Citamos a la actriz Arancha Martí en Market by TriCiclo, nuevo espacio del área Gourmet Experience de El Corte Inglés, para probar los platos de los chefs Javier Mayor, David Alfonso y Javier Goya. Hablamos con ella de su último proyecto, la coproducción española y argentina Sólo se vive una vez. La primera película de Arancha Martí fue un éxito en taquilla. Su cara copó las revistas ipso facto. Debutó como actriz en 2010, en la serie "Doctor Mateo", tres años antes de que diera el petardazo con la comedia de Sánchez Arévalo. Hoy presume de haber rodado en argentino con Gerard Depardieu.

Cuando se estrenó "La gran familia española", tu primera película, tenías... ¿19 años? ¿Cómo fue aquello? Debutar con Sánchez Arévalo y reventar la taquilla

¡Tenía 18! Fue un sueño. Y sigue siéndolo, cada vez que me acuerdo... Me llegó de sopetón, y pasó todo tan rápido que ni me enteré. Del rodaje disfruté muchísimo, fue una experiencia única. Hice como siete pruebas hasta que me dijeron que el papel era mío.

¿Aprendiste algo en particular, o te dieron algún consejo, que sigas teniendo presente hoy?

Muchas cosas. De mis compañeros, actores de la talla de Raúl Arévalo y Verónica Echegui, imagínate. Todo lo que me daban eran consejos. Ellos y el equipo en general. Intenté no perder detalle de nada.

¿Qué ha de tener un guión o un personaje para engancharte?

Una buena historia, algo especial. Me gustan los personajes que no tienen nada que ver conmigo, te permiten jugar más. Mayor es el trabajo de investigación y la diversión.

¿Y qué te enganchó de Sara, tu parte en "Sólo se vive una vez"?

Precisamente eso, lo distinta que es a mí, en todos los sentidos. Sara es hija de un rabino y vive en una comunidad judía ortodoxa argentina. Allí conoce a Leo, el personaje de Peter Lanzani, que huye de un clan mafioso formado por Gerard Depardieu, Santiago Segura y Hugo Silva, y arranca la aventura: tiros, explosiones, peleas...

Por el tráiler sé que has tenido que hacerte la argentina, ¿qué tal la experiencia?

Bastante dura, sobre todo al principio. Cuesta que no parezca una imitación. Además, los judíos ortodoxos tienen un deje diferente. Sara nunca ha salido de la comunidad, por lo que su forma de hablar es un tanto especial. La ayuda de un coach fue fundamental. En Argentina a lo mejor me han matado, pero en España puede colar (ríe).

¿Qué tal es Gerard Depardieu?

Es brutal. Haber trabajado con él es otro sueño cumplido. Nunca me olvidaré del día que lo vi aparecer en el rodaje. Hemos crecido con sus películas, ¿no? Impresiona mucho. Ha sido una experiencia fantástica, la verdad.

Coproducción española y argentina rodada en Buenos Aires. ¿Cómo llevaste lo de trabajar fuera de casa?

Muy bien. Y eso que llegué súper desubicada, en el último momento. Me adapté rápido. Ahora mismo estoy enamorada de Buenos Aires, me encantaría volver. Toda la gente con la que me encontré fue cariñosísima.

Tu primer trabajo como actriz fue en "Doctor Mateo", en 2010. Desde entonces has apostado por proyectos televisivos más de una vez. ¿Estás igual de cómoda en la pequeña pantalla?

Yo apuesto por donde me dejen estar (ríe). Hoy en día cualquier trabajo es bienvenido, en televisión, cine o teatro. Hay proyectos muy interesantes en todos los formatos. La tele es muy enriquecedora: poder interpretar al mismo personaje durante meses te permite aprender mucho.     Texto: Alejandro Bernad Fotografía: Pedro Agustín Estilismo: Tania Fernández  Maquillaje y peluquería: Ana Pajares