan.
No te conviertas en stalker
Y por stalker queremos decir en una espía de las redes sociales. Dale un respiro al Whatsapp y no te dediques a chequear su Instagram, Facebook y Snapchat para ver que está haciendo cuando no estás con él. Relájate y empieza comunicarte por teléfono y mensajes para quedar en vuestra próxima cita. Olvidándote de las redes sociales no solo no pierdes el tiempo sino que también evitarás volverte loca inventando teorías pegada a tu teléfono.
No te dejes llevar por los celos
Este es el siguiente paso. Sabemos que te pasarías el día con tu novia y que hace tan poco que salís juntos que todo el tiempo te parece poco. Sin embargo, recuerda que es normal que los dos tengáis una vida aparte. Ella también tiene amigas y amigos con los que querrá salir. Sí, incluso sin ti. Y no pasa nada. Que tú no estés, no quiere decir que se vaya a ir con otro o que te quiera menos. Aprovecha tu tiempo para ti y construid una relación sana y de confianza.
Agnes Deer - @AgnesDeer