Hace ya 83 años, en la localidad francesa de Aix-en-Provence, nacía Emanuel Ungaro. Un hombre que tiempo después, con tesón y esfuerzo, terminaría convirtiéndose en una importante figura de la industria de la moda gracias a sus diseños. A pesar de sus orígenes franceses Ungaro tiene una importante ascendencia italiana. Su parentesco con sastres de dicha zona puede considerarse incluso el germen de su temprano interés por la moda. Cuando tenía tan solo seis años ya cosía y cortaba. Sin embargo nunca se atrevía a dibujar. Los años fueron pasando y la pasión por la moda de Ungaro crecía cada vez más. Por ello, con apenas veinte años decidió irse a París. Allí conoció a Balenciaga, trabajó en su casa y adquirió vastos conocimientos gracias al modisto español. Además, en esta etapa, también tuvo la oportunidad de trabajar para Courreges. Tras codearse con estas grandes personalidades de la alta costura decidió, cinco años más tarde, en 1965, abrir su casa de costura en París. Comenzó a realizar sus diseños realizando creaciones que desde sus inicios han estado fuertemente marcas por su percepción del color y la gran sensualidad. Este mismo año realizó su primer desfile en el que desató gran polémica al decidir no incluir ningún vestido de fiesta. A pesar de declarar que este tipo de prendas no eran su estilo, las incluyó en posteriores colecciones. Sin embargo no sería hasta 1968 cuando apareciese su primera colección prêt-à-porter. Momento en el que abría también su primera boutique en París, concretamente en la Avenue Montaigne. A partir de este momento la fama del diseñador fue en aumento llegando a lucir sus diseños grandes celebrities de la talla de Nicole Kidman, Angelina Jolie, Penélope Cruz o Uma Thurman. Su éxito fue tal que incluso Jacqueline Kennedy, exprimera dama de los Estados Unidos, fue una de sus embajadoras internacionales. En 1996 dio un importante paso al unirse a Ferragamo, y un año mas tarde a Bulgari para crear Emanuel Ungaro Parfums, introduciéndose de este modo en la cosmética y lanzando diversas fragancias. Entre sus perfumes destacan: Diva, Senso, Ungaro o Emanuel Ungaro for men. Otro importante momento en su carrera aconteció en el año 2004 cuando el modisto colaboró con la firma Pronovias diseñando vestidos en los que envolvía a las prometidas en prendas de tul, satén y encaje. Glamour al más puro estilo Ungaro, llegando incluso a atreverse con una novia mucho más masculina creando algunos trajes de novia en los que los vestidos son sustituidos por pantalones. Su estilo fue evolucionando pero siempre apostando por un estilo sexy y arriesgado con un predominio del exceso y los estampados. Se especializó en abrigos y trajes muy futuristas, en vestidos cortos, botas altas y prendas de metal. . Además, se introdujo en la moda masculina creando accesorios y complementos desde pañuelos de bolsillo y foulards hasta una línea de gafas con modernas monturas. Por desgracia, en 2005 Emanuel Ungaro decidió retirarse del mundo de la moda, siendo ayudado durante los últimos años por Giambattista Valli. Ese mismo año la firma es vendida a un magnate pakistaní que continuaría dirigiendo la firma hasta nuestros días.   Leyre Ferrando - @leyreferrando