Cracovia
Si existe una ciudad que invita a pasear por sus calles iluminadas en Navidad, esa es Cracovia. La antigua capital de Polonia es uno de los enclaves más bonitos de Centroeuropa. Todo en ella parece recién salido de un cuento de príncipes y princesas. Su centro histórico, uno de los más antiguos del continente, está repleto de pequeñas joyas que muestran su mejor cara durante estas fechas, como la Plaza del Mercado, la basílica gótica de Santa María o el castillo de Wawel. La oferta gastronómica de Cracovia incluye desde cervezas calientes –variante regional del famoso vino caliente- hasta sopas de remolacha pasando por el goulasch y los dulces tradicionales. En este puente, además, la ciudad monta un gigantesco mercado navideño y despliega elaborados belenes por cada rincón. El souvenir perfecto seguramente lo encontrarás aquí.
Toscana
El área de Florencia, Siena, Arezzo y San Gimignano es idílica en cualquier momento del año. En Navidad, los belenes vivientes animan la más recóndita de las plazas de la toscana. Aprovecha para deleitarte con su fantástica gastronomía. Ríndete a sus deliciosos platos de pasta fresca y apuesta por menús que incluyan productos de temporada de la región –como la trufa blanca o los boletus-, así como por sus tradicionales panettone navideños. También puedes aprovechar la escapada para disfrutar del esquí en las cercanas estaciones de Abetone y Monte Amiata.
Marrakech
Por su exotismo, cercanía –está a menos de dos horas de avión de la península- y buen clima durante el invierno, Marruecos es un destino navideño muy apetecible. Escápate al desierto y refúgiate en una haima, al más puro estilo bereber. Marrakech conserva ese encanto especial que trasporta al visitante a historias de Las mil y una noches. Los sonidos de la música nocturna, el olor a especias… Compra regalos en el zoco de la ciudad, disfruta de un rico té en alguna de las terrazas de la Plaza de Jemma el-Fna y visita las curtiderías.
Bolonia
Un destino europeo muy de moda, y perfectamente conectado gracias a diversas compañías de vuelos low cost. Bolonia resulta la escapada de puente ideal para quienes buscan tanto cultura como fiesta, ya que la capital de la región de Emilia-Romagna va bien servida en espíritu universitario. Es protestona, vital y manejable, joven y vieja a la vez. Un fin de semana allí pasa por hacerse kilómetros bajo sus famosos soportales, entrar en todas las iglesias posibles, mirar varias veces por Le Due Torri y decir que sí a todo aperitivo –o copa- posible. En estas fechas, abundan los mercados. En la Piazza Maggiore están los más pintorescos. La Pinacoteca Nacional de Bolonia es uno de los museos italianos “de provincias” más importantes, especialmente relevante por su colección de pintura de los Carracci.
Toulouse
El mejor lugar para empezar tu visita exprés a Toulouse es la plaza del Capitolio, donde están algunas de las construcciones más bonitas de la ciudad. En Navidad, docenas de casetas la recorren de punta a punta, para deleite de la vista y del paladar. Entra, y pica algo, en Au Père Louis, una auténtica institución tolosana donde es típica la quina, una bebida alcohólica muy popular, y gasta algo de tiempo en el museo Les Abattoirs, importantísimo. Esta es una ciudad para recorrer a pie, definitivamente, en la que perderse por sus calles. Toulouse es fácil de disfrutar sin estrés, perfecta para romper con la rutina.Redacción Vanidad – @vanidad Imágenes: Pinterest
