Hace dos años, si te nombraban a  Jessica Chastain no serías capaz de ponerle cara. Hoy su rostro (probablemente creado en un laboratorio a partir de células de Nicole Kidman a Julia Roberts a partes más o menos iguales) es uno de los más conocidos en Hollywood y se ha convertido en una de las actrices más suculentas y valoradas del star system. La culpa la tiene Terrence Malick, que en 2011 le confió el papel de madre sufridora en “El árbol de la vida” y desde entonces acumula ya dos nominaciones consecutivas al Oscar. La más reciente por “La noche más oscura”, la película de Kathryn Bigelow sobre la caza a Bin Laden.
Jessica Chastain, de divino Max Mara (Splash News) Jessica Chastain, de divino Max Mara (Splash News)
A Chastain aún le pilla por sorpresa cómo ha cambiado su vida en los últimos dos años: “Es raro cuando tus sueños se hacen realidad’’, declaraba hace poco y no es para menos: cuando la fotografiaron para la Academia con motivo de su primera nominación, el fotógrafo le contó que en su día había retratado a Rita Hayworth y la actriz no pudo sentirse más afortunada: ‘‘Para el resto de mi vida seré Jessica Chastain, nominada al Oscar’’, declaró. Por el momento, la actriz se está tomando un “descanso” del cine; que no de la interpretación. Chastain se ha ido a Brodway, donde todas las noches hasta el 10 de febrero estará formando parte de la obra “The Heiress”. Fue precisamente a la llegada al teatro Walter Keller donde fue fotografiada con un abrigo de la firma Max Mara, como no iba a ser menos. Andrés G. Menéndez