El objeto de deseo de la semana: Las gafas de sol de Anna-Karin Karlsson
Estamos ante unas gafas de sol que son la máxima de la extravagancia, la singularidad y la originalidad. ¿Te atreves con ellas?
Resignados y casi adaptados a la convivencia con nuestra querida ola de calor (o más bien, tsunami de calor), solo nos queda el consuelo de dignificar y aportar algo de glamour a nuestros estilismos antibochorno, que seamos sinceros, en la mayoría de los casos estamos dejando totalmente abandonados preocupándonos tan solo por lograr el más mínimo ápice de frescura. Y por si fuera poco, a nuestros modelos cuasi-playeros se une esa inevitable agonía de ¡cuando acaba esto!
¡Que no cunda el pánico!, agosto está a la vuelta de la esquina, aunque julio parezca tener 90 días, podemos decir triunfantes que ya vamos por el 80… Todo depende del cristal con que se mire, y nosotros tenemos claro con qué cristales queremos mirar esta dramática espera… Qué mejor idea que ver la vida tras unas gafas de sol que digan: “Aquí estoy yo, este es mi verano, y por si alguien lo dudaba voy sobrada de estilo!”.
Y es que nuestro objeto de deseo de esta semana es una auténtica declaración de intenciones, capaces de transformar automáticamente a quien las lleve. Realmente parece que a través de ellas veremos el mundo de otra manera, quizás más divertido, quizás más excéntrico, ¡pero diferente seguro! Y lo mejor es que el mundo también nos mirará de otra manera. Nuestro querido accesorio tiene esa capacidad de cargar de personalidad y distinción al osado que las lleve.
Esta semana solo queremos mirar la vida y declarar amor eterno a los diseños de Anna-Karin Karlsson. Difíciles de describir, seguramente solo refiriéndonos a ellas como gafas de alta costura nos acercamos realmente a una descripción fidedigna de las piezas de Anna-Karin.
De origen sueco no es necesario aclarar que posee un desbordante talento, capaz de crear cada pieza con la dosis perfecta de imaginación, arte y excentricidad. De hacer de algo aparentemente tan sencillo y con escasas posibilidades de creación -como unas gafas de sol- una pieza de coleccionista, un absoluto tesoro.
Fue en otoño de 2013 cuando Anna- Karin Karlsson fue galardonada con el premio de diseño más prestigioso de Suecia, el Botón de Oro , por su colección " Perfeccionando el arte de morir solos” ("Perfecting the Art of Dying Alone"). Un nombre con fuerza para unas gafas que no dejan indiferente a nadie.
Es evidente que no busca gustar a ninguna mayoría, que no quiere crear un segundo imperio RayBan, que no pretende que sus diseños sean entendidos por todos, ni siquiera lucidos por todos. Está claro que no son la mejor elección para clásicos, tímidos, sencillos, ni simples. Son gafas solo aptas para estrellas y para todos los que estén dispuestos a convertirse en una.
Estamos ante un objeto antidiscreción (claro ejemplo de ello son algunas de sus fieles clientes : Rihanna, Lady Gaga, Nickie Minaj…) , es evidente que no es el tipo de gafa que nos pondríamos para pasar desapercibidos, no es el tipo de gafas que nos llevaríamos para salir a por el pan un domingo por la mañana o tapar nuestras ojeras de escasez de horas de sueño y exceso de horas de barra. Es evidente que estamos ante unas gafas que son la máxima de la extravagancia, la singularidad y la originalidad. ¿Quién se atreve a ponerle una buena dosis de glamour al verano?
Ana Horcajo @anii_horcajo