Compañero inseparable de viajes,noches e incluso ocasiones especiales, longevo donde los haya, en la Segunda Guerra Mundial se convirtió en uniforme de las tropas aliadas para, años después, en la década del 50 imponerse como la prenda juvenil más icónica. En los 60 se convierte en símbolo de la juventud más rebelde, y en los 70 alcanza el nivel de prenda universal que no conoce diferencias de sexo, clase o raza. Y por si parecía poco…¡aún hoy no podemos pasar más de dos días sin él! Sí, amigos, hablamos del denim. Lo adoramos en todos sus colores, lavados, formas y versiones. El tejido cuyo nombre delata su origen (de Nimes) es desde hace décadas el rey absoluto de nuestros armarios, de nuestro día a día y por supuesto de las pasarelas que año tras año lo recortan, decoran, rasgan, combinan, pintan, cosen y hacen que siga siendo el rey de reyes en lo que ha tejidos se refiere. Este año nuestra querida tela vaquera se ha dejado cautivar por la magia de los bordados permitiendo que su perfecto azul índigo se salpique de color y formas de todo tipo ganando aún más adeptos si cabe. Eterno lienzo donde hemos desatado nuestras más profundas venas artísticas, a brochazo limpio, tijeretazo, o con todo aquello que pasara por nuestra mente en ese momento, este año parece que ha llegado el momento de coger aguja e hilo porque parece que la customización ahora se vuelve algo más compleja... Pero, eso sí, absolutamente genial. Alexander McQueen , Dsquared2 o Roberto Cavalli son solo algunos de los diseñadores que se han propuesto adornar nuestros vaqueros y nuestro armario entero a base de hilos multicolor entretejidos creando cuidadosos dibujos y motivos en perfecto relieve sobre el mejor lienzo azul.   Visita urgente a nuestras abuelas, porque ¡necesitamos un curso intensivo de bordados sobre denim!     Mercedes Gala