Teniendo en cuenta que la próxima temporada augura un otoño rendido al maximalismo, debes ir preparando tu particular oda al color -si hay una firma que puede ayudarte en este sentido, es sin duda la positiva y colorista Desigual-. Pero, ¿sabes qué dice de ti tu color favorito a la hora de vestir? ¿Y lo que transmites con el tono de tu outfit? El poder del cromatismo es infinito. Rosa: Comenzamos con el color del amor por antonomasia. Epítome de la dulzura y la femineidad, el rosa es un potente recurso para luchar contra la melancolía. Te parecerá mentira, pero cuando lo vistes estás aportando tranquilidad a tu organismo y al de aquellos que te miren. Se podría decir que te convierte en un estandarte del buen rollo. Azul: El color del mar y del cielo es tu mejor aliado a la hora de alcanzar la paz interior y centrar tu mente. No, no es casualidad, ya que está probado que este tono actúa sobre el sistema nervioso, proporcionándole un efecto de relajación inmediata. Así que, para enfrentarte a esos compañeros de trabajo que hacen de los nervios su estilo de vida, hazlo con un buen vestido azul como este, será tu talismán:   Verde: El color de naturaleza y de la regeneración es perfecto para acompañarte en la jungla urbana. Está asociado a la salud, la armonía y la buena suerte, y lo cierto es que cuando lo llevas hace que tu piel irradie una luz especial. También destaca por suponer un homenaje a la juventud, por lo que es adecuado para potenciar el éxito de un proyecto naciente. Definitivamente, lo necesitas en esa reunión de trabajo tan importante.   Rojo: Pasión y pura energía. Si lo que quieres es arrasar allá por donde pases, el rojo es tu color. De hecho, durante la Edad Media se cuenta que los soldados incorporaban amuletos con este color para acudir al campo de batalla y salir exitosos de él. Así que, para esa lucha que te exige una dosis de valentía extra, el rojo es la respuesta.   Negro: nada de pensar que es un color de luto. Si Coco Chanel lo elevó a la categoría del más elegante por algo sería. Junto a él es imposible fallar, y el tópico que indica que es un color triste no se sostiene. Misterio y sensualidad son las armas que potenciarás si lo luces, aportando a tu outfit confianza y un punto sexy de femme fatal irresistible. Aunque si el negro absoluto te parece demasiado duro, puedes optar por prendas que contengan pinceladas de otros tonos, como este vestido de Desigual:   Marrón: El color de la tierra ha nacido para aportar calidez a tus looks. Su sentido ambiguo, como esa dualidad presente en el chocolate, que puede ser dulce y amargo al mismo tiempo, hace que sepas salir de situaciones que requieren de un razonamiento extra. Además, su relación con la naturaleza hace que este tono te proporcione seguridad y calma. Te ayudará a lidiar con cualquier circunstancia.   Blanco: El color de la luz y de la pureza, de la espritualidad y la perfección. Si quieres lucir como una auténtica diosa y emanar sabiduría, el blanco será tu pareja de baile. Los demás te percibirán radiante y te convertirás en el centro de todas las miradas casi sin esfuerzo.