La oficina encierra, con rígidas normas, lo que el bien vestir significa para la persona que trabaja a diario de 9:00h a 18:00h, pero las pasarelas han decidido jugar con su indumentaria para sobrevivir a lo que supone tener una rutina en una gran ciudad.

Tras los cristales de los grandes edificios que dibujan la silueta de una metrópolis, se esconde una nueva generación que se incorpora, por primera vez, al mundo laboral y a lo que este supone, como enfrentarse a un uniforme, algo que bine puede suponer un reto. Sin embargo, tras años integrando la ropa formal a nuestros armarios con piezas como blazers, mocasines o pantalones de vestir, combinándolos a su vez con jeans o deportivas, ahora estos elementos se reagrupan en una avalancha de microtendencias bajo un nuevo término: el corpcore. Sigue leyendo para descubrir más:

El CORPCORE o cómo sobrevivir del día a la noche con ropa de oficina

Inspirados en los sobrios pero elegantes uniformes de los años 90, hemos visto en pasarelas como la de Miu Miu Otoño-Invierno 2024, a mujeres que, debajo de esas gafas de aire intelectual, se vestían con rebecas de franela, cuellos altos, faldas midi y tacón bajo. Una apariencia que, aunque pueda parecer algo llamativa, ha estado presente en el imaginario de la marca desde sus comienzos en 1992.

De hecho, su hermana mayor, Prada, también en su último desfile Otoño-Invierno 2024, fue más allá y usó como concepto la conversación que a veces no existe entre el exterior y la vida corporativa.   

Jil Sander, Boss, Gucci o Bottega Veneta también se han mostrado fieles a esta tendencia, sin olvidarnos de campañas de hace unos años como la de Primavera 2023 de Balenciaga o el reciente vídeo promocional de Kim Kardashian para promocionar el Nipple Bra de su marca Skims, donde la oficina se traduce como el escenario perfecto.  

Miu Miu Otoño-Invierno 2024

Miu Miu Otoño-Invierno 2024

 

Prada Otoño-Invierno 2024

Prada Otoño-Invierno 2024

 

Camisas abotonadas, corbatas y americanas teñidas de gris, son el epítome de una sobriedad que, bien llevada, puede resultar elegante. Porque si de algo ya nos habló Giorgio Armani, es del traje como elemento de sofisticación para ambos géneros, arrastrando a una nueva mujer a querer formar parte del mismo ropero que sus compañeros de oficina.

También nos lo demuestra Bella Hadid, quien ha sido una de las maestras a la hora de implementar la estética corporativa en su street style esta temporada, no pudiendo evitar mencionar su parecido con Gisele Bündchen en «El Diablo Viste de Prada» a mediados de los 2000, quien destaca por su cabello recogido y su falda lápiz.

Bella Hadid con la tendencia corpcore

@bellahadid

 

Aunque pueda parecer un simple gusto de espíritu efímero, salir del trabajo y querer poder disfrutar de la vida personal sin necesidad de regresar a casa para cambiar de atuendo, lleva siendo el objetivo de la moda italiana y estadounidense desde hace décadas, pues la búsqueda de la versatilidad de las prendas propias del ámbito laboral nace desde la cultura corporativa de Wall Street de finales de los 80. Películas como «Armas de Mujer», de 1988, es otro gran ejemplo, con escenas como esa en la que su protagonista se cambia las sneakers por kitten heels al llegar a su despacho. La realidad de muchas mujeres incluso hoy en día...    

Pero, ¿por qué este reciente interés acerca de lo que significa ser una office siren? Si bien durante la pandemia, la cultura de vida empresarial y el consecuente auge del smart working se vieron desgastados, hay algo que las nuevas generaciones añoramos de ese estilo de vida en el que enfrentarse al armario y pensar qué ponernos para ir al trabajo era sinónimo de estabilidad.

Así que ya sabéis, rescatad los jerséis ceñidos de escote V, las camisas de rayas de vuestro padre, un buen gilet y salid a la calle como si tuvieseis vuestra primera entrevista de trabajo porque, más allá de la importancia de causar una buena primera impresión, ¡no hay mejor sensación que vestirse para enfrentarnos a un día de trabajo y superarlo con éxito!

Por ello, te traemos una pequeña lista de imprescindibles para ayudarte a crear el conjunto perfecto. Seguro que puedes rescatar alguna prenda similar de tu armario, ¡pues la buena noticia es que casi todos son básicos!

Vanidad elige…

Esta falda de Prada es perfecta tanto para el ambiente de oficina, como para momentos algo más relajados después del trabajo. Con su apertura delantera, añadirás un toque casual a tu look, siendo la elección ideal para disfrutar de una copa de vino sin perder la elegancia.

Falda de Prada para recrear la tendencia corpcore 

Prada. Precio: 1.950

 

Continuamos con esta camisa de Jacquemus, cuya forma asimétrica aportará un toque innovador a cualquier conjunto. Además, su corte ajustado realza la figura de manera natural, ofreciendo una combinación perfecta entre tradición y vanguardia.

Camisa de Jacquemus para recrear la tendencia corpcore 

Jacquemus. Precio: 590

 

Para elevar tu conjunto, puedes añadir un gilet como este de Miu Miu. Esta prenda se reinventa y se descontextualiza cada temporada y, en este caso, proporciona el toque corporativo que buscamos.

Chaleco de Miu Miu

Miu Miu. Precio: 1.320

 

También nos encantan estos tacones de Miista. Su diseño versátil nos permite adaptarlos a múltiples situaciones, desde eventos formales hasta salidas casuales. Perfectos para quien busca sofisticación sin renunciar a un estilo más contemporáneo.

Zapatos de Miista

Miista. Precio: 390

 

Y para completar tu outfit, nada mejor que estas gafas de Balenciaga. Con ellas conseguirás un aire smart perfecto para sumarte a la tendencia sin esfuerzo. ¡Pruébalo y verás! Y nunca mejor dicho.

Gafas de ver de Balenciaga 

Balenciaga. Precio: 315 

 

Néstor García-Salas: @nestorgsalas

Imágenes: Cortesía de las firmas