
Michelle Obama y el poder metafórico de un peinado
Michelle Obama se cambia de peinado para segunda investidura de su marido y acapara todos los titulares. ¿Qué hay detrás del pelo de una Primera Dama?
Si hay alguien capaz de robarle protagonismo a Barack Obama durante su segunda investidura como presidente de los Estados Unidos es su mujer Michelle. Porque cuando se habla del legado de un mandatario del país más poderoso de la Tierra su imagen depende de sus reformas, sus logros y, en su caso, sus escándalos. Pero cuando se examina el paso de su mujer, lo que se llama Primera Dama, se analiza siempre hasta la saciedad su apariencia, acaso la forma más discreta que tiene la mujer de un presidente de hacerse notar sin robar protagonismo. En el caso de la mujer de Obama, el cambio de peinado al que se acaba de someter ha sido el hecho que más ha llamado la atención de la ceremonia de investidura: ha sido comentado con ahínco por cabeceras tanto periodísticas como de tendencias. Ha sido el tema de conversación, vamos. Beyoncé aparte, claro.