Primer show sin Virginie Viard al frente de Chanel y los cambios ya empiezan a palparse. En primer lugar, el escenario elegido para el desfile no es el habitual, pues la Maison nos traslada al Palais Garnier, la ópera de la capital francesa. Y es que el Grand Palais había sido hasta hora –contando alguna excepción– el lugar donde normalmente Chanel presentaba sus colecciones. No obstante, a pesar del cambio, este no ha sido un movimiento fortuito...
En cuanto a las prendas, estas han sido diseñadas por el equipo de diseño de la marca, ya que todavía se desconoce el sucesor –o sucesora– de Virginie Viard. Así, tras los muros de un edificio emblemático, comenzaba el nuevo rumbo de la firma más popular del planeta. ¿Hacia dónde se dirigía? La respuesta no es todavía certera, pero está claro que las cosas están empezando a cambiar...
CHANEL ALTA COSTURA Otoño-Invierno 2024/25: el principio del fin
Chanel, la ópera y el ballet
El desfile de Alta Costura de otoño/invierno 2024-2025 de Chanel se ha celebrado en el Palais Garnier de París. Y, a pesar de ser una localización inusual –como ya hemos comentado antes– este lugar está muy unido a la historia de la Maison y de la moda. El enclave en un símbolo de elegancia, teatralidad y lujo, tres características que resumen a la perfección la nueva propuesta de la casa de la camelia.
Además, para el show, los invitados han tenido el placer de experimentar un Palais Garnier renovado, ya que la pasarela se ubicaba en los pasillos que rodean el auditorio per se, que ayer se convirtieron en pequeños palcos forrados de terciopelo rojo. Este diseño tan oportuno de la escenografía corrió a cargo del francés Cristophe Honoré.
Asimismo, la historia de la Ópera y Chanel se remonta a varios años atrás. Pues la marca es mecenas de la Ópera nacional de París desde el año 2023, mecenas del ballet de la Ópera desde 2021 y mecenas de la gala de apertura de la temporada de ballet desde 2018. En definitiva, para Chanel el ballet es un arte inspirador del que ha sido partícipe y seguirá siendo durante décadas.
Pero eso no es todo, porque la propia Gabrielle Chanel ya diseñó el vestuario de los ballets «Le Train Bleu» (1924) y «Apollon Musagète» (1928) en su día. Así, hoy, la marca rinde homenaje a su fundadora y forja un nuevo vínculo con el Palais Royal y, también, con la danza.
Pomposidad elevada al cuadrado
Los diseños de Alta Costura que han recorrido los pasillos del Palais Royal de París tenían un común denominador: el ballet. Y este se mostraba en el uso del tul, los tutús y, en definitiva, en todas las piezas que completan el imaginario social construido en torno a la danza.
Destacó, como no podía ser de otra manera, el tweed, pero también las incrustaciones de pedrería, las mangas abullonadas, el uso de las plumas, volantes, capas de gran volumen y los lazos. Estos últimos acompañaron a cada estilismo –incluido el de novia que, a diferencia del resto, era de color blanco en vez de negro–.
En resumen, la colección ha sido una oda al romanticismo y, también, un punto de inflexión en la nueva etapa que tiene que recorrer ahora la Maison porque, inevitablemente, este desfile es solo el principio de un cambio que ya empieza a mostrar sus primeras consecuencias...
Alba Ramos: @alba_rr22
Imágenes: Cortesía de Chanel