El mundo de la moda no conoce ni límites ni fronteras… literalmente. Se trata de un juego, de una experimentación en la que la creatividad bulle. Así es como lo entienden los directores creativos de las principales firmas a través de las puestas en escena de sus colecciones Crucero en localizaciones exclusivas por todo el mundo. París parece haber abierto por completo sus fronteras con dignos sucesores alrededor del globo. Una estrategia de globalización que facilita la incursión de las principales maisons en territorios por explorar. En Vanidad echamos la vista no muy atrás (concretamente a este mes de mayo) a los desfiles Crucero de Louis Vuitton, Dior  y Chanel, para analizar las claves acerca sobre qué es lo que lleva a este tipo de casas a aterrizar en lugares como Brasil, Reino Unido y Cuba. Sin duda, tres colecciones diferenciadas con un punto en común: la moda ha dado un giro de 180 grados.

 

Cuando todo vale y el fashion film queda obsoleto… Louis Vuitton La originaria casa de artículos de viaje y actual referente de moda y lujo Louis Vuitton, una de las firmas con más historia y cuyo imaginario ronda en torno al mundo del viaje, lo ha vuelto a hacer. Sí, otra vez. Concretamente este pasado fin de semana en el museo de Arte Contemporáneo de Niterói, en Río de Janeiro, una localización de aspecto futurista diseñada por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, de depuradas líneas y sabor arquitectónico perfecta para compartir con el mundo entero la colección Crucero 2017 de la firma.

Una foto publicada por Louis Vuitton Official (@louisvuitton) el 28 de May de 2016 a la(s) 12:04 PDT

¿Cómo? Con una colección que rinde homenaje a la asimetría, al espíritu sporty y es una oda al patronaje, a las formas y a las siluetas capitaneada por Nicolas Ghesquière. Un binomio ganador de arquitectura-moda en forma de desfile que congregó a la flor y nata del panorama internacional y que pudo seguirse a través de las redes sociales de las socialitès y de las principales cabeceras a nivel mundial. ¿Por qué Brasil? Se trata de un país emergente y de una oportunidad de negocio clave en la estrategia de expansión de la marca. Un país que no para de crecer y es una de las potencias económicas de América Latina. Christian Dior Tras una maravillosa velada en el Lady Dior Pub, nos encontramos en la estación de London Victoria, en la capital de Reino Unido, justo a punto de subir a uno de vagones del Blenheim Dior Express, el tren más fashion de la historia. ¿Nuestro destino? El palacio de Blenheim en Woodstock, Oxfordshire. Un lugar idílico y lleno de glamour en la campiña inglesa. ¿El motivo? El desfile que presenta la colección Crucero 2017 de la casa… y no, no asistimos a la premier de Vacaciones en el mar aunque por su nombre lo parezca, sino a un desfile interestacional, justo a mitad de la temporada (ni otoño/invierno ni primavera/verano… en medio de ambos). Estrellas de front row brillaron con la misma intensidad que la colección de la casa donde los estampados, volúmenes y formas donde las prendas presentan claras alusiones al mundo de la caza y a su universo pictórico. ¿Por qué Reino Unido? Simbolismo en estado puro. Esta localización ya ha sido escenario de desfiles de la casa, concretamente en 1954 y 1958, cuando los duques de Marlborough invitaron a Christian Dior a su palacio a mostrar su colección ante royals como la princesa Margarita. Cuando la inspiración inglesa se fusiona con la francesa salen maravillas... Oh, yes... chapeau! CHANEL

#ChanelCruiseCuba #CocoCuba

Un vídeo publicado por CHANEL (@chanelofficial) el 5 de May de 2016 a la(s) 2:15 PDT

Al igual que ya hizo Chanel a las órdenes de su káiser, Karl Lagerfeld, a principios de mayo con un despliegue de medios en el Paseo del Prado de La Habana, este hecho no es nuevo. Las marcas con más peso en el panorama internacional saben cómo dejarnos boquiabiertos con eventos que superan expectativas y celebrities del más alto nivel. La primera puesta en escena de la casa en Latinoamérica nos regaló un desfile en una arteria de La Habana en el que la gente del lugar se implicó completamente. ¿Por qué Cuba? Un país con tantas trabas burocráticas y sociales se abre por fin al mundo (y no, no vamos a empezar con politiqueos). El desfile de Chanel ha sido un momento histórico en la historia de la moda a todas luces y, seguramente, marcará un antes y un después en la firma. Se trata de una forma de unir lazos y confraternizar con el país, abriendo así mercado en América Latina. París desemboca en Cuba y lo hace por todo lo alto, mimetizándose con la sociedad y estilo del lugar. ¿La clave? Una colección con auténtico sabor a Cuba y una colección muy colonial inspirada en el lugar: sombreros panameños, pantalones de pinzas, zapatos a lo garçonne y boinas al estilo Ché Guevara con la inconfundible esencia Chanel como sello de cada uno de los modelos.

 

Mientras nosotros seguimos soñando en la redacción... ¿pasaporte preparado para el próximo destino? ;)

 

Diana Postigo - @lady_didi_