Katy Perry confió su encarnación en ángel a la firma italiana Versace, muy popular este año. Mediante mini vestido dorado con cota de malla y botas altas del mismo color.
Solange, la hermana de una de las grandes ausentes de la noche, Beyoncé, se enfundó en una espectacular creación en 3D de la diseñadora holandesa Iris Van Herpen.
Un tocado inspirado en un lujoso retablo y una túnica con brocados cortesía de Dolce & Gabbana. La actriz Sarah Jessica Parker exprimió la temática religiosa con mucha sabiduría y escaso reparo.
Zendaya eligió una creación de Versace compuesta por un vestido de tirantes con la cola larga, escote en la espalda y abertura en la falda y una armadura.
La imaginería religiosa ha estado presente de forma intermitente en su carrera desde que lanzara la mítica Like a prayer a finales de los años 80. Madonna es un referente velado de la exposición y su presencia en la inauguración de la misma no podía pasar desapercibida. Llevó un vestido negro con cruz en el pecho de Jean-Paul Gaultier. El vestido blanco y dorado y el tocado con halo de brillantes y alas azules que lució Lana del Rey los firma Alessandro Michele. El director creativo de Gucci caracterizó a la intérprete como la Virgen de los Dolores.
La novicia de la velada. La directora de cine Greta Gerwig vistió de The Row, la firma de Mary-Kate y Ashley Olsen. El hombre mejor vestido de la noche fue Darren Criss, el protagonista de American Crime Story: El asesinato de Gianni Versace. Empleó un traje de inspiración bizantina de Dolce & Gabbana.
Alejandro Bernad Imágenes: Instagram y agencias