El amor, eso que todos buscamos y ansiamos, el motor que mueve el mundo... Amar y sentirse amado es, según dicen, el secreto de la felicidad. Y la sabiduría popular no nos engaña, pues solo aquello que nace de la verdad del corazón puede ser considerado sincero y de calidad. Cuando hablamos del amor, tendemos a pensar automáticamente en relaciones de pareja, cuando en realidad el amor es tan amplio que abarca todo aquello en lo que podamos pensar: la familia, los amigos, el trabajo e, incluso, la relación con nosotros mismos.

Una carencia de amor propio y autoestima es una barrera para lograr la plenitud de la realización personal, y es una situación que nos puede resultar familiar, pues las crisis de amor hacia uno mismo es más habitual de lo que pensamos. A veces, tendemos a pensar que el amor siempre se encuentra más allá de nuestras fronteras, pero nos equivocamos, porque amarnos y respetarnos como seres únicos es la pieza clave para ofrecer amor de calidad en todo lo que hagamos.

Este tema nos atañe a todos, y el cine se ha hecho eco de ello en numerosas ocasiones. Protagonistas que emprenden un viaje personal en busca de aquello que les falta, aprendiendo a querer y sabiéndose queridos, valorando su propio potencial y comprendiendo que, a veces, también tenemos que ser nuestra prioridad. Para recordar la importancia de esta cuestión, te traemos algunas de las películas que mejor lo ejemplifican y gracias a las cuales aprenderemos la importancia de quererse, para aprender a querer.

1. ‘La boda de Rosa’, Icíar Bollaín (2013)

Rosa lleva toda su vida dedicada a los demás. Su familia, su trabajo, sus vecinos y hasta las mascotas de sus amigos, van por encima de ella misma y su cuidado personal. Cuando la vida le sobrepasa, Rosa toma la decisión de empezar a valorarse y respetarse como merece a sí misma, queriendo materializar este compromiso a través de un acto de lo menos convencional: una boda con ella misma, aunque su entorno no comprende del todo esta decisión...

Esta última, película escrita y dirigida por Icíar Bollaín, muestra la realidad de tantas mujeres que llevan toda su vida volcada al cuidado y bienestar de los demás, descuidándose a sí mismas y relegando a un puesto inferior el amor hacia ellas mismas. Es un canto a la libertad y al amor propio, una comedia de lo más emocionante que nos ayuda a entender que para querer, lo más importante es quererse a uno mismo, teniéndonos, también, a nosotros como prioridad.

2. ‘Come, reza, ama’, Ryan Murphy (2010)

Elizabeth Gilbert tiene una vida perfectamente estructurada, pero cuando le avienen los fracasos sentimentales, decide dejarlo todo y marcharse durante un año a viajar alrededor del mundo con el propósito de encontrarse a sí misma. En su periplo por Italia, la India e Indonesia, Elizabeth descubre a través de los grandes placeres de la vida quién es, qué busca y qué quiere.

Una película cargada de lecciones, de mantras que nos remiten a las cuestiones importantes de la vida y que nos recuerdan lo esencial de valorarse y pararse a pensar qué necesitamos para fluir para con nosotros y los que nos rodean. El film de Ryan Murphy está basado en el libro homónimo de la escritora que, además, da nombre a la protagonista, donde relata su propia experiencia en un viaje similar.

3. ‘Big eyes’, Tim Burton (2014)

Margaret se ve obligada a empezar una nueva vida con su hija en la que decide dedicarse a su pasión: pintar cuadros en los que retrata a niños con ojos muy grandes. Es la particularidad de su obra y el encanto de la artista lo que atrae a Walter Keane, con quien contrae matrimonio y comienzan a adentrarse en el negocio del arte juntos. Sin embargo, la situación se tuerce cuando Walter se apropia de las obras de Margaret, quien vive bajo el yugo de la mentira durante diez años. Finalmente, la artista comprende la valía de su talento y su obra y abandona al farsante de su marido para desempeñar íntegramente su trabajo y pasión.

Esta película dirigida por Tim Burton está inspirada en la historia real de Margaret Keane, la pintora de los ojos grandes, quien vivió engañada por su marido hasta que logró la determinación necesaria para hacerse valer. Toda una historia de superación, un ejemplo de valentía que ha sido llevado a la gran pantalla para plasmar el ejemplo vivo de una mujer que supo coger las riendas de su vida a pesar de las dificultades y enaltecer su valía, pasión y don por encima de todos los engaños y tretas.

4. ‘Bajo el sol de la Toscana’, Audrey Wells (2003)

Tras un traumático divorcio, Frances viaja a la Toscana, donde decide comprar una villa y empezar una nueva vida. Con las reformas de la nueva casa comienza la reforma de la nueva vida de Frances, donde comprenderá la importancia del amor propio y hacia aquellos que nos enseñan a querer. Nuestra protagonista realizará un viaje introspectivo en el que comprenderá cuáles son las cosas importantes en la vida, con el telón de fondo del bello paisaje italiano.

Esta película de Audrey Wells es la opción perfecta para los amantes del romance que necesiten ver que el amor va más allá de la pareja... Los amigos, la familia, uno mismo y las bondades que brinda la vida, son motivos más que justificados para creer en el amor y disfrutar cada día de este bello don que se nos regala.

5. ‘La Estrella’, Alberto Aranda (2013)

Estrella es una chica de barrio humilde que desprende alegría y ganas de vivir allá por donde va. Trabaja como limpiadora, aunque su verdadera vocación es ayudar a sus amigos y personas cercanas que atraviesan problemas. Este afán por volcarse en los otros, hace que Estrella se lleve demasiado a lo personal los dramas ajenos mientras que descuida los suyos propios, restándole importancia y relegándolos a un segundo plano. Sin embargo, en el proceso de hacer mejor las vidas de sus seres queridos, nuestra protagonista descubre cuáles son las prioridades de su propia vida, qué es lo que verdaderamente desea y hasta dónde está dispuesta a llegar por conseguirlo.

Una historia que te habla de tú a tú, en un lenguaje humilde y mundano, un lenguaje que es, precisamente, el responsable de que la obra de Alberto Aranda sea un disparo directo al corazón. Sin tapujos y, a su vez, rodeada de un halo de ternura especial, hacen de esta producción toda una lección de prioridades y de cómo amando también aprendemos a amarnos mucho mejor.

Y tú, ¿ya has aprendido a quererte?

 

Elena Romero: @elenar_vargas

Imágenes: YouTube y Giphy