Una mezcla entre "pirata del caribe" y "bruja piruja". O quizá, para ponerle más glamour, podríamos hablar de Catherine Deneuve en Belle de Jour con sus míticos Roger Vivier... Inspiraciones al margen, lo importante es que esta temporada no salgamos de casa sin apretarnos la hebilla en su punto exacto. Y no hablamos sólo de la del cinturón, su uso más típico se mantiene pero ahora no será territorio exclusivo, las pasarelas ya nos han mostrado sus propuestas y éste año tenemos hebillas en zapatos, bolsos, vestidos y chaquetas. No importa si ciñen o no, lo importante es que no falten. Y a poder ser, en tamaño maxi. Pieza longeva donde las haya, la hebilla  tiene su origen en la Grecia antigua, donde se convirtieron en auténticas joyas, algunas de ellas de minuciosa e impecable belleza. Cremalleras, botones, cierres imantados o correas pasan a un segundo plano, esta temporada nos abrochamos el cinturón y todo lo que se nos ocurra con estas míticas piezas. No importa el material, no importa su sistema, ni los agujeros que quieras darte de margen, sólo hay dos premisas básicas:

1. Que sean grandes. A poder ser, tamaño XXL. Nada de minuciosidades, queremos que se vean bien.
2. Que estén en perfecto contraste con el accesorio o prenda sobre el que las colocamos. Nada de mimetizarlas en el mismo tono, son las nuevas protagonistas.

Nuestro armario tiene nueva joya con poder de transformación. Así que vete pensando cómo incorporar estas nuevas estructuras en todas y cada una de tus prendas. Porque definitivamente son la nueva clave de estilo.   Ana Horcajo - @anii_horcajo