Comprar artículos de grandes firmas a buen precio es ahora más factible que nunca gracias a la proliferación de los denominados re-commerce, las tiendas online de productos de lujo de segunda mano. Analizamos este nuevo escenario a través de la historia de sus adalides. El lujo de segunda mano es una de las fracciones del retail que más rápido está creciendo. En 2015, la consultora PrivCo estimó su valor en 14.000 millones de euros. Al ritmo que va, se espera que supere los 19.000 en 2020. Y la mayor parte de esta caja multimillonaria se hará online. En el terreno digital -un amplio horizonte, por no decir infinito- los jugadores aún son pocos. Al menos de momento. Pionera es la plataforma Vestiaire Collective. Nació en París en 2009 con la idea de crear un punto de encuentro fiable entre compradores y vendedores. El éxito fue inmediato. Y continuo: los beneficios se han duplicado año tras año. En 2012 llegaban a los 18 millones de euros. En 2014, a los 46. Hoy la web puede alardear de ser líder europea en la compra y venta de artículos vintage de alta gama. La avalan números de vértigo. Presente en más de 50 países, cuenta con alrededor de seis millones de usuarios. Cada mes se inscriben 100.000 más. Su catálogo, que incluye 3.000 marcas, tiene más de 400.000 productos. Se añaden unos 2.000 al día. Pero nunca sin pasar antes por el control de calidad y auntentificación. Este paso resulta clave. "Nuestro catálogo es seleccionado por una plantilla de estilistas en base a las tendencias y a la demanda de la comunidad siguiendo un estricto proceso de auntenticidad", dice el equipo de la compañía. "Es el corazón de Vestiaire, lo que nos desmarca de la competencia", indica. En el proceso miran con lupa el estado de las piezas. "Desde el minuto uno la idea era crear una oferta amplia, pero ante todo selecta", asegura. Los manteros abundan en el www. Las tiendas para comprar lujo de segunda mano en internet como Vestiaire Collective están libres de plagios. Bien es sabido que el lujo es un sector que se crece ante las adversidades, un terreno al que las crisis económicas no suele llegar. Desde 2008, cuando estalló la burbuja financiera a nivel mundial, las grandes firmas como Chanel o Hermès han aumentado sus precios alejándose -aún más- del consumidor medio. En la primera, el caso de su icónico bolso 2.55 es digno de estudio: si en 2005 costaba 1.650 euros, ahora, más de 10 años después, se ha revalorizado hasta alcanzar casi los 5.000.
El 2.55 de Chanel, el modelo de bolso más emblemático de la maison, nació en febrero de 1995, de ahí su nombre. La diseñadora lo creó para liberar a las mujeres del uso de los bolsos de mano inspirándose en las bolsas que llevan los soldados El 2.55 de Chanel, el modelo de bolso más emblemático de la maison, nació en febrero de 1995, de ahí su nombre. La diseñadora lo creó para liberar a las mujeres del uso de los bolsos de mano inspirándose en las bolsas que llevan los soldados
Estas nuevas plataformas, los re-commerce, ejercen de herramienta de ajuste. ¿Portales donde comprar bolsos míticos y exclusivos con descuentos y totales garantías? Poesía. Berlín es la base de otra gran pieza en el asunto. Cécile Wickmann fundó Rebelle en la capital germana en 2013. Un buen día sus padres le pidieron que ordenara el sótano para despejarlo de ropa y accesorios. Como acababa de comenzar a trabajar, no disponía del tiempo y la energía para vender las carísimas migajas de su armario en la red. Al buscar en Internet, Cécile no encontró ningún canal en el que dar carpetazo a sus productos de diseño de manera fácil y cómoda. Rápidamente reconoció el potencial de su idea: establecería un canal fidedigno para los fanáticos del concepto vintage y de la alta moda siguiendo el ejemplo de Sophie Hersan, la iniciadora de VC. "El consumo sustentable es muy importante para Rebelle, ya que los artículos usados pasan de un dueño a otro", explica la directora de comunicación de la empresa, Katharina Reden. "Nosotros fomentamos el concepto de slow fashion -antítesis de la moda industrializada- y buscamos que la calidad de los productos sea reconocida". La web ideada por Wickmann además permite a los vendedores donar sus ganancias a la ONG Plan Internacional. "Si se desea, el 100% del precio de venta de un producto puede ser invertido directamente en el proyecto Because I Am a Girl para ayudar a mujeres jóvenes y niñas de Zimbabue y proporcionarles cierta autosuficiencia". Hace tiempo que comprar chaneles usados en Internet dejó de parecerse a visitar un mercadillo desordenado y poco apetecible. Las mejores tiendas virtuales oara adquirir lujo