Maya Hansen es una de las debilidades de Vanidad. Es única, especial, inspiradora y encantadoramente prolífica; cuatro cualidades que la convierten, automáticamente, en una de nuestras diseñadoras favoritas. Visitar su Atelier para que Maya te tome las medidas para hacerte un corsé es uno de los mayores placeres del mundo -¿Hay algo más femenino que dedicar una tarde a que te hagan corsetería a medida?-; pero para todas las que aún no hayáis podido disfrutar de este placer, aquí va una súper buena noticia: desde hoy, día 20 de diciembre, hasta el 26, Maya inaugura la Semana del Corsé con una tienda pop-up en Moda Shopping (Avenida General Perón 30-40, en Madrid), en el espacio La Maison. Así que, esta semana, puedes dedicarte una gran auto indulgencia: comprarte una prenda de Maya Hansen por todo lo que has vivido este año. Te lo decimos nosotros: ¡te lo mereces!  ¿Con cuál de todos estos corsés te quedas? Y, para que te enamores más de Maya -más allá de las palabras en la imagen de debajo, con uno de sus corsés- te dejamos una mini entrevista que le hicimos cuando fue elegida parte de nuestra Hot List. Discos de adolescencia: Sonic Youth, Tears for Fears, Pulp y Rammstein. ¿Primer impacto estético? Robert Smith, de los Cure. Pero no menos que Bowie o los vídeos de Visage. Habilidades insospechadas y confesables. Durante muchos años entrené como patinadora artística sobre ruedas. ¿Qué significa para ti la lencería? Ropa interior que no se lleva a la vista. No ocurre lo mismo con la corsetería, que puede llevarse como prenda exterior. Explica qué es un corsé, sus propiedades y beneficios. Es una pieza que transforma el cuerpo, reduciendo la cintura y realzando la zona del pecho y las caderas. Da presencia, corrige malas posturas, da seguridad y cierta personalidad a quien lo lleva. Es una prensa innecesaria, de capricho, con muchas connotaciones psicológicas. Lo mejor es que, hoy en día, se lleva porque uno quiere, no porque se lo imponen. ¿Por qué etapas estéticas has pasado? Desde ir con el pelo cardado y telarañas pintadas en la cara, hasta ir de colores fluorescentes. Cuando me harté del negro, me pasé a los colores estridentes. El lugar perfecto para un desfile. La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, la escalinata central del Gran Casino de Madrid, el Palacio de Aranjuez, cualquier palacio o edificio barroco... ¿A quién vestirías de por vida y por amor al arte? A Sophie Ellis Bextor. O a Dita Von Teese, de la que tengo sus medidas y el contacto de un amigo suyo. Vamos a ver... Por Marta Hurtado de Mendoza