De alguna forma, aunque Julianne Moore tiene 51 años, sigue siendo todo un icono femenino en la juvenil y efímera industria de Hollywood. ¿Qué tiene la actriz que, además de seguir contando con papeles suculentos, ha enamorado a los mejores diseñadores de moda y a las firmas más famosas? Su caso es paradigmático y demuestra su buen hacer y capacidad de elección. Al tiempo que iba madurando, sus papeles lo hacían con ella. Tras pasar por algún que otro film olvidable al principio de su carrera, pronto le llegó el papel que la lanzó directa al estrellato. Fue el que realizó para la película "Boogie Nights", aquella película que se situaba en la industria del cine para adultos protagonizado por un jovencísimo Marc Wahlberg, allá por 1997. El año siguiente protagonizaría otra película que con el tiempo se ha convertido en un film de culto: "El Gran Lebowski". Y Julianne ya estaba más cerca de los cuarenta que de los treinta. En los últimos años, ha sabido utilizar esa elegancia que proporciona la madurez, juntándose a los mejores. De su pelirrojo se han enamorado diseñadores de la talla de Tom Ford. Lo suyo fue amor a primera vista, y para el recuerdo queda la maravillosa "Un hombre soltero", película con la que el modista se estrenó como director cinematográfico, y en la que Julianne aparece tan bella que casi le roba el protagonismo al mismísimo Colin Firth. Ahora que Julianne es venerada por todos, L"Oréal París le ha ofrecido ser su embajadora, y la actriz ha aceptado. También será imagen de una gama de regeneramiento celular. Nadie mejor que Moore puede representar a las mujeres que se encuentran ya en su madurez. Además, la actriz lo deja claro: no piensa pasar por  el bisturí. La suya es una belleza natural. ""Renacimiento Celular" es la respuesta perfecta para las mujeres de 50 años que, como yo, cuidan su piel sin pasar por el quirófano", comenta orgullosa. Desde luego, puede estarlo. Andrés G. Menéndez