El pantalón "culotte": vuelve la estrella de los años treinta
El tiempo nos devuelve un clásico renovado que apunta ser el protagonista de la temporada. El pantalón "culotte" regresa a nuestros tiempos para quedarse.
Las tendencias, tarde o temprano se renuevan y esta temporada el imperio de la moda recupera un clásico propio de los años treinta. La falda-pantalón que llevaban nuestras abuelas se reinventa dando lugar a lo que conocemos como "pantalón culotte". Esta prenda con un largo por debajo de la rodilla ha conquistado las pasarelas y editoriales de las firmas más conocidas, por lo que su presencia en el street-style está asegurada.
Los podemos ver en todas sus versiones, texturas y colores, pero siempre con un largo perfecto para combinarlos con cualquier zapato que aporte el toque chic al estilismo.
La sofisticación y elegancia de estos pantalones nos trae consigo looks de lo más conquistadores.
Sugiriendo ser la alternativa a las faldas midi, esta versión a caballo entre los pantalones "capri" y los campana es perfecta para ir calentando motores ante el calor durante la primavera.
Su mix entre falda y pantalón nos permite utilizarlos tanto a pie de calle (con unas zapatillas deportivas, por ejemplo) como en ocasiones especiales (una sandalia de tacón aportará el toque perfecto).
El cuero se está convirtiendo en protagonista de las texturas, por lo que respecto a los pantalones culotte no iba a ser menos. En cuanto al color, la versatilidad del cámel lo ha coronado como el preferido entre las blogueras de moda.
Si a la debilidad por el corte oversize que ha desterrado al pitillo le añadimos el furor de una estética masculina, encontraremos la fusión perfecta que arrasa en la alta costura y las firmas low cost.
¿Lo mejor? Su forma y volumen permite adaptarse a cualquier cuerpo.
Si tú también has caído rendida a esta tendencia, te recomendamos apostar por chalecos oversize, sudaderas o abrigos de corte recto para rematar un look perfecto.
La moda no caduca y el "culotte" regresa para demostrarlo. ¿Te atreves?
Por Patricia Navarro