Con la llegada de las fiestas navideñas comenzamos a dividirnos en dos bandos: los que aman la Navidad y los que la odian. Lo cierto es que aproximadamente un 10% de la población se sitúa en el segundo grupo. La buena noticia es que la mayoría de la gente disfruta el espíritu navideño que ya se respira por las calles. espiritu_navideno_4 Los niños también tienen mucho que decir en este tema. Y es que cuando hay pequeños en la familia nuestra emoción aumenta al ver su ilusión e inocencia. Queremos que disfruten las navidades y que no les falte de nada. Que vivan las cenas en familia, la ilusión por ver a los Reyes Magos, los nervios para dormir la noche de Reyes... Esa etapa que recordamos con nostalgia y que ojalá volviésemos a vivir. Además de todos estos motivos para amar la Navidad, aún hay más. ¿No lo crees? Pues atención porque la razón más poderosa nos la ha dado la ciencia. En concreto un pequeño estudio llevado a cabo por la Universidad de Copenhague, Dinamarca. El objetivo principal era encontrar evidencia de que en el cerebro tenemos cierto espíritu navideño (aunque digamos lo contrario). espiritu_navideno_giphy Para ello se tuvo en cuenta a 20 participantes totalmente sanos de Copenhague. La mitad de ellos celebraban la Navidad mientras que la otra mitad no tenía tradiciones navideñas. Antes de comenzar la prueba simplemente se les preguntó si celebraban la Navidad y sus sentimientos sobre este momento del año. A la vez que se les hacía un escáner cerebral, los participantes veían varias imágenes en series de 6 con motivos navideños y 6 que no tenían. espiritu_navideno_1

Y la razón científica es...

El estudio concluyó en lo que esperábamos. Tenemos algo así como una "red de espíritu navideño" en el cerebro que se activa más en los amantes de la Navidad. Pero con esto no queremos decir que solo lo tengan los que ya han comenzado a cantar I all want for Christmas. La respuesta fue similar en ambos grupos lo que significa que quizás esa pequeña parte de la población en realidad no odie tanto estas fiestas como ellos creían. Hasta el momento no había una relación clara entre el espíritu navideño, que algunos tienen más desarrollado, y nuestro cerebro. No sabíamos en qué lugar se ubicaba, simplemente que lo percibíamos como una sensación agradable. Pero ahora por fin podemos decir que nuestro espíritu navideño tiene una explicación científica. Es la excusa perfecta que tanto habíamos esperado. Estamos listos para llenar la casa de guirnaldas, estrellas y demás adornos navideños que nos alegrarán la llegada a casa durante el próximo mes. espiritu_navideno_2 Después de haber recibido esta noticia ya nadie podrá arruinar nuestro día cuando luzcamos uno de esos maravillosos jerséis navideños. De hecho ya estamos pensando en comprarnos alguno más. Ahora que es normal sentir este espíritu navideño, ya tenemos una razón más para amar un poco más si cabe estas fechas. Sin olvidarnos de darle las gracias a los científicos. Esos que emplean su tiempo y esfuerzo en hacernos un poco más felices con noticias como esta.

 

 

 

Lucía Pandiella@luciapandiella Imágenes: archivo y giphy