¿Cómo asumir que todos tus amigos están comprometidos y tú no? Esta pregunta os parecerá una soberana estupidez pero pónganse en las carnes de una persona en la que todo el mundo a su alrededor está comprometida y ve anillos por doquier allá donde va. Y mira que yo no soy de esas personas que ansíen una declaración romántica a modo pancarta en un avión con un “Will you marry me?”... Más que nada porque creo que todavía no ha llegado mi momento de ponerme frente al altar, pero oye uno necesita sentir que tiene posibilidades de gritar el SI QUIERO, más si cabe en estas fechas. San Valentín y todo el consumismo que trae consigo nos ha hecho mucho daño. Ya lo decía Beyonce con su “Put a ring on it”, incluso escenificaba en su popular videoclip a modo de suplica como debían de poner ese anillo en el dedo indicado.

No me malinterpretéis, todo esto no es una reprimenda a mi pareja por no cumplir con mis anhelos, simplemente es que veo que todo el mundo a mi alrededor como piensan en flores, banquetes y barras libres (si, esto es lo más importante de la boda) y a uno como que le corroe la envidia por todos los costados. Mis conversaciones últimamente se resumen en el vestido que la amiga de turno va a plantarse en las nupcias, el viaje a ese lugar desconocido de la mancha, el hostal en el que todos nos alojaremos y el posible regalo que debemos comprar con vistas a la casa nueva de los novios.

¿Alguien da más? Sólo queda resignarse y planear todas esas despedidas de soltero, rezar para que no te pongan símbolos fálicos en la cabeza y por supuesto no desesperar si el novio huye del altar.  

Pablo Aragón - @Aragon_Pablo