Los consumidores de moda nos estamos volviendo cada vez más conscientes respecto al impacto que genera la industria de la moda en el medio ambiente y en la sociedad. Por ello, cada vez son más las personas que quieren dar el salto hacia un tipo de consumo más coherente y alejado del fast-fashion pero al hacerlo, se encuentran con una serie de prejuicios que pueden provocar reticencias a la hora de dar el cambio definitivo hacia la moda sostenible.

En Vanidad nos hemos encargado de desmontar los mitos más sonados que giran en torno a la moda sostenible así que... ¡ya no tendrás excusas para sumarte al cambio!

6 MITOS en torno a la MODA SOSTENIBLE

1. La moda sostenible no tiene rollo

Por alguna razón (que a día de hoy desconocemos), existe la creencia popular de que la ropa sostenible tiene un estilo un poco-demasiado hippie, siendo difícil de encajar en las últimas tendencias. Si bien es cierto que hay algunas marcas de moda sostenible que se han quedado algo atrás en lo que a tendencias se refiere, pero la mayoría consiguen la combinación perfecta entre una producción ética y un producto acorde con las tendencias actuales.

Claro ejemplo de esto es Reformation, que se dedica a reciclar telas vintage para convertirlas en vestidazos dispuestos a triunfar en cualquier foto de Instagram que se preste.  

La moda sostenible es muy cara

@ecoalf

 

2. La moda sostenible es muy cara 

Este es otro de los mitos más extendidos. Si lo pensamos fríamente, quizá deberíamos preguntarnos si se nos ha malacostumbrado a que el precio de una camiseta sea de 3€... La moda sostenible se apoya en unos valores que defienden cada uno de los agentes implicados en el proceso de producción. Esto incluye unas condiciones salariales dignas para los trabajadores y procesos libres de tóxicos que no abusen de los recursos naturales del planeta. Estos factores, evidentemente, van a estar intrínsecamente ligados a un precio mayor, pero no por eso desorbitado.

Algo que por el contrario no ocurre en las grandes cadenas de fast-fashion, donde se ofrecen productos a precios ínfimos a costa de condiciones laborales precarias, uso de tóxicos en la confección de las prendas, etc. Por tanto, no es que la moda sostenible sea cara, es que necesitamos un cambio de mentalidad hacia una nueva manera de consumir más consciente en la que se compre menos cantidad, pero mejor calidad. 

Las prendas sostenibles tienen peor calidad

@mariadelaordenstudio

 

3. Las prendas sostenibles tienen peor calidad

Parece que el hecho de que se produzca a menor escala esté directamente ligado a una peor calidad, pero no. Si esto fuera verdad, la propia moda sostenible estaría yendo en dirección opuesta a su propósito. Las prendas realizadas desde una perspectiva sostenible se confeccionan con la intención de durar el máximo tiempo posible.

Por el contrario, en el fast-fashion el objetivo principal es minimizar costes utilizando economías de escala y materiales de mala calidad, alimentando de esta manera la necesidad de comprar de nuevo una vez la prenda se haya estropeado (la mayoría de veces después de tan solo un par de lavados).

4. Es difícil encontrar marcas sostenibles

Las compras online a veces pueden ser decepcionantes y admitimos que no es lo mismo comprar en una tienda física donde puedes ver, tocar y probarte la ropa. Aun así, hay tiendas online sostenibles tanto dentro como fuera de España que realizan envíos a todo el mundo y las políticas de cambios y devoluciones se han facilitado enormemente en los últimos tiempos.

Además, confirmamos que en las tiendas online hay descuentos más frecuentemente que en las tiendas físicas ;)

Es difícil encontrar marcas sostenibles

@amlul

 

5. Nunca se sabe si es realmente sostenible o no

Esta es una labor de investigación que tiene que hacer cada uno antes de decidir comprar una marca que dice ser sostenible. Por nuestra parte, ya te contamos todo lo que necesitas saber para reconocer si una marca es sostenible o no.

6. Comprar moda sostenible no va a impactar en la industria textil

Todos y cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad como consumidores y es nuestro deber demandar productos en los que creamos firmemente. Solo de esta manera las grandes marcas escucharán y llegará el día en el que serán la mayoría de marcas las que respeten tanto al medio ambiente, como a animales y personas. 

 

Lara Ontiveros: @lara_ontiveros_

Imágenes: Instagram