Berlín, día 2. No tenemos muy claro si hemos venido con Nike a Berlín para descubrir sus novedades… ¡o para sufrir! (pero para bien, qué conste). Un día de lo más completo el de la segunda jornada de presentación de sus novedades para la primavera/verano de 2013, y en el que solo nos faltó echarnos unos largos en las aguas del río Spree para hacer algo más de ejercicio. Pero por partes. Por la mañana, a primerísima hora, asistimos al estreno (narrado paso a paso, boceto a boceto, por sus desarrolladoras) de uno de los inventos más novedosos que veremos en las estanterías cuando llegue el calorcito: las zapatillas de yoga de la firma. Algo como pocas veces se había visto, más allá del simple escarpín, y que en realidad consta de hasta tres partes. La primera y principal es algo parecido a un calcetín envolvente  que sujeta el empeine y permite el agarre, con espacio para los dedos (esdifícil de comprender si no es gracias a las fotografías, lo reconocemos). La segunda es una larga tira que se ajusta en el tobillo desde debajo del pie (y que es opcional, dependiendo de la sujeción que busquemos). La tercera es toda una bailarina 100% flexible (de esas perfectas para tener en el bolso cuando ya los pies arden por los tacones) y que, ahí está la gracia, se puede poner sobre el calcetín-paso número uno o bien sola. Un diseño en el que un equipo específico de Nike lleva más de dos años trabajando y acerca del que, afirman, no hay nada similar en el mercado. Yoguis, conviene echarles un vistazo y comprobar su agarre pese a la sensación de pie desnudo. Pero la sesión de yoga no iba a ser la última oportunidad de quemar los apfelstrudel. Tras un paseo por Berlín en bicicleta y una visita al Stadium Nike, un local multiusos de la firma en la capital alemana, la corredora (e impresionante belleza) californiana Allyson Felix nos acompañó en una clase de ejercicio aeróbico comandada por el llamado Nike Training Club o NTC. Gracias a dicha aplicación, que pronto se lanzará en español, se pueden hacer entrenamientos completos guiados, con ejercicios específicos para tonificar, adelgazar y ponernos en forma. No es que Felix necesite ponerse en forma, precisamente, que para eso ya tiene ella cuatro oros olímpicos, uno en Pekín y tres en los recientes Juegos de Londres. Aún así, sigue diciendo que la mejor motivación para el deporte es "pasarlo bien". Y al resto no nos ha venido mal sudar (un poquito más). El día ha terminado, paradójicamente, con el plato fuerte de la jornada, eso sí, ya sin sudores. En un cóctel y una cena junto a los muelles de la capital se ha presentado la colección completa de la próxima temporada de Nike. Claro, llega la primavera y vuelve a surgir el color: las zapatillas, ligeras y apetecibles, se llenan de tonos vivos, ya sea en flúor o pastel: fucsias, verdes menta, corales… a juego con sus finos chubasqueros o sus mallas coloridas (tan coloridas que no son aptas para alérgicos a los estampados). Con todo, el plato fuerte que Nike busca resaltar la próxima temporada es uno de sus iconos, de las estrellas de la marca: sus zapatillas Max Air. Como aquellas con las que bailábamos mientras soñábamos con ser la sexta Spice Girl, tienen una suela gruesa, colores llamativos y cámara de aire a la vista. Pese a ser un modelo carne de reediciones, novedades anuales y ediciones especiales, este año busca diferenciarse con sus estampados (en intenso rojo o en varios modelos de naranja degradado a negro que harían las delicias de los fans de naranjito) y su tecnología renovada, en especial por su capa final de redecilla, haciendo un guiño al baloncesto. Así que después de correr, hacer yoga, entrenar, pasear en bicicleta  y ver todo de lo que Nike puede presumir cuando empiece a calentar el sol, algo está claro: siempre queda algo que inventar, y si no que mejorar. Y todo momento es bueno para mejorar el secreto del éxito. Texto: María Porcel Estepa