Alizzz, Amaia, C. Tangana, Carolina Durante, Hinds, Tous, Bershka o Zara, son solo algunos de los artistas y marcas que han pasado por la óptica de Mariano Schoendorff, uno de los realizadores con más proyección de la nueva escena audiovisual española.

Con un estilo atemporal, sobrio y colorido a la vez, el joven madrileño se introdujo desde niño en la industria, actuando en un programa de Disney, para después terminar formándose en Dirección de Cine en Los Ángeles junto algunos de los integrantes del colectivo español Little Spain.

Actualmente -y tras haber rodado múltiples videoclips y videos publicitarios- Mariano se estrena en la ficción con su primer cortometraje “Limonada” y desde Vanidad hablamos con él para conocer todos los detalles:

Mariano fotografiado por Silvia Coca 

 

Para todo el que no te conozca, ¿quién es Mariano Schoendorff?

Me defino como una persona sencilla y trabajadora. Me gusta estudiar cine, escribir y rodar. Lo llevo haciendo desde que tengo memoria. Me acusan hasta de ser aburrido, pero mi trabajo es mi único hobby y mi obsesión.

¿Cómo empezó tu carrera como filmmaker?

No he tenido una trayectoria del todo lineal... Tras acabar mi etapa escolar, me introduje en la parte más teórica al estudiar teoría del cine en la universidad en Inglaterra. Mi idea en un principio era entrar en el mundo de la crítica y llegar a dirigir desde ahí, pero por circunstancias de la vida el camino se dio de otra manera.

Tras acabar este grado y adquirir una visón muy teórica del oficio, comencé a trabajar durante dos años en productoras, en el departamento de desarrollo, leyendo y analizando guiones, y preparando dosieres de películas para su distribución comercial. No estaba del todo conforme con este rol y durante todo ese tiempo iba desarrollando mis proyectos personales -ya fueran cortos o videoclips. Un día, uno de esos videoclips fue bien y todo empezó a fluir desde ahí.

¿Qué sensación te produce haber rodado con artistas tan grandes como C. Tangana, Amaia o Alizzz, entre otros?

Es algo bastante gratificante. Sobre todo, teniendo en cuenta la importancia que tiene el videoclip en el panorama actual. Es el patio de recreo de nuestra generación; un sitio donde conseguir exposición y poder desarrollar una visión. Además, te da la oportunidad de trabajar con artistas visionarios, como los que yo he trabajado. Para mí es un regalo. 

¿Cómo han surgido este tipo de colaboraciones? 

Pues creo que ha sido cosa del efecto dominó... Empecé rodando vídeos prácticamente sin presupuesto, pero siempre con la intención de darles un valor cinematográfico y narrativo que se alejase lo máximo posible del videoclip convencional. Tratándolos como cortometrajes... y creo que eso lo han valorado.

He intentado siempre encontrar una voz. Y un video ha ido llevando sucesivamente a los demás.

También has trabajado para Zara, Bershka y Tous. ¿Cómo describirías tu experiencia dentro del mundo de la moda y la publicidad?

Es un sector muy enriquecedor y lleno de oportunidades. Muchos de los directores que admiro parten de aquí o siguen volviendo después de hacer cine. También siento que es la primera parada en el camino de muchos directores europeos...

A diferencia de otros sectores, dentro de la publicidad siento que se nos brinda bastante más libertad y se ruedan piezas más atrevidas. Hay menos intermediarios y, por lo general, la creatividad está más cuidada y existe una libertad creativa. 

Mariano fotografiado por Silvia Coca 

 

Ya que ahora estás en una etapa en la que buscas tu singularidad como autor cinematográfico, ¿qué nos puedes contar del primer corto profesional que vas a estrenar? 

Poco a poco, sigo con mi lucha por abrirme paso en el cine y “Limonada” es mi intento más reciente. A mi parecer, puede ser una beta para encontrar mi sitio y una voz más íntima alejada de los ruidos externos.

Sin embargo, ¿te gustaría seguir ligado al mundo de la moda?

Sin duda. Es algo que me llena mucho a nivel creativo y personal. He tenido la suerte de colaborar con gente increíble así que, ¡le debo mucho a la moda!

¿Por qué este salto de la publicidad a algo más ficcional? 

Yo siempre he querido hacer ficción y he tratado la publicidad como un campo de entrenamiento para mejorar, desarrollar mi visión y crecer de cara a poder contar historias. Siempre que me han dejado, he dirigido mis anuncios como pequeñas cápsulas de ficción -cortos, trailers o escenas-.

Digamos que siempre trato de encontrar el punto de la ficción para no dejar de ejercitarme y de dirigirme hacia ello.

¿Cómo surge 'Limonada'? ¿Qué trata de contar esta pieza?

Limonada es un proyecto personal e íntimo que nació de un intento fallido por entrar a un master de dirección en Los Ángeles. En la aplicación te mandaban escribir un corto bajo la premisa “A change of heart” y me nació esta idea.

La gracia es que finalmente no me cogieron, pero me enamore de la idea. Me salió del alma como quien dice. Es un proyecto muy personal, porque trata situaciones y emociones por las que he pasado. En resumen, es un estudio del daño que hace la mentira en un entorno familiar. 

¿Cuándo hiciste este corto, había alguna película que te motivara así, algún camino señalado que quisieras seguir?

Muchas. Tenía muchas referencias a nivel narrativo y a nivel cinematográfico. La base es una historia corta de Carver que me enseño mi tío Mario Schoendorff, guionista y director, hace años... “A Small Good Thing.” 

A nivel visual quería rodar algo estrictamente americano pero con un contexto español. Darle una perspectiva global sin ataduras culturales, ni en la narrativa, ni en lo visual, aparte del lenguaje de los personajes. Una micro road movie americana a lo “Little Miss Sunshine” pero a las afueras de Madrid.

En cuanto a la inspiración principal, te diría el cine popular americano más curado. “Inherent Vice”, en cuanto al tono. ¿Es una comedia? ¿Un drama? ¿Un thriller? Y no hay ningún camino señalado que quiera seguir... Por una parte, era un ejercicio que siento que debía hacer para saber si estaba preparado para afrontar algo más grande y por otra, para expresar una historia que sí o sí, tenía que contar. Por mi salud mental.

 

Texto: Herminio Requejo 

Imágenes: Fotogramas de los diferentes trabajos de Mariano