“Nací en una isla, siempre de gira, música y poesía”. Así se define Diego Ojeda en su perfil de Twitter. Que nació en una isla -concretamente en Gran Canaria- se le nota en su acento dulce. De sus poemas, todo lo que te podamos decir se queda (muy) corto, así que lo mejor es que lo vayas descubriendo tú mismo. Por lo pronto, nosotros queremos empezar el año charlando con él de las cosas que le motivan, amigos a los que admira y, ¡su afición a escribir en los aviones!
Diego Ojeda Diego Ojeda
¿Qué te hizo empezar a escribir poemas? Fundamentalmente mi amistad con Marwan -cantautor y escritor-, que me contagió el gusanillo por la poesía. Era algo en lo que ya me había interesado, pero nunca con tanto énfasis. Empezaste a escribir canciones mucho antes que poesía, ¿cuál dirías que es la mayor diferencia entre ambas? En las canciones estoy mucho más limitado, por la rima, la melodía y porque tengo que transmitir un mensaje en tres o cuatro minutos. Con la poesía me siento más libre, porque apenas escribo poemas rimados y puedo hacer lo mismo uno de dos versos que uno de cuatro páginas. ¿Recuerdas tu primer poema? Sí, se titula “Aquella tarde”. ¿En qué momento decidiste compartir tus poemas en el blog y las redes sociales? Empecé a compartirlos precisamente porque me animó Marwan. Publiqué mi primer poema en Facebook y a la gente le gustó, tuvo muchos comentarios, muchos likes. Eso me motivó para seguir escribiendo, y hasta hoy. ¿Qué cosas te inspiran dentro del mundo 2.0? Sigo a poetas y escritores a los que admiro y que siempre me influyen de alguna forma, pero reconozco que soy más de libros que de blogs, soy muy clásico en ese sentido. Un poema propio favorito. “Aquella tarde”, al que le tengo mucho cariño por ser el primero, y “Confesiones” -el poema que abre mi libro-, porque creo que es un buen resumen de tres años de mi vida. ¿Y uno ajeno? Hay muchos poemas que me encantan, no podría decir solo uno. Cualquiera de Pedro Andreu o Carlos Salem, por ejemplo. Dos libros que te han marcado. “Anatomía de un ángel hembra”, de Pedro Andreu -supuso un antes y un después en mi vida poética-, y “La insoportable levedad del ser”, de Milan Kundera. ¿Con quién te encantaría compartir una tarde recitando? He tenido la suerte de compartir recitales con casi todos los poetas a los que admiro -y que además son amigos-, pero me encantaría recitar junto a Benjamín Prado o García Montero. Tu libro se titula “A pesar de los aviones” porque todos los poemas están escritos en las alturas, ¿a qué se debe? A que, como viajo con frecuencia y me dan mucho miedo los aviones, escribir es la única manera que encuentro de relajarme. Y, además, me ocurre algo en los aviones que no me ocurre en ningún otro sitio, aunque ahora intento ponerlo en práctica también en mi casa, y es que no tengo nada que me distraiga, es como si se detuviera el tiempo. Entonces el mejor sitio para escribir es un avión, pero ¿cuál es el lugar ideal para recitar? La cama (risas). No, Libertad 8, en Madrid, es el sitio perfecto. Tu vida resumida en un olor, una película, un lugar y un recuerdo. Un olor: el del mar. Una película: “El tigre y la nieve”. Un lugar: Madrid. Un recuerdo: por suerte, tengo muchos recuerdos en mi vida importantes, sobre todo relacionados con mi trabajo, me han pasado cosas muy bonitas. ¿Algún proyecto relacionado con la poesía a la vista? Acabo de hacer un poema titulado “Por culpa de la poesía” -igual que mi último disco-, que están continuando otros poetas a los que admiro mucho: Elvira Sastre, Escandar Algeet, Carlos Salem, Marwan… así hasta diez. La idea es hacer después un vídeo, es un proyecto que tenemos entre manos y creo que es uno de los mejores poemas que he escrito hasta hoy. Para Diego, 2014 va a empezar lleno de recitales y conciertos presentando su nuevo disco, “Por culpa de la poesía”. Puedes enterarte de todas las fechas aquí. Por Ana G. Ramos