El dandy de la escena francesa regresa con "Vengeance", un disco de colaboraciones y sentimientosencontrados. Charlamos con él sobre sus recientes flirteos con la industria del celuloide, la Unión Europea y amores imposibles

Hablamos con Benjamin Biolay en una entrevista exclusiva para Vanidad donde el cantautor y ahora también actor abre su interior para contarnos de forma sincera y directa todas aquellas cosas y situaciones que le han inspirado para crear su nuevo disco "Vengeance", puedes ver más en la edición en papel...

Al arrancar el primer corte de "Vengeance" tenemos la impresión de oír a un nuevo Biolay. Y no solo por el registro vocal, también por la estructura,la producción... Más americano. ¿Fue una elección? Nunca compongo totalmente consciente. Puede ser que suene más anglosajón, pero simplemente quise dejarme llevar y dejarme influir por todos los géneros que me gustan. Aunque en el fondo sigo sonando a algo clásico. Es chanson. A lo largo del disco cantas en diferentes lenguas. ¿Es tu manera de evitar que te ocurra lo que a Gainsbourg y conquistar otros mercados? Bueno, canto como puedo... De todos modos, Gainsbourg ocupó el número 1 de las listas de ventas en Reino Unido con "Je t"aime mon non plus". Pero estamos de acuerdo en que con el francés no consiguió atravesar el charco... Es cierto, pero creo que por entonces a la música francesa no le interesaba salir del país. Estoy convencido que hoy día los grupos franceses que tendrán más éxito en el extranjero serán los que canten en francés. El álbum desprende un sentimiento de pérdida, de fracaso amoroso. ¿Tan mal se ha portado la vida (o las mujeres) contigo? También hay frases positivas como ne regrette rien, profite... Pero sí, ese es un sentimiento constante en mis discos. Cuando hablo de amor, no solo hablo de relaciones sentimentales. Existe el amor de pareja pero también el de familia, amigos... Creo que es fundamental encontrar el amor, aunque cuesta mucho. Encontramos varias colaboraciones (Vanessa Paradis, Julia Stone o el rapero Oxmo Puccino), pero quizás la más sorprendente sea la de Carl Barât. Colaboré anteriormente en su disco y ahora le tocaba a él. Es una colaboración fruto de una relación musical y amical. Somos muy colegas Supongo que serás consciente de que los franceses sois dados a forzar el cliché... Sí puede ser (Risas). No has parado de hacer películas desde el 2008 ("Stella", "Pour quoi to pleures?"...) y tienes dos estrenos en vista. ¿Cuándo descubriste tus cualidades interpretativas? Empecé a hacer cosillas un poco antes, pero en estos últimos años me he dado cuenta de que es algo que adoro. Siempre he tenido que esforzarme y luchar mucho para conseguir lo que quiero. Pero esto fue todo muy fácil. ¿No te preocupa que te tachen de "milusos"? En Francia es muy frecuente que los cantantes tengan también una carrera paralela en el cine, ya tengan mayor o menor éxito. Algunos ejemplos son Alain Bashung o Serge Gainsbourg. Pero como siempre, al principio sientes cierta presión; en mi caso, cuando me estrené como actor, todos estaban esperando con la escopeta cargada. ¿Qué piensas de la política actual de tu país? Creo que tenemos que dejarle tiempo a Hollande. Acaba de llegar a la presidencia y ahora es muy difícil cambiarlo todo de golpe. Por primera vez siento que he ganado las elecciones en Francia. Al menos todos esos años con Sarkozy ya pasaron. ¿Te preocupa que la Unión Europea se vaya al garete? Por supuesto. Me considero europeo y creo que sería un gran error. Al igual que me preocupan los nacionalismos, como el catalán o el vasco. Me afectan mucho las noticias que nos llegan últimamente sobre todo lo que está ocurriendo en España. Texto: Daniel Mesa Fotografía: Claude Gassian