Cuando se pilla a una celebrity luciendo una prenda o complemento particular, los departamentos de comunicación de esa marca en cuestión entra en un estado de éxtasis; compra la foto a quien se la haya hecho (eso cuando no está pactado el dejarse pillar con el objeto a cuestas) y lo distribuye entre los medios en un alarde entre la alegría y el sincero orgullo. La diferencia entre esta práctica y el acoso de un paparazzi es que estos se dedican a famosos cuando menos prestantes estén mientras que la idea de las marcas es dar ejemplos de lo bien que sientan sus productos. El ejemplo más latente y memorable de cuantos hayamos visto estos meses nos lo ha traído Diane Kruger  y la sorpresa, el bolso de Prada de la colección FW 2012 que porta en su brazo. El bolso corresponde al modelo saffiano, en color papaya, combinable con cualquier básico y llamativo cuanto menos. El diseño es un clásico de la firma italiana que se reinventa año tras año y del cual muchas de las celebrities están enamoradas en cualquiera de sus colores. El tamaño es perfecto para llevarlo a diario y llenarlo de miles de cosas, imprescindibles y no, una afición malsana que tenemos muchas mujeres... pero volviendo a las características del bolso, el lujo de la marca y de los materiales con los que esta hecho también es importante, y es que el cuero resiste a cualquier acontecimiento y los remates metálicos ponen el broche de exclusividad al Prada bag.  Texto: Paula Delgado