¿Alguna vez te has preguntado como es ser la mano derecha de LA EDITORA, en mayúsculas, Anna Wintour? Grace Coddington es la otra mujer al frente del Vogue estadounidense, y ahora se ha decidido a contar su historia en el libro "Grace". Algo que debería de haberse hecho público hace ya tiempo, porque no tiene desperdicio. Grace es la estilista y directora creativa de Vogue y, aunque se reconoce tímida y reservada, salió del segundo plano en 2009, con el documental "The September Issue". ¿Qué contaba por aquel entonces? La realización del número de septiembre de 2007, con Sienna Miller en portada. A partir de ese momento, la figura de Coddington, desconocida para el público inexperto, comenzó a ganarse seguidores y admiradores de su trabajo, hasta el punto en el que se ha desarrollado toda una rumorología mitológica alrededor de su persona. Que si tiene peor genio que la Wintour (que, en el fondo, y como dice todo el que la haya visto en algún desfile alejada de las cámaras y sin sus gafas de sol, es en realidad una mujer muy tímida y un encanto); que si está resentida por su falta de protagonismo; que si está traumatizada por el fin de su carrera de su modelo; que si su obsesión por los gatos... ¿Qué cuenta ahora en su biografía? Da detalles de su vida, sus comienzos en el mundo de la moda y su llegada a la revista norteamericana. También habla de Anna Wintour y de lo que le interesa a muchos: cómo se tomó aquella especie de burla que fue "El diablo viste de Prada". Coddington empezó como modelo en los años 50 para pasar a ser editora del Vogue británico en los 60. Fue en 1988 cuando llegó al homónimo estadounidense y comenzó a trabajar con Wintour. Entre las curiosidades que revela en su libro y, suponiendo que busca mostrar su lado más íntimo, Grace admite su devoción por los gatos. "¿Tengo sueños sobre la moda? No, la mayoría del tiempo sueño con gatos", comenta graciosa. (Su gato, por cierto, es el único ser que querría ver en la portada de Vogue). Últimamente Grace ha estado de arriba para abajo con su libro bajo el brazo, despistándose en los front row de medio mundo mientras ojea las páginas de su pequeño proyecto. De momento, su compañera Anna Wintour dice que ella nunca lanzará sus memorias. ¿Tan temibles son? Andrés G. Menéndez