Estamos en un momento universal donde la creatividad es una de las cualidades más valoradas y demandadas, sobre todo a la hora de conseguir un trabajo. Con el crecimiento de las tecnologías, los trabajos manuales y el aprendizaje técnico, ese que no requiere sentimiento, puede lograrse fácilmente mediante máquinas, programas y robots. Por eso lo que más se valora es todo aquello que ninguna maquinaria puede copiar: el cerebro. Dar soluciones a problemas de un modo creativo y que no esté para nada programado, es todo un don del ser humano...
La única ventaja o inconveniente (dependiendo de cómo lo mires) de este fenómeno llamado creatividad, es que no puede ser aprendida. O la tienes o no la tienes y es que para que funcione, interfieren muchos factores. Entre ellos tus vivencias, sentimientos, experiencias y conocimientos aprendidos durante tú vida que, de forma involuntaria, se fusionan para crear eso que llamamos arte.
Por lo general, la mayoría de las personas utilizan el pensamiento vertical para enfrentarse a los problemas. Eso consiste en analizar el problema de forma estructurada, siguiendo unas pautas y ante todo, utilizando la lógica, como si de un examen de matemáticas se tratase. Pero para los resultados creativos, ocurre todo lo contrario. Recurrir al pensamiento lateral consiste en saltarse las normas, dejar que nuestra mente experimente sin límites. Así obtendremos un resultado que quizás, a simple vista, puede parecer alocado, pero que en el fondo, es una auténtica maravilla. El arte antes de ser valorado como tal, ha sido criticado y repudiado por la mayoría. De ahí la mítica frase de: "y cuando el loco se convirtió en genio, resulto que todos lo sabían".
Para comprobar cuál es el nivel de tu pensamiento lateral, existen una serie de acertijos con los que poder ver la rapidez de repuesta en cuanto a creatividad. Y es que, aunque ya hemos dicho que no puede ser aprendido, existen ejercicios con los que entrenar nuestro cerebro y estimular nuestro pensamiento lateral. Aquí te dejamos con algunos ejemplos para que lo pruebes:
Un manzano manzanas tenía. Al manzano subí y manzanas no comí. Al bajar manzanas no quedaron.
Reflexión creativa: El acertijo juega con los plurales de la manzana. Al principio el manzano tenía dos manzanas. Al subir, comí una manzana (no comí manzanas) y al bajar, quedó una manzana (manzanas no quedaron).
Un gato bastante atlético salta desde el borde de la ventana de un noveno piso y sin embargo, no sufre ni un solo rasguño. ¿Cómo es posible?
Reflexión creativa: El gato saltó al interior de la habitación.
Un profesor da la opción a su alumno de elegir una pregunta difícil o varias fáciles. El alumno elige la difícil: ¿de qué color es el coche de mi cuñado?
Reflexión creativa: Del mismo color que el de mi padre. Al tratarse de una pregunta imposible no tiene respuesta dentro de la lógica, es por ello que solo podemos encontrar la solución en una vertiente creativa.
Y ahora una fácil: Algunos meses tienen 31 días, otros solo 30. ¿Cuántos tienen 28 días?
Respuesta: Todos.
Estos son solo algunos de los muchos ejemplos que existen para entrenar y ejercitar nuestra creatividad y pensamiento lateral. En un principio, puede parecerte una locura la reflexión a la que puedes llegar pero... ¡estás totalmente equivocado!. En este tipo de situaciones, la lógica no es la solución. Así que deja volar tu imaginación y, si tienes este don, aprovéchalo. Ninguna máquina lo podrá superar jamás...
John Benítez: @iamjohnbenitez
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