Si vives en Madrid y eres medianamente asiduo a las redes sociales, lo más probable es que te suene el nombre de Pablo Bartolomé, ya que si algo caracteriza a este chico es que no pasa precisamente desapercibido. Sin embargo, lo que a lo mejor no sabes, es que Pablo es fotógrafo, y que a sus 23 años de edad, ha conseguido imprimir en sus fotografías un estilo propio y fácilmente reconocible, algo que no es muy habitual hoy en día. De primeras puede parecer que hace un poco lo mismo que toda la trupe de fotógrafos de fiesta actuales, pero solo hay que ahondar un poco en su obra para darse cuenta de que sus fotos cuentan con un discurso mucho más amplio. Ahora, Pablo está a punto de inaugurar su primera exposición individual en Elche y desde Vanidad hemos querido hacerle algunas preguntas para conocerle mejor.
¿Recuerdas la primera foto que hiciste en tu vida?¿Y la primera que hiciste con intención de convertirte en fotógrafo?
Desgraciadamente no recuerdo ninguna de las dos, y digo desgraciadamente porque ahora sí siento curiosidad por saber cuáles fueron, dónde, cuándo y con qué cámara. Respecto a la segunda pregunta, nunca me planteé que quería ser fotógrafo para poner todo el empeño en ello, más bien fue al contrario, hacía fotos porque siempre me ha gustado todo lo relacionado con la imagen, pero sin la intención de serlo y cuando un día me junté con bastante material que a algunos les parecía bueno, pensé que podría convencerme de que era una disciplina en la que podría desenvolverme bien. Aquí entra el debate interno de cuando uno debe dejar de considerarse aficionado para reconocerse profesional.
Si tuvieras que escoger entre artista de galería y fotógrafo "comercial", ¿cuál elegirías?
Precisamente ahora me encuentro en una etapa en la que estoy compaginando las dos facetas y aunque personalmente la de artista sea mucho más gratificante que la comercial, no puedo ni debo renunciar a ella. Lo bueno del fotógrafo "artista" es que tus fotos pueden permitirse determinadas licencias que están por encima del gusto del que las ve y una mala crítica siempre pesa menos.
¿Con qué tipo de fotografía te sientes más a gusto ahora mismo?¿Y cuál es realmente a la que te gustaría dedicarte?
Me siento cómodo con "mi foto", que es la que es, sin pretensión de gustar o vender. Mi premisa al hacer una foto es mostrarle al receptor una acción o un gesto que él o ella por motivos X no ha podido presenciar en directo. Luego podrá parecer más o menos interesante lo que muestro, pero aquí es donde sé moverme. Por lo tanto me gustaría seguir con ella, fotografiando lo que me rodea y lo que vivo, aunque inevitablemente mis aspiraciones también me lleven a querer hacer un campañón para una firma global y tener a gente como Noah Mills posando para mí.
¿Has pensado en abarcar otras disciplinas artísticas?¿Cuáles?
La verdad es que no. Me gusta escribir pero para hacerlo uno tiene que estar muy solo y muy tranquilo y ese no es mi caso hoy.
¿Qué opinas de la nueva oleada de fotógrafos que hacen vídeo?
Cada uno es libre de experimentar con los formatos que considere. Si sabes y tienes buen gusto, adelante, pero hacerlo por aquello de decir "sé hacer de todo", como es el caso de muchos, me parece arriesgado. En España hay que aprovechar el insuficiente reconocimiento que tienen estas profesiones y ser oportunista.
¿Quiénes son tus fotógrafos de referencia?¿Y directores de cine?
Podría decirte que me encantaría ser Mariano Vivanco, que es mi referente por el trabajo que hace y que a mí también me gustaría hacer, pero lo cierto es que de la persona que más he aprendido es Gustavo Cano. El carácter de mi fotografía y la manera de entender esta disciplina se la debo a él.
En cuanto a cine, Almodóvar. Me parece un genio por la estética de sus películas, sus historias, sus personajes... Me gusta cómo arma su universo femenino y la forma en la que invita a entrar en él a los hombres. Almodóvar es el mejor cronista de este magazine que es España.
¿A quién o qué morirías por fotografiar?
Me gustaría tener un álbum personal de primeros planos de toda la gente que me gusta, desde Leo Messi a Britney Spears pasando por Noah Mills o Chus Lampreave. Un álbum que al que lo viese le resultara muy difícil construir el perfil del que las ha tomado.
¿Foto espontánea o producción?
Espontánea siempre. Soy muy impaciente, muy visceral y me gusta la naturalidad.
Nombra una exposición que te haya marcado.
Me gustó mucho la retrospectiva que el año pasado el Reina Sofía le dedicó a Yayoi Kusama, pero sin lugar a dudas no hay exposición que me gusta más que la de Picasso de ese museo.
Y por último háblanos un poco de L.E.Q.I.
L.E.Q.I. es una exposición de lo que me tocó vivir durante los últimos 3 años. Se inaugura el próximo día 5 de abril en el Espacio CREA de Elche -un centro de arte joven regido por el Ayuntamiento de la ciudad- y estará durante todo el mes de abril. Son más de 100 fotos en blanco y negro que hacen un recorrido visual por la nueva generación de creativos de España, en este caso muy ligado a la vida nocturna y a la cultura de club, que sirvió de caldo de cultivo. Hay mucho retrato de gente que casi todos conocemos como Alba Galocha, Miranda Makaroff, Pelayo Díaz Zapico, María Forqué, Luna Miguel o María Rosenfedlt y que se erigieron -en algunos casos sin quererlo- como protagonistas y nombres propios de esta generación. El término L.E.Q.I., La España que interesa, se lo leí por primera vez a Popy Blasco, cronista oficioso de la generación, y como coincidió que en ese momento yo ya estaba preparando la expo, pensé que le iba como anillo al dedo.
Si te ha gustado su trabajo, puedes visitar su web www.pablobartolome.com o seguirle en Twitter (@pablo_bartolome).
Por Michael Oats