Uno de los planes más recurrentes para pasar una noche de Halloween tranquila, pero manteniendo la esencia de la tradición, es apuntarse a ver algunas películas que invoquen el terror y nos hagan sentir el miedo que la noche de los fantasmas requiere.
Cuando pensamos en cine de terror, posiblemente lo primero que nuestra mente evoque sean películas cuyo argumento gira entorno a historias de fantasmas, posesiones, maldiciones, apariciones de ultratumba y, en general, a todo lo relacionado con lo paranormal y el terror provocado por el miedo al más allá. Sin embargo, existe otro tipo de cine que refleja un miedo mucho más mundano, más humano y más perverso: el miedo que provoca la perversión de la mente humana.
Los thrillers psicológicos son una alternativa a las tradicionales películas de miedo que mantienen el objetivo principal de estas, que no es otro que hacernos pasar un rato, cuanto menos, incómodo, y atacar directamente a las debilidades de los espectadores. En estos casos, el grueso de la situación radica en hacer del miedo algo más terrenal, sin tanto alarde de lo fantasmagórico, pero retratando el mal que hay en las personas y las consecuencias de llevarlo al extremo.
Si lo que quieres es pasar una noche de Halloween aterradora y huir a la vez de los tópicos, además de sentir el miedo como algo posible y mundano, sin duda estas son tus películas. Te traemos algunos ejemplos que seguro te harán pasar ¡una noche de miedo!
1. Secretos ocultos (Marrowbone), Sergio G. Sánchez (2017)
Una madre y sus cuatro hijos deciden cambiar de vida mudándose a la casa familiar abandonada de Nueva Inglaterra. Todo parece ir bien hasta que la madre fallece, haciendo prometer previamente a sus hijos que nadie sabrá nada al respecto hasta que el mayor de ellos pueda hacerse cargo de sus hermanos. A raíz de ese momento, una serie de sucesos empiezan a turbar la calma de los hermanos, sacando a relucir los secretos que esconden las historias familiares.
Una película cargada de suspense, apoyada en unos giros dramáticos que nos demuestran hasta qué punto la demencia humana puede ser excusa para desatar el pavor. Una película que va más allá de las mansiones encantadas y las maldiciones familiares, pues los dramas humanos convergen aquí con lo inquietante de lo paranormal.
2. La cara oculta, Andrés Baiz (2011)
Adrián, un joven director de orquesta y Belén, su novia, viven en una relación idílica y, aparentemente, imperturbable, hasta el día en que Adrián recibe la oferta de dirigir la Orquesta Sinfónica de Bogotá. Motivada por los celos que le produce el descuido de su pareja, Belén decide desaparecer sin dejar rastro, pero manteniéndose más cerca de lo que Adrián imagina. El chico decide rehacer su vida con Fabiola, una camarera que se convierte en su apoyo, pero todo empieza a torcerse cuando la duda sobre la desaparición de Belén y una extraña presencia pasan también a formar parte de la relación.
Una película que juega con la distorsión y los reflejos, donde nada es lo que parece y, a su vez, todo peca de evidente. Con toques que recuerdan al cine de Hitchcock, esta historia provocada por la locura desatada por los celos, las dualidades y las dudas, nos invitará a pasar una velada de suspense, pero también a reflexionar sobre el poder de los celos en la cordura de las personas.
3. Historias de Ultratumba, Jeremy Dyson & Andy Nyman (2017)
El profesor Goodman defiende con fervor la inexistencia de lo paranormal. Un escéptico de manual con respecto a la cuestión de lo sobrenatural y un crítico muy duro sobre todo ello que un día verá tambaleado los cimientos de sus creencias al enfrentarse a tres testimonios ligados directamente con el más allá que no tienen ningún tipo de explicación.
Aquí veremos cómo el terror tradicional nos conduce a una reflexión acerca de la existencia de lo paranormal y su relación con la vida de todas las personas. Lo peculiar de este filme se encuentra en que el miedo no está provocado en sí por las imágenes que nos muestra, sino por la historia que narra y, más concretamente, por las imágenes y asociaciones mentales que pueden derivar de ella, inmiscuyéndonos de forma directa en el viaje del protagonista y realizando una inmersión que nos llevará a reflexionar sobre qué es en realidad el terror.
4. La piel que habito, Pedro Almodóvar (2011)
Un cirujano plástico vive atormentado desde que un accidente le arrebata la vida a su mujer, cuyo órgano más visiblemente afectado es la piel. A raíz de esto, el Dr. Robert se obsesiona con la creación de una piel sintética que contenga toda la sensibilidad pertinente, pero que sea inmune al sufrimiento. Para ello, utiliza como conejillo de indias un ser humano vivo con una truculenta historia detrás, llegando a estar tan orgulloso de su creación, que acaba enamorándose de ella.
Esta historia de una especie de Pigmalión al más puro estilo Almodóvar, refleja desde la sobriedad y casi indiferencia frente a la gravedad de la situación, una historia cruda y sin ningún tipo de escrúpulos donde el sentimiento de venganza converge con la perversión de la mente y los juegos de identidad. Un filme que trata el terror psicológico de una manera peculiar, pero logrando sembrar en el espectador la incomodidad tan propia de este género.
5. 10 Cloverfield Lane, Dan Trachenberg (2016)
Tras sufrir un traumático accidente, Michelle despierta encerrada en un búnker junto a un hombre desconocido que la tiene secuestrada bajo el pretexto de que el mundo ha sido completamente aniquilado y que, permaneciendo allí, es la única forma de salvar su vida. Junto a un compañero de batallas que se encuentra en la misma situación que nuestra protagonista, tendrá que lidiar con la incertidumbre de saber si su secuestrador está diciendo la verdad, o se trata de un secuestro motivado por una mente perturbada.
Una historia de dudas e incertidumbre que nos mantiene constantemente en vilo tratando de discernir entre qué es verdad y qué no. La ambigüedad reina también en el espectador, provocando a través del suspense la tensión y el misterio que juegan a favor de la confusión a lo largo de toda la película.
6. Mientras duermes, Jaume Balagueró (2011)
César es el portero de un edificio y, además, vive obsesionado con la vida de sus inquilinos, a quien desea poder controlar como si de marionetas suyas se tratasen. La llegada de una chica de lo más simpática al inmueble hace que el portero se obsesione especialmente con ella y su vida, centrando toda su atención en ella y convirtiéndola en el macabro objetivo de su nuevo reto.
Un comportamiento motivado por la infelicidad y la continua búsqueda de satisfacción propias de un sociópata, aunque lo que asusta de esta producción es que en todo momento el espectador se sitúa del lado del acosador. Su perspectiva y versión de la situación es la que predomina en la película, llegando a empatizar con sus disparatadas ideas y comprendiendo, incluso, el por qué de su actuación. Una situación que aterra, precisamente, por lo cotidiana que resulta, pues más allá de provocar el pavor evocando algo sobrenatural, pone en evidencia una historia con la que todos podríamos llegar a vernos reflejados.
Y tú, ¿ya tienes plan para este Halloween?
Elena Romero: @elenar_vargas
Imágenes: YouTube y Giphy