No te lo puedes perder: Daughter
Este viernes pasa por Madrid uno de los grupos del año: Daughter. Pero… ¿por qué no deberías pensar que se trata de un hype como cualquier otro?
Como ya os avisamos aquí, esta temporada había que seguirles la pista. Si bien cada año salen unas cuantas bandas que, de tanto insistirnos por todos los flancos que son “lo más”, acaban por darnos puritísima pereza, cierto es que, hasta en eso, deben cometerse excepciones. De vez en cuando merece la pena rescatar ciertos ejemplos a los que, siendo justos, el denostado término “hype”, se les queda algo corto.
Es el caso de Daughter, banda inglesa que nos visita esta semana y que levanta polvorín en foros y prensa especializada. Injustamente catalogados a la sombra de nombres demasiado recientes como The XX –aunque, honestamente, no sepamos seguro si esto les hace poco o mucho favor- pero que recuerdan más a referencias como Cocteau Twins (con quien comparten sello) o a la parte más reposada de My Brightest Diamond; y sumidos en la más bella de las tristezas posible, el proyecto de Elena Tonra (ahora en formato trío, aunque prevalezca el carácter completamente personal de esta) presentará en Joy Eslava las canciones del, hasta el momento, su primer larga duración. “If You Leave” es un disco hondo, depresivo, pero sumamente bello. Lo que Daughter busca no es que a cualquiera se le pongan los pelos como escarpias mediante melodías “fácilmente emocionables”, sino que, aunque puede que cueste algo más entrar, si lo haces, sea para describir una caída sin red en toda regla. Hablando claro, como te sientas identificado… sentimos comunicarte que estás perdido.
En cualquier caso, el ejercicio que hacen los ingleses a lo largo de la decena de temas de este álbum de debut es elegante, etéreo, y en ciertos momentos, atemporal, así como, a priori, falto de pretensiones, y, aunque solo sea por eso, digno de una oportunidad por parte del oyente. Sumado a una puesta en escena delicada y una voz como sacada de una realidad paralela donde todo el mundo es débil y quebradizo, el resultado es un grupo que bien merecen que se les preste la debida atención.
María Bernal