La primera vez que vi a Zahara en concierto fue en Madrid en la sala Libertad, hace unos 12 años o más -ella me dice que cree que aún era virgen-... Hacía mucho que no nos cruzábamos, nunca hemos sido amigos, pero sí conocidos. En una ocasión me dijo algo que me hizo gracia y me repitió sonriente - siempre sonríe - el día que hicimos esta entrevista: "A mi madre le encantas". Y gustar a la progenitora de Zahara no es cualquier cosa ;) Concierto privado con Zahara 1 Me pongo serio. La verdad es que fue un gusto, encontrarme a una persona "normal" a la hora de hacer esta entrevista. Porque, cuando uno tiene enfrente a una artista de prestigio, no sabe a qué se va a enfrentar. Son muchos a los que se les sube el fracaso a la cabeza... y pocos los que se sobreponen. Explico lo de "el fracaso" para que no haya malos entendidos. Tiene que ser un tormento oír desde casi tu inicio de carrera "esta chica lo va a petar..."  Y ver que ese momento se retrasa. Además, recordemos que a Zahara la fichó una conocida discográfica y no supieron qué hacer con ella. Todo esto desgasta... Sé de lo que hablo. Ella tiene los dones por los que en la película Amadeus el maestro Salieri preguntaba al mismísimo Dios por qué se los había concedido a Mozart y no a él. Cuando Zahara canta, pronuncia las palabras de una manera que emboba. Y tiene ESA voz por la que muchos pagaríamos. Con todo esto, unido a su cabeza (para mí su arma más letal), no sé si "lo ha petado"; pero sí ha llegado a un sitio muy bonito y lleno de gente que va a escucharla siempre. Concierto privado con Zahara 2 En esta charla tuve el placer de ver que hay luces que no las apaga ni una multinacional. Del invierno me hace sentir cosas como en su día Antonio Vega o en su momento Quique González... Y hasta me tocó un trocito de mi canción favorita, Photofinish: 

 

Gracias, Zahara, por hacer caso a la voz en off que te decía que sí.

 

Texto y Entrevista: POL – @polesmusica Fotografías: Cristina Santurino