de segunda mano generan una experiencia de compra digna de una boutique de categoría. VideDressing también aporta su grano de arena. Creada en 2010 por la norteamericana Meryl Job, alberga el catálogo más vasto de todos, con un millón de prendas en oferta. "La fórmula de negocio funciona. En este tipo de plataformas tanto compradores como vendedores salen ganando, pues el poder adquisitivo de ambos aumenta", enuncia Marine Martinetti, la responsable de contenidos de la casa. "Cada vez más personas quieren adoptar una forma de consumo responsable. Al año de media tiramos hasta 12 kilos de ropa", recalca. No hay que confundir los re-commerce con outlets en línea. Vide Dressing y cía no venden ropa de fuera de temporada o con taras sino prendas particulares de calidad que se han vestido poco. "Las marcas más populares ahora mismo son Gucci y Saint Laurent, aunque los bolsos de Louis Vuitton y de Chanel son siempre muy demandados", indica Martinetti. Y menciona, cómo no, al famoso 2.55. La gente ya compra pensando en el potencial de reventa. ¿Recuerdan aquel titular de The New York Times que rezaba que un Birkin de Hermès, otra bolsa legendaria, es mejor inversión que el oro? No exageraba. "El año pasado una clienta compró uno mini por 500 euros. Unos meses después, lo vendió por 5.000 euros", revela el personal de Vestiaire. Actualmente la pieza de mayor valor de su página web es un reloj de Patek Philippe con correa de oro y diamantes incrustados de 140.000. Imaginen el rasero.
El bolso más caro que el mundo ha conocido jamás es un Birkin de Hermès. En 2017, la casa de subastas Christie El bolso más caro que el mundo ha conocido jamás es un Birkin de Hermès. En 2017, la casa de subastas Christie"s vendió en Hong Kong un modelo diamante de la familia Himalaya en piel de cocodrilo por 379.261 dólares
En cuanto sale de tienda, un artículo pierde del 20% al 30% de su valor. La caída se precipita si es un diseño de tendencia. Pero si es una pieza poco común, edición limitada o colaboración, o está agotada en tienda -y hay lista de espera-, tiene valor añadido. Luego están los gustos autóctonos. "La demanda de distintas marcas varía en cada país", dice Reden. Según los datos de Rebelle, en España las marcas más compradas son Prada, Louis Vuitton y Chanel. A los alemanes les encanta Gucci. ¿Y de qué países vienen las mejores piezas vintage? "En VideDressing concretamente los vendedores franceses tienen mucho éxito", cuenta Martinetti. "Francia es un país con cultura del lujo y el vintage está muy valorado. Allí hay proveedores de auténticos tesoros", coincide el equipo de VC. Atrás quedaron los tiempos de eBay. Las tiendas online de productos de segunda mano de primeras marcas viven su gran momento. El mercado no ha cambiado en exceso, siendo la creatividad su principal motor. Sin embargo, Internet y las redes sociales han trastocado por completo las reglas del juego. Para el consumidor, el acceso al universo de las marcas es escandalosamente fácil y por tanto estas tienen una oportunidad excepcional de crear contenido y crear deseo.
El City Bag de Balenciaga es uno de los bolsos más populares de la década pasada. Nació en el año 2000, al momento de entrar Nicolas Ghesquière en la firma como creativo. Fue, y sigue siendo, piedra angular del denominado look El City Bag de Balenciaga es uno de los bolsos más populares de la década pasada. Nació en el año 2000, al momento de entrar Nicolas Ghesquière en la firma como creativo. Fue, y sigue siendo, piedra angular del denominado look "model off duty"
"El lujo se está democratizando por dos vías. A través de Internet, cómo decíamos, y por otra parte gracias a los artículos pre-loved -de segunda mano-, que dan acceso a más consumidores a adquirir ciertos artículos por el precio pero también por la inmediatez, es decir, sin tener lista de espera", sostiene Reden. "Nos gusta la idea de que las generaciones más jóvenes descubran las firmas de lujo a través de la segunda mano", remata. En definitiva, los re-commerce son fáciles de usar -los productos se pueden fotografiar y poner a la venta desde el móvil- y proporcionan un entorno ético y seguro -garantizan el buen estado y el pedrigí de las piezas-, un cuidadísimo catálogo y la misma experiencia de compra que las webs de alta moda y que cualquier tienda física decorosa. El plus absoluto de unos y otros modelos es que hablan el idioma millennial. Lo quiero, lo tengo. El cómo está en los móviles y el por qué en los influencers o prescriptores de opinión.   Alejandro Bernad  Imágenes cortesía de las firmas    
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