Hablamos con Penélope Guerrero, una de las actrices más prometedoras del panorama nacional, que ya nos ha conquistado en las redes sociales.
Total look de Jean Paul Gaultier
Total look de Jean Paul Gaultier
Hablamos con Penélope Guerrero, una de las actrices más prometedoras del panorama nacional, que ya nos ha conquistado en las redes sociales.
Penélope Guerrero nació en Jerez de La Frontera y, desde un buen principio, las figuras femeninas de su casa fueron quienes la guiaron en los primeros años de incertidumbres y dudas. Más tarde, la andaluza hizo las maletas para irse a la capital y empezar un nuevo capítulo. Uno que la llevaría a convertirse en quién es hoy: una de nuestras actrices más prometedoras y una de las grandes referentes modernas de la causa, aunque ella nunca buscase convertirse en un modelo a seguir…
Nos lo cuenta en esta sincera entrevista para nuestro nuevo número SS24 junto a Scandal, el perfume más revolucionario de Jean Paul Gaultier.
Ver esta publicación en Instagram
Llevaba mucho tiempo esperando a que se activara el proceso de casting de «Vestidas de azul», ya que sabía que era uno de los próximos proyectos tras «Veneno». Lo que no me esperaba es que me fuera a tocar un personaje como el de Nacha, lo cual agradecí enormemente por su carácter, su historia y, sobre todo, por seguir viva. Sin duda, Nacha llegó a mi vida para darme la seguridad que necesitaba dentro de la profesión y para reafirmarme en que estoy en el lugar correcto.
De cara a la industria, puedo decir que aún no existe, pues aún se encuentra en fase de post-producción… pero entre nosotros os diré que está en su recta final y con intención de ser presentada en diferentes festivales. Personalmente me quedo con lo que he aprendido de mi personaje, ya que esto, a diferencia de «Vestidas», sí que ha sido un reto.
Es algo en lo que llevo pensando hace tiempo. Sin duda, es un lugar al que me encantaría volver, ya que las dinámicas de un set y de un escenario son totalmente diferentes. Es muy complejo llegar a sentir la adrenalina que supone salir a escena cuando, en cambio, eres capaz de ver todas las trampas que hay tras las cámaras…
Hace poco fui a las naves del Español a ver «Nuestros actos ocultos» interpretada por Carmen Machi, Macarena García y Santi Marín. Es curiosa, como espectador, la sensación que te deja el teatro cuando sales de allí. Pierdes por completo la noción del tiempo y lo único que tiene sentido es lo que está ocurriendo en escena en ese momento. De pronto tu vida se pone en pausa y solo existe eso. Esa sensación es la que me está llamando a volver.
Volvería a tomar esa decisión una y otra vez más. Siempre he sido muy aplicada y responsable con mis estudios. Sin embargo, al mismo tiempo, sentía que el sistema no estaba del todo actualizado a las necesidades que tienen los estudiantes y futuros profesionales de hoy en día. Estaba cansada de memorizar y prestar atención a cosas que me distraían de lo que justamente me apasionaba. Así que si tuviera que decirme algo a mí misma hace siete años, sería que no tuviera miedo, aunque considero que nunca lo tuve. Creo que tengo más presentes mis miedos ahora que entonces. Quizás sea un buen momento para aplicar ese consejo…
Soy consciente de ello, aunque no me gusta admitirlo. Creo que en su momento hice lo que me tocó hacer, ya que no existía la figura de Veneno como la conocemos ahora, ni muchas de las chicas que, desde entonces, han comenzado su recorrido. Fue algo que hice sobre todo por mí misma, por crear ese espejo en el que yo en su momento necesité verme reflejada pero no pude encontrar. Por eso decidí abrirme al mundo y contar mi historia, hasta la parte más vulnerable de todas.
Lo único que hice fue dejarla ahí para que lo usara quien lo necesitara. Mi motor nunca fue ser una referente, sino ayudar a quienes estaban tan perdidas y confundidas como yo lo estuve en su momento. Sin embargo, no quiero tomar la responsabilidad de sentirme como tal, ya que como seres humanos todos somos diferentes y, sobre todo, imperfectos.
Las mujeres de mi familia, sin duda. Crecí huérfana de padre, por lo que en mi casa siempre fuimos mi madre, mi hermana y yo. Mientras que las dos primeras sacaban a la familia adelante, a mí me dejaban en Sanlúcar de Barrameda con mi abuela y mi tía, otras dos grandes. Todas ellas, fuertes, empoderadas, inteligentes y carismáticas, me enseñaron el camino arduo de la lucha y la recompensa. A todas ellas les debo la vida.
Trabajar durante tanto tiempo en un escenario tan desagradecido como las redes sociales, me ayudó a forjarme en ese aspecto. No tomo en cuenta las críticas negativas que puedan hacer sobre mi imagen, ya que me gusto a mí misma y eso es lo que importa.
Creo que desde entonces ha llovido mucho y las realidades de personas como yo también han cambiado bastante. Si tenemos que hablar de nuestro país, todavía tenemos que lidiar con personas ignorantes, como en cualquier otro sitio, pero siento que hemos avanzado bastante. Ya no somos algo novedoso o una moda, como se pudo apreciar en un momento dado. También es cierto que prácticamente todas las que hemos nacido y vivimos aquí, somos unas privilegiadas.
Si nos vamos a países de Latinoamérica como México, Brasil o Perú, la realidad es muy diferente y mucho más opresiva. Las oportunidades escasean, la educación no es una opción y la inseguridad es la base del día a día. Por ello las que estamos aquí ocupando nuevos espacios tenemos el deber de hacer ver que somos tan capaces y válidas como cualquier otra persona.
Desgraciadamente, es el modus operandi de cualquier productora, director o guionista, crear algo que venda mientras esté latente. Sin embargo, en los últimos años, nos hemos visto envueltos en contenidos que presentan a las mujeres trans de una forma en la que no se las había visto antes, como mujeres empoderadas y válidas a pesar de todos los obstáculos que les ha impuesto la sociedad. Pero, como de todo en esta industria, el público se cansa.
Ahora que hemos contado todo lo que teníamos que contar, siento que vuelve a ser más complicado dar un papel de peso en una trama a una mujer trans, ya que percibo que para los creadores es más complejo conseguir que esta pueda hacer que otras personas o mujeres cisgénero se sientan identificadas con una actriz, aunque haga un papel de madre, por su propia identidad.
El problema está en no ser capaz de separar a la persona de su talento y eso es lo que muchos no consiguen actualizar. Así, en la industria sobrar sobran muchas cosas. Faltar… considero que falta mucha imaginación.
Me siento orgullosa de mí misma por ser capaz de sostener día tras día la incertidumbre de dedicarme a este oficio. Creo que la vida en sí misma es un enigma y una incertidumbre con patas. Sin embargo, hay que ser un poco masoquista, o valiente, como para echarle más leña al fuego y tirarse a la piscina de la interpretación. No es fácil vislumbrar el abismo que se acerca cada vez que terminas un proyecto. Estar rodando, escuchar la palabra «motor» y pensar que puede que no la vuelvas a escuchar en mucho tiempo, o que no la vuelvas a escuchar nunca más. Esto puede ocurrir, pero es el precio que pagamos por vivir algo tan emocionante como es nuestro propio trabajo.
Porque son derechos que cualquier otra persona ajena a esta condición identitaria querría tener. No se puede debatir sobre los derechos humanos, y aún así acabamos siempre siendo las mismas sentadas en un banquillo mientras que personas que no tienen ni idea (ni interés) sobre esta realidad están decidiendo sobre nuestro futuro como seres humanos. Necesitamos sin duda más figuras pertenecientes al colectivo dentro del congreso y de los partidos políticos. Es la única forma de poder crear un cambio.
Hace unos años que la familia Gaultier y yo entablamos relación y estoy muy feliz de que sucediera. Siempre me he sentido muy libre y segura trabajando con ellos, así que esta unión me hace sentir muy en concordancia con lo que hago profesionalmente, porque, al fin y al cabo, ambas buscamos crear un impacto. ¡Y vaya si lo estamos consiguiendo!
En la búsqueda de lo personal, sobre todo. Reinventarse o morir y renacer, si hace falta. Eso es lo que me identifica con JPG y Scandal de haber superado?
Creo que, por salud mental, lo mejor es no tener expectativas al respecto. Estoy abierta a lo que llegue, sobre todo a equivocarme. Ahí es cuando más voy a aprender.
Texto: Alba Ramos @alba_rr22
Fotografía: Noah Pharrell @noah_pharrell
Realización: Fran Marto @framarto
Maquillaje: Fidel Fernandez @fidelmakeup (Another Artists Management)
Asistente de fotografía: Ale Cubino @alecubino
Agradecimientos: Espacio Nueva Carolina @espacionuevacarolina