Llevas una alimentación equilibrada, te cepillas los dientes un mínimo de tres veces al día y, sin embargo, parece que tu esmalte no deja de oscurecer. Según explica la doctora Marta Peydro, de Clínica Peydro, es algo normal y es que la pérdida del tono blanco en los dientes se debe a multitud de factores. "La mala higiene dental, con depósitos de placa bacteriana actuando sobre la superficie del esmalte, el bruxismo y rechinamiento dental, que van desgastando el esmalte, la dentina o, simplemente, el envejecimiento" son algunas de las causas que, en palabras de la especialista, provocan la pérdida del tono blanco de los dientes.

Además, a medida que van pasando los años, los pigmentos presentes en la comida, la bebida y otros elementos como los compuestos del tabaco, se van depositando en la dentina y, progresivamente, van oscureciendo el tono del diente. Por lo que, el blanqueamiento es, en estos casos, una técnica eficaz, segura e inmediata para conseguir una sonrisa más blanca y más bonita.

Técnicas de blanqueamiento

Según afirma la doctora, existen dos técnicas de blanqueamiento dental: por un lado el blanqueamiento en consulta, que se realiza con un producto blanqueador (quimioactivado o activado mediante luz) de muy alta concentración y, por otro, el tratamiento domiciliario, en el que se confeccionan unas férulas individualizadas para cada paciente en cuyo interior se introduce un producto blanqueador de baja concentración.

Ambas opciones son igualmente efectivas aunque para la doctora "lo importante es diagnosticar la causa de oscurecimiento dental y elegir la técnica más adecuada para cada paciente, ya que no podemos seleccionar la misma técnica o concentración de producto blanqueador para un paciente que presenta oscurecimiento dental por hábitos alimenticios, que para otro con, por ejemplo, tinción dental provocada por una medicación". Además, afirma que es vital "tener en cuenta aspectos como la edad del paciente y sus hábitos de vida para seleccionar el tipo de tratamiento, de agente blanqueador y de concentración del producto utilizado que conseguirán el mejor resultado".

Mitos sobre el blanqueamiento: ni tiene efectos secundarias, ni daña el esmalte

Es habitual escuchar que tras la realización del blanqueamiento, la sensibilidad dental aumenta pero, según señala la doctora, "se trata de una sensibilidad transitoria que una vez finalizado el proceso siempre, desaparece". Además, Peydro añade que este hecho no se da en todos los pacientes y que para la mayoría de ellos, es prácticamente imperceptible.

La experta en odontología señala que es un mito creer que las técnicas de blanqueamiento dental dañan el esmalte, algo que según ella no sucede si "el blanqueamiento lo realiza un odontólogo experto en la técnica adecuada y con los agentes blanqueadores adecuados".

Una duración de 3 a 5 años

Cuando el tratamiento de blanqueamiento dental está perfectamente realizado, se consigue eliminar completamente las moléculas complejas de pigmento que han oscurecido el esmalte y la dentina. Tal y como recuerda Peydro, "los estudios científicos describen que para que estas moléculas de colorante se vuelvan a reorganizar y el diente se vuelva a oscurecer, pueden pasar de tres a cinco años" aunque añade que "es importante destacar que si el paciente sigue un protocolo muy sencillo de mantenimiento, se puede conseguir que el blanqueamiento dental dure para toda la vida".

Los remedios caseros no funcionan y los pastas dentífricas tienen efectos muy limitados

Sobre la efectividad de los remedios caseros, la doctora es contundente: "no existen remedios caseros efectivos para el blanqueamiento dental ya que no existe nada que pueda penetrar en el interior del diente y disolver los colorantes que han teñido la dentina y el esmalte". También se muestra escéptica en relación a las pastas blanqueadoras que se venden en farmacias y en grandes superficies ya que según argumenta "no presentan en su composición agentes de blanqueamiento dental o, si los presentan, lo hacen en una concentración mínima en base a la legislación europea".

Según reconoce la doctora, lo que presentan estos productos "son diferentes tipos de limpiadores y otros compuestos que ayudan a que la superficie externa del diente esté más limpia, pero no blanquean el tono del diente". Un planteamiento que se hace extensible a todos los productos que se están haciendo virales en Internet: "por imperativo legal, la cantidad de agente blanqueador que pueden llevar en su composición estos productos es mínima, por lo que la efectividad de los mismos es muy limitada" según señala.

Ya lo ves, si quieres tener unos dientes totalmente blancos, haz caso a tu dentista...

Bruno Fabra: @brunofabra

